Otros posibles beneficios mencionados en la literatura para considerar el uso del ALF en alimentación porcina son:
- Mejora de la salud de los animales debido a la reducción de polvo en el aire (reducción de enfermedades respiratorias).
- Mejora en el mantenimiento de una ingesta de agua y alimento alta y regular en el post-destete; incremento de la flexibilidad a la hora de elegir materias primas (materias primas más baratas).
- Mejora del manejo de los materiales (el sistema actúa como mezcladora y distribuidora del alimento)
- Mayor precisión en la distribución del alimento.
- Mejora en la disponibilidad de fósforo.
Trabajar con ALF es trabajar con un "organismo vivo" que no es estable y que necesita ser controlado para obtener resultados óptimos. Algunos de los motivos por los que se obtienen resultados negativos en la elaboración de ALF pueden ser:
- Baja temperatura en el tanque,
- turn-over demasiado rápido (insuficiente residuo en el tanque / insuficiente tiempo para que la fermentación ocurra)
- y adición de ciertos antibióticos al tanque.
Figura 1. Densidad de microorganismos, pH y concentración de ácido láctico en el alimento líquido durante la fermentación. |
La composición química del ALF comparado con el alimento seco revela una reducción drástica del contenido de azúcares de bajo peso molecular y también una reducción del contenido de lisina libre durante el curso de la fermentación. Una estrategia para evitar la fermentación de lisina es fermentar sólo los cereales de la mezcla y añadir el resto de los ingredientes, incluyendo los amino ácidos sintéticos, al ofrecer el alimento a los animales.
Efecto sobre la ecología gastrointestinal y parámetros productivos
El pH bajo y las altas concentraciones de ácidos orgánicos, especialmente en el estómago, son características consideradas beneficiosas porque inhiben el crecimiento de enterobacterias, como coliformes y Salmonella, en el tracto digestivo de los cerdos. La alimentación con ALF reduce el pH gástrico comparado con la alimentación con alimento seco o con alimento líquido no fermentado (ALNF), lo que se debe a la alta concentración de ácido láctico en el estómago de los animales alimentados con ALF. Una característica importante observada en los cerdos alimentados con ALF es la reducción del número de coliformes, aunque no siempre estadísticamente significativa, comparado con ALNF y con alimento seco, lo que ayuda a disminuir el riesgo de diarrea. Por otra parte, y dado que se ha observado una alta correlación entre el número de coliformes y el de Salmonella, la alimentación con ALF contribuye a la reducción de Salmonella en el tracto digestivo, lo que a su vez contribuye a la reducción de salmonelosis en personas debido a la ingestión de carne de cerdo. Otras bacterias del tracto digestivo de cerdos que pueden ser reducidas con la alimentación con ALF son Brachyspira hyodisenteriae, causante de disentería porcina y Lawsonia intracellularis, causante de enteritis proliferativa porcina.
La alimentación de lechones con ALF comparado con alimento seco ha resultado en una mayor ingestión del alimento y mayor crecimiento diario. Por otra parte, otros estudios han revelado mejores parámetros productivos en lechones alimentados con ALNF que en los alimentados con ALF o alimento seco. La desaparición de lisina debido a la fermentación microbiana en el ALF y una fermentación excesiva, que puede contribuir a empeorar la palatabilidad del ALF, son posibles causas de los resultados. Por otra parte, un reciente estudio realizado en nuestro instituto en el que lechones recibieron ALF desde el destete reveló que los lechones alimentados con ALF ingirieron menos y crecieron menos que los alimentados con alimento seco durante las 6 semanas tras el destete. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los lechones alimentados con alimento seco lo recibieron ad libitum, mientras que los que recibieron ALF lo hicieron "semi ad libitum" (ya que ad libitum puede dar problemas de fermentación excesiva en el comedero). Hay pocos datos sobre el efecto de ALF sobre parámetros productivos en cerdos en crecimiento y los resultados no son consistentes. En nuestro instituto hemos observado menor ingestión y crecimiento y un índice de conversión similar en cerdos alimentados con ALF comparado con los alimentados con ALNF o alimento seco.
En conclusión, la alimentación de cerdos con ALF es una alternativa apropiada para mejorar la salud intestinal de los animales, sin embargo el efecto sobre los parámetros productivos es variable y se hace necesaria una mayor investigación en este campo para mejorar la calidad y la estabilidad del ALF, incluyendo la palatabilidad y el valor nurtritivo.
Escriben N. Canibe, L.L. Mikkelsen y B.B. Jensen nuria.canibe@agrsci.dk