En el primer experimento se usaron 739 lechones de 17,6 kg y en el segundo experimento, 757 lechones de 13,1 kg; para comparar cinco dietas distintas que contenían niveles crecientes de grasa añadida: 0,0; 1,5, 3,0; 4,5 y 6,0%. Todas las dietas tenían 3,59g de Lys/Mcal de EM. En la tercera prueba se usaron 1700 lechones de 17,1 kg para comparar 10 dietas distintas; 5 niveles de grasa (0,0; 1,5; 3,0; 4,5 y 6,0%) y dos proporciones de Lys/EM (3,33 y 3,86 g/Mcal).
En la prueba 1, la inclusión de grasa mejoró el crecimiento de los lechones (739, 739, 753, 767 y 762 g/d; p<0,02) y el IC (1,70; 1,65; 1,57; 1,56 y 1,55; p<0,01).
En la prueba 2, la inclusión de grasa mejoró el crecimiento de los lechones (612, 617, 635, 631, y 653 g/d; p<0,03) y el IC (1,63; 1,62; 1,53; 1,58 y 1,53; p<0,01).
En la tercera prueba no se detectó ningún efecto de la relación Lys:EM pero, como en las dos otras pruebas se detectó un efecto positivo del nivel de grasa sobre el crecimiento de los lechones ((685, 699, 694, 703, y 721g/d; p<0,001) y el IC (1,61; 1,56; 1,58; 1,53 y 1,50; p<0,001).
Incrementar la densidad energética de las dietas de final de destete provoca una mejora del rendimiento. Por cada unidad de incremento del contenido de grasa se produce una mejora del 0,81% en la GMD y 1,42% en el IC.
BW Ratliff, AM Gaines, P Srichana, GL Allee y JL Usry, 2004. Journal of Animal Science Vol. 82, Supplement 2 Ref 201