Durante el estudio se recogieron los datos del peso al nacimiento, al destete, a las 5 semanas post-destete, a loa salida de transición y a la edad de sacrificio. Del total de camadas (n=98) posteriormente se escogieron las camadas con más de 12 lechones nacidos vivos y que fueron representativas de un rango de pesos al nacimiento. De cada una de estas camadas se seleccionaron 4 lechones (un total de 96 lechones) que fueron sacrificados a los 120 kg PV para poder determinar la calidad de carne y realizar un análisis sensorial.
Las camadas fueron categorizadas en base al tamaño como: pequeñas (3 a 10 lechones), medias (11 a 13 lechones) y grandes (14 a 19 lechones). Hubo 4 cuartiles de peso al nacer: 0,80 a 1,20, 1,25 a 1,45, 1,50 a 1,70 y 1,75 a 2,50 kg.
El aumento de tamaño de la camada resultó en una reducción del peso medio al nacer, pero no tuvo efectos sobre la variabilidad dentro de la camada ni sobre las características de la canal. Un bajo peso al nacimiento dio lugar a un menor peso al destete y a las 5 y 7 semanas post-destete así como un aumento de la edad para alcanzar el peso de sacrificio. Por otro lado, el peso al nacimiento tuvo pocos efectos sobre las características de la canal (peso de los principales cortes) o sobre la calidad y palatabilidad de la carne.
El estudio concluye que, bajo las condiciones experimentales, excepto para la edad al alcanzar el peso de sacrificio, no hay ninguna razón para frenar la utilización de cerdas de elevada prolificidad como vía para aumentar la eficiencia de las explotaciones.
Beaulieu AD, Aalhus JL, Williams NH, Patience JF, Impact of piglet birth weight, birth order and litter size on subsequent growth performance, carcass quality, muscle composition and eating quality of pork, J Anim Sci. 2010 Apr 23. [Epub ahead of print]