Análisis de los sistemas de adaptación a la normativa de bienestar en España

Este es el primero de una serie de artículos dedicados a la adaptación a la ley de bienestar animal en granjas españolas. En primer lugar trataremos de exponer qué debemos pedirle a una instalación que cumpla las normas de bienestar animal, desde la doble vertiente ganadero-veterinaria y, en segundo lugar, realizaremos un resumen de los sistemas implementados en España hasta la fecha.

En relación a la primera visión sobre el bienestar animal en porcino y visto de una forma sencilla, lo que más nos afecta es que las cerdas y cerdas jóvenes deben criarse en grupos desde el día 28 de gestación hasta 7 días antes del parto, tal y como dicta el Real Decreto 1135/2002 de 31 de octubre referente a las Normas mínimas para la protección de cerdos.

No es por desmerecer al resto de la normativa incluida en dicha Ley pero sin duda este punto es el que más nos afectará, no sólo desde un punto de vista económico sino de adaptación productiva al nuevo sistema.

Para empezar, nos gustaría recordar las ventajas de la jaula de gestación. De esta forma, cuando pensemos en el sistema para alojar las cerdas en la zona de gestación confirmada podremos, cumpliendo la Ley, aprovechar esas ventajas. No debemos olvidar que la normativa de bienestar animal está basada en un número ingente de trabajos científicos que demuestran que las cerdas que están frustradas producen peor.



Por tanto, desde un planteamiento eminentemente práctico, sumemos las virtudes de ambos sistemas y tratemos de minimizar los defectos, para conseguir el sistema más idóneo con el que implementar el bienestar animal para la gestación confirmada.

Virtudes principales de la jaula de gestación:

Por otro lado, los científicos han demostrado que las cerdas en jaulas están sometidas a dos situaciones muy negativas para su comodidad:

La restricción de espacio no permite la expresión de la conducta natural de la cerda, por ejemplo la de hozar o de interaccionar con otros individuos. Además, desde un punto de vista productivo, el hecho de que una cerda adulta pueda andar seguro que nos va a beneficiar, ya que probablemente, desarrollarán una mejor estructura ósea y muscular características que prolongarán su vida media.

Por otro lado, según indican números trabajos la alimentación restringida en los boxes mediante dosificadores, que es el sistema más común en las gestaciones, conlleva una sensación de hambre crónica que genera falta de bienestar en las cerdas.

Ambas situaciones provocan frustración en las cerdas y de ahí surge la obligación de tener las cerdas libres y mantener dietas con altos volúmenes de fibra para conseguir la sensación de que los animales están satisfechos.



Por tanto, toda la legislación de bienestar animal tiene una base científica bien consolidada y que bien aplicada puede aportar mejoras en producción. Además, diferentes sistemas de alojamiento de cerdas en grupo se vienen aplicando ya desde hace tiempo en otros países europeos obteniendo resultados productivos realmente interesantes, por lo tanto no tenemos ya ningún motivo para pensar que nosotros no debemos o no podemos llevarlo a cabo.

En próximos artículos trataremos de revisar los diferentes sistemas que en mayor medida se están implementando ya en la actualidad y cómo están funcionando a nivel de granja.

Los sistemas que comentaremos son los siguientes: