Se seleccionaron un grupo de lechones de 11 días de edad a los que se les inyectó en el ciego ácido fólico o un precursor de éste (PABA). Después de tres días se sacrificaron los lechones y se tomaron muestras de tejidos para su análisis.
En los lechones que recibieron el ácido fólico se recogieron folatos en un 82,1% en heces; 12,3% en hígado; 3,9% en orina y 1,7% en riñones. En los lechones que recibieron el precursor PABA se recogió el folato de origen bacteriano en un 85,1% en heces; 0,4% en hígado y 14,6% en orina respectivamente.
A través de estas medidas y estimaciones realizadas de la absorción de ácido fólico y el contenido de folato en las heces de los lechones, los autores concluyen que al menos un 18% de las necesidades de folatos para lechones pueden ser alcanzadas mediante la absorción en el intestino grueso.
FM Asrar y DL O'Connor 2005. J Nutr Biochem. (10):587-593