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Traspaso generacional: ¿qué debemos considerar para tener éxito?

Nuestro objetivo debe ser hacer perdurar las granjas de tal forma que las siguientes generaciones se sientan atraídas al negocio dada la rentabilidad que hayamos logrado del mismo.

En general, los dueños de granjas de cerdos cuentan con su patrimonio como plan de retiro, pero intrínsicamente su meta es traspasar su negocio a la siguiente generación. En muchos casos, sin ser conscientes de lo delicado del proceso y los riesgos que conlleva, ni realizando una buena planificación para ello.

Como cualquier proceso la planificación es esencial. Para ello, se debe tener claridad de cuál es el momento adecuado para optar a la jubilación y desde ahí marcar los tiempos. Las opciones serán muy personales y de acuerdo a las características de cada negocio. Si bien existen diferentes niveles de sofisticación de acuerdo al tamaño de granja y nivel de integración, el proceso goza de los mismos fundamentos.

En el contexto de nuestro negocio y en términos prácticos los productores tienen las siguientes opciones:

  1. Traspasar la propiedad de la granja a uno o más miembros de la familia para que la operen.
  2. Traspasar la propiedad de la granja a uno o más miembros de la familia y que un equipo profesional externo la opere.
  3. Traspasar la propiedad de la granja a alguien que no sea miembro de la familia para que la opere.
  4. Entregar la granja en Aparcería en que un tercero externo a la familia renta las instalaciones.
  5. Liquidar los activos de la granja.

La decisión de una u otra alternativa estará en función, entre otras cosas, de la escala del negocio o tamaño de la granja, siendo común que las granjas más pequeñas sean poco atractivas para la incorporación de profesionales competentes al proceso dejando las otras opciones como las alternativas más viables. En México, y en Latinoamérica en general, donde el sistema empresarial es mayoritariamente familiar independientemente del tamaño de la empresa, las alternativas no son muy distintas.

El plan de sucesión es un proceso, y debiera comprender los siguientes pasos en orden:

  • Transición de la Administración - Gestión de las operaciones diarias del negocio y decisiones operativas.
  • Transición del Liderazgo - Dirección del negocio y decisiones estratégicas.
  • Traspaso de Propiedad - Propiedad y control de los activos del negocio.

Figura 1. Orden de los pasos en un plan de sucesión.
Figura 1. Orden de los pasos en un plan de sucesión.

La secuencia de estos eventos es importante. Idealmente la transición ocurre en la medida que la generación saliente se siente segura de que la entrante tiene las competencias para pasar de la operación al liderazgo y luego a la propiedad. Las variables involucradas en las decisiones son muy propias de cada empresa/familia pero idealmente se debiera contar con el apoyo de un equipo que facilite el proceso desde el punto de vista legal y financiero. En este sentido listamos estos 6 elementos a considerar:

1. Negocio

Ganancias y activos – La granja u operación como negocio debe ser rentable y sus activos acordes a las necesidades y características actuales de la industria (estado sanitario, mantenimiento de las instalaciones, etc). Si la operación no es competitiva no hay razón para que la siguiente generación se interese en la continuidad del negocio.

Flujo de caja – Idealmente flujo de efectivo generado por la operación debiera como mínimo permitir la operación del negocio, invertir en nuevos activos, pagar las obligaciones y el retiro de los propietarios. A menos que la generación saliente esté dispuesta a ceder la propiedad, se necesita crecer el negocio con la debida anticipación de tal forma que sostenga a ambas generaciones. Esto puede sonar lógico, pero no siempre se ve en la práctica.

Visión común de negocio – La visión de negocios y las metas del mismo debieran estar alineadas entre ambas generaciones, al menos durante el proceso de transición. Si esto no es así el proceso será incomodo, especialmente para la generación saliente.

Comunicación – Es importante una buena comunicación entre todas las partes involucradas. Una comunicación clara, regular y transparente mejora la perspectiva del proceso, en especial con la generación entrante y posibles inversores o prestamistas. Esto puede impactar el acceso a capital para el crecimiento futuro del negocio.

