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Investigadores daneses, sabiendo que los oovocitos en lechones hembra continúan madurando hasta los 35 días de vida, realizaron un estudio para determinar si el efecto de la paridad de la madre y el tamaño de la camada pueden afectar sobre el balance energético y en consecuencia sobre su fertilidad.
Para ello 1246 lechones hembra fueron asignadas en el momento del destete a camadas de 9 o de 13 lechones. El tamaño de la camada se ajustó mediante la transferencia de lechones machos. Los mismos lechones se utilizaron en un estudio retrospectivo para determinar si el tamaño de camada
se vio afectado por el hecho de que los lechones hembras hubieron nacido y sido amamantadas por cerdas de primer parto o posterior. Se realizó un seguimiento del tamaño de la camada en el primer parto de las primerizas tras su venta a 18 explotaciones.
Se registró el número de nacidos totales de la primera camada de las primerizas, contabilizando un total de 621 partos. El número de nacidos totales fue de 14,7 tanto para las primerizas que habían sido criadas en camadas de 9 como de 13 animales. Al nacimiento, las primerizas nacidas de cerdas de primer parto presentaron un peso medio de 1,28 kg mientras que las que procedían de madres de segundo o mayor parto tuvieron un peso de 1,48 kg.
Los resultados del estudio concluyen que las primerizas nacidas en camadas grandes pueden tener buenos resultados de fertilidad.
Thorup F. Litter size at nursing and maternal parity did not affect future fertility in the gilt. 4th European Symposium of Porcine Health Management. 2012.