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El interés que últimamente está tomando el área de los Xenotrasplantes no es debido a una moda impuesta por la necesidad de "investigar por investigar" sino que responde a una creciente demanda de órganos y tejidos en el área de Trasplantes y una, sin embargo, limitada oferta de los mismos procedente de las fuentes habituales generadas por los Sistemas de Donación.
En una primera instancia cabría pensar en los Primates no humanos como Donantes, debido fundamentalmente a la cercanía filogenética entre especies para poder abordar esta necesidad. Sin embargo existen una serie de razones que determinan un nivel de dificultad importante a la hora de elegir esta fuente:
- La poblaciones son escasas, de capacidad de crecimiento limitado y muy difíciles de reproducir en cautividad, lo que convierte esta vía en una fuente a priori limitada y poco accesible.
- Los primates, en general, son portadores de patologías de fácil replicación en la especie humana.
- Existe una corriente de opinión muy fuerte en contra de la experimentación animal en general y con primates en particular, lo que a medio-largo plazo determinaría una conflictividad social importante si se planteara una fuente de órganos basada en la explotación y cría de diferentes tipos de primates.
- Por último, la cercanía filogenética no es lo suficientemente estrecha como para no tener que implementar modelos de transgénesis específicos de algunos elementos del Complejo Principal de Histocompatibilidad humano en los diferentes primates candidatos a donantes.
Ante estas importantes limitaciones logísticas, los diferentes grupos de Investigación han optado por buscar otras fuentes alternativas de órganos y tejidos, apareciendo en escena el cerdo como posible candidato.
¿ Qué elementos juegan a favor del la especie porcina para haberse convertido en una candidata a donadora de órganos?
- Se trata de una especie fácil de reproducir y capaz de alcanzar tamaños compatibles con la especie humana en un corto espacio de tiempo.
- El riesgo de infecciones cruzadas con los humanos es menor que en el caso de los primates, quedando sólo la amenaza de los Retrovirus endógenos porcinos actualmente en estudio.
- Las prácticas de transgénesis son más fáciles de realizar en esta especie debido al desarrollo importante del área de Reproducción porcina, lo que permite utilizar técnicas convencionales (Inseminación Artificial, Transferencia de Embriones, Fecundación in vitro,...) para la obtención de cerdos transgénicos.
- Moralmente, se trata de una especie que genera menos controversia en la opinión pública como animal de experimentación.
Esta primera aproximación que podría calificarse de optimista está todavía muy lejos de convertirse en algo tangible y real ya que son muchas las barreras a superar antes de encontrarnos en situación de practicar un ensayo clínico, es decir un trasplante de órgano desde un cerdo a un humano, con un nivel de garantías aceptable en la Medicina actual.
El largo camino a recorrer lleva implícito una serie de obstáculos que podemos enumerar como sigue:
1. Técnica quirúrgica: En este sentido, la práctica en el trasplante convencional de órganos ha facilitado en gran medida este apartado, teniéndose sólo que superar aspectos relacionados con la Técnica Anestésica de los diferentes animales de experimentación.
2. Rechazo Hiperagudo: Ocurre inmediatamente después de perfundir el órganos trasplantado en el receptor y es debido al desencadenamiento de una reacción en cascada del Complemento como primera barrera defensiva de un individuo frente a algo extraño. Existen evidencias científicas de que esta parte está igualmente superada con el desarrollo del un cerdo transgénico a la DAF (Decay accelerating factor) humana.
3. Rechazo vascular agudo: Esta limitación, al igual que las dos siguientes, están aún por superar siendo la vía de solución el desarrollo de modelos de Ingeniería Genética que vayan incorporando los genes involucrados en los diferentes mecanismos de rechazo, de manera que seamos capaces de hacer creer al Sistema Inmunológico del Receptor el hecho de que el órganos trasplantado es propio.
4. Rechazo agudo: Este obstáculo será asumible igualmente mediante configuraciones genéticas que minimicen la reacción por parte del receptor.
5. Rechazo crónico: Para este tipo de rechazo existe actualmente terapia inmunosupresiva capaz de conseguir un equilibrio duradero del injerto con el recipiente aunque con las limitaciones propias de una disminución de la calidad de vida.
6. Funcionalidad del órgano: Este apartado representa, sin lugar a dudas, la mayor incógnita ya que, por ejemplo en el caso del trasplante de hígado, cuya funcionalidad metabólica es enorme, hasta la fecha no sabemos cómo asumirá el órgano trasplantado de otra especie estas funciones metabólicas en unos niveles compatibles con la vida.
7. Ausencia de riesgo de infección: Este último apartado ha sido el más nombrado últimamente ya que la presencia de Retrovirus Endógenos porcinos (hasta la fecha, 4) pueden crecer en cultivos celulares de células humanas, con lo que se presume un riesgo de probabilidad de que un órgano trasplantado pueda convertirse en un hipotético foco de infección. Esta teoría tiene seguidores y detractores a todos los niveles. La línea de trabajo a seguir en este sentido debe ser a base de investigaciones serias como la búsqueda de estirpes genéticas porcinas libres de retrovirus, diseño de modelos de obtención de lechones libres de patógenos específicos (S.P.F.), etc..., en definitiva buscar la minimización del riesgo hasta límites asumibles en este tipo de práctica clínica.