Herramientas para las decisiones – En general, las nuevas generaciones han tenido acceso a mayor tecnología, por esto suelen tomar sus decisiones con mayor información. La generación saliente, en cambio, suele enfrentar decisiones complejas concernientes al negocio más en base a su experiencia e instinto. Mejorar el sistema de información gerencial y financiera para facilitar mejores decisiones puede ser un factor crítico en el proceso de transición.

2. Dueño

Tiempo – Establecer el momento adecuado para dejar las responsabilidades del negocio. La generación saliente debe dar un paso al costado. El proceso de sucesión no avanzará si esto no ocurre.

Primeros pasos – Como se mencionó anteriormente, la transición sucederá en etapas. El proceso se inicia con el traspaso de las responsabilidades operativas del día a día. Cuando esta transición de la administración haya tenido éxito, se realiza el traspaso del liderazgo. El resultado de esto sienta las bases para el traspaso de los activos en la medida que la generación saliente gane confianza según los resultados del proceso.

3. Sucesor

Aceptación familiar – Para una transición exitosa, el sucesor debe contar con la aceptación familiar. Una relación cercana con los padres y hermanos será importante para darle confianza a la generación saliente del buen manejo del negocio y la dinámica familiar siempre presentes.

Competencias – Los atributos del sucesor pueden combinar características como motivación, creatividad, capacidad de decisión, visión estratégica, agresividad, capacidad comunicacional, entre otras. A medida que se avanza desde el lado operacional al de liderazgo, la combinación de estos rasgos serán determinantes para conducir a la empresa hacia sus objetivos.

Experiencia – Por lo general, las siguientes generaciones se ausentan para desarrollarse académicamente a través de una formación secundaria o universitaria. En muchos casos incluso obtienen experiencia laboral antes de volver al negocio familiar. El aprendizaje obtenido en este proceso será muy importante, pues este será transferido al propio negocio.

4. Facilitador

Comprometido – Este proceso debiera contar con un asesor o facilitador. Sin este puede que las transiciones se hagan sin la dinámica adecuada. La participación de un facilitador enfocado en los resultados y la generación de concesiones entre las partes involucradas es importante. Además, aportan imparcialidad y objetividad al proceso.

Atributos – El facilitador debe tener excelentes habilidades de comunicación, sentido de urgencia, integrador e inclusivo. Debe ser directo y discreto sin perder la objetividad e imparcialidad. Su rol es fundamental para mantener la claridad con los miembros de la familia respecto al proceso y sus tiempos.

5. Equipo técnico

Modalidad – Una vez que la transición de la propiedad sea posible en un evento de sucesión, la modalidad para ejecutar transacciones financieras puede requerir cierta sofisticación y experiencia de un equipo técnico.

Equipo – El equipo que facilite el proceso debiera incluir expertos en el área legal, financiera y alguien de confianza que entienda del negocio. Este equipo debiera proporcionar el conocimiento necesario para el adecuado proceso de transición incluido los aspectos contables que permitan contar con el financiamiento adecuado.

6. Línea de tiempo realista

Principio – Primero y, ante todo, el inicio del proceso comienza desde el momento en que el dueño esta listo para planificar su salida. Si espera demasiado arriesga a que la siguiente generación pierda el interés en dar continuidad al negocio y tome otras oportunidades.

Tiempo – La velocidad del proceso también se limita según la capacidad del sucesor de asimilar la administración, liderazgo y posesión de los activos. La generación saliente procederá a la ejecución del plan solo cuando la nueva generación se encuentre preparada. Estos tiempos no son iguales para todos.

Finalización – Dependiendo del tamaño y la complejidad organizacional y financiera del negocio, la sucesión puede tardar hasta 10 años en completarse. Entonces, es necesario ser meticuloso y paciente en el proceso.

En general, en la vida se tendrá la oportunidad de participar en este proceso de transición sólo dos veces. Cuando se recibe el negocio, y cuando se traspasa a la siguiente generación. Por lo mismo, es de vital importancia ser conscientes de las dificultades que puede ofrecer este proceso. En consecuencia, se deben tomar las consideraciones en forma oportuna para asegurar un buen resultado.

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