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Análisis de la sanidad en transiciones y engordes; un enfoque diferente (II)

Las bajas por diarrea se concentran fundamentalmente en la primera semana de estancia en la lechonera, mientras que, en las granjas que no han tenido diarrea, la mortalidad está más repartida.

En cuanto a su distribución por edad y causa, el análisis muestra lo siguiente:

Distribución por edad y causa de las bajas en transición del grupo de granjas con diarrea

Gráfico 6: Distribución por edad y causa de las bajas en transición del grupo de granjas con diarrea. (Nota: en lechoneras las muertes con más de 9 semanas de edad están representadas en la semana 9 y en cebos, las muertes con menos de 10 semanas en la 10).

Distribución por edad y causa de las bajas en transición del grupo de granjas sin diarrea.

Gráfico 7: Distribución por edad y causa de las bajas en transición del grupo de granjas sin diarrea. (Nota: en lechoneras las muertes con más de 9 semanas de edad están representadas en la semana 9 y en cebos, las muertes con menos de 10 semanas en la 10).

En los gráficos anteriores se observa a simple vista la diferencia de causas de baja entre unas granjas y otras (según el color del círculo la causa de baja es una u otra y a mayor tamaño de círculo, mayor número de bajas). Pero además, estos gráficos permiten analizar la edad de los lechones en el momento de la baja. De esta forma, se observa que las bajas por diarrea se concentran fundamentalmente en la primera semana de estancia en la lechonera, mientras que, en las granjas que no han tenido diarrea, la mortalidad está más repartida, pero se concentra fundamentalmente a final de la fase de transición (lechones retrasados que se eliminan antes de pasarlos a cebo).

A continuación, se realiza el mismo análisis pero de la fase de cebo:

Distribución por edad y causa de las bajas en cebo del grupo de granjas con diarrea.Gráfico 8: Distribución por edad y causa de las bajas en cebo del grupo de granjas con diarrea. (Nota: en lechoneras las muertes con más de 9 semanas de edad están representadas en la semana 9 y en cebos, las muertes con menos de 10 semanas en la 10).

Distribución por edad y causa de las bajas en cebo del grupo de granjas sin diarrea.Gráfico 9: Distribución por edad y causa de las bajas en cebo del grupo de granjas sin diarrea. (Nota: en lechoneras las muertes con más de 9 semanas de edad están representadas en la semana 9 y en cebos, las muertes con menos de 10 semanas en la 10).

La distribución por causas y por edades de las bajas en cebo es similar en ambos grupos. En resumen, el porcentaje global de bajas en los dos grupos es similar, pero al analizar las dos fases por separado, se observa una clara diferencia entre los dos grupos en la fase de lechoneras: ni se mueren por las mismas causas (en el grupo 1 la principal causa es la diarrea y en el 2 los retrasados), ni en el mismo momento (en el grupo 1 se mueren al inicio de la fase de transición y en el 2 durante toda la fase pero principalmente al final de la misma).

% Mortalidad por edad

Distribución de las bajas por edad. Granjas con diarrea vs granjas sin diarrea.

Gráfico 10: Distribución de las bajas por edad. Granjas con diarrea vs granjas sin diarrea.

En las granjas con diarrea, ésta se concentra en la primera semana de estancia en la lechonera, mientras que en el resto, las causas son más variadas, y se reparten más a lo largo de todas las edades.

Por último, para intentar averiguar la causa del incremento de diarrea, se analizó la distribución por semanas del año, de las bajas por esta causa, tanto en cada granja individual del grupo con diarrea como el global de dicho grupo. El resultado es el siguiente:

Bajas por diarrea por semana
Distribución de las bajas por diarrea según la semana del año por granja y global

Gráfico 11: Distribución de las bajas por diarrea según la semana del año por granja y global.

En general (y especialmente en una granja), el repunte fuerte se produjo la semana 48, produciéndose posteriormente un progresivo descenso. Analizando las temperaturas de la zona durante el periodo, se observó que a principios de la semana 48 hubo un brusco descenso de las temperaturas (“empezó el invierno”). Por tanto, lo que sucedió (y es un fallo de manejo desgraciadamente más frecuente de lo que debería), es que ese descenso de temperaturas sorprendió a los ganaderos de algunas granjas que no reaccionaron a tiempo y no prepararon las salas para las bajas temperaturas (estaban acostumbrados a no precalentar las salas de lechoneras porque con la temperatura ambiental lograban llegar a los mínimos sin precalentar; sin embargo, cuando bajó la temperatura, las salas no alcanzaban la Tª mínima requerida). Una vez que empezaron a actuar adecuadamente, el problema se solucionó.

Por tanto, las conclusiones del análisis serían las siguientes:

  • El origen del problema está claro: se circunscribió tan sólo a un % reducido de las granjas, y la causa fue un error de manejo. Obviamente, dicho error no debería volver a repetirse.
  • La segunda parte del análisis es la más interesante. Como se ha comentado, las granjas con diarrea tienen una mortalidad global apenas un 0,4% mayor que el resto en el periodo estudiado, y con este problema lo que ha sucedido es que las bajas se han acumulado al principio de su estancia, en lugar de repartirse a lo largo de varias edades. Esto podría llevar a pensar que al haberse muerto los lechones al principio de la fase podría ser beneficioso porque son lechones que apenas han comido pienso, pero ¿realmente esto es así? Obviamente, la conclusión es la contraria ya que cuando entran lechones recién destetados en salas frías, se ven afectados todos los lechones, no sólo los que se mueren. Por tanto:
    • Si se hiciera el seguimiento de la mortalidad de esas naves en los lotes que entraron con las salas frías, probablemente se vería un goteo posterior de bajas (lechones que quedan afectados), y el % de mortalidad global de cada lote probablemente sería mayor.

    • Los gastos de medicación de esos lotes serán probablemente mayores (la diarrea afectaría a más lechones, no sólo a los que se mueren), aunque tiene que comprobarse en lotes sucesivos.
    • Una parte importante de los lechones no arrancarían bien. Estos lechones darían problemas posteriores, lo que daría lugar a problemas como:
      • Mayor consumo de pienso de primeras edades, y un índice de conversión global más alto.
      • Mayor heterogeneidad, lo que daría lugar a una mayor dispersión en los pesos y edades a matadero.

Por lo tanto, es evidente la importancia no sólo de una correcta toma de datos de las lechoneras y cebos, sino de un análisis global adecuado, para evitar conclusiones erróneas que puedan suponer un grave perjuicio para una parte de la producción que económicamente es muy importante.

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