Las observaciones realizadas mostraron un mayor número de encuentros agresivos en las cerdas alojadas en grupo, sobretodo durante las comidas más que en el momento de la agrupación. En relación con los niveles de cortisol en saliva, estos fueron mayores en las cerdas alojadas en grupo, sin embargo, las diferencias observadas entre los niveles antes y después de la reubicación no se correlacionaron con niveles de agresión. No se detectaron efectos del tipo de alojamiento sobre el espesor de grasa dorsal.
Según estos resultados, cuando tenemos cerdas gestantes alojadas en grupo es necesario poner una atención especial en el manejo alimentario para evitar agresiones y posibles efectos negativos sobre el bienestar.
Jansen J, Kirkwood RN, Zanella AJ, et al. Influence of gestation housing on sow behavior and fertility. J Swine Health Prod. 2007;15(3):132–136.