Los animales suplementados con minerales de origen orgánico presentaron mayor consumo de pienso (2247 vs 2068 g/día, EEM 86, P<0,05), mayor consumo de cobre (56,5 vs 50,7 mg/día, EEM 2,2, P>0,07) y mayor consumo de zinc (325 vs 293 mg/día, EEM 10, P<0,04) respecto a los animales alimentados con dietas suplementadas con fuentes de minerales inorgánicos. Los mayores consumos de zinc y cobre observados para los tratamientos que contenían minerales de origen orgánico permitieron una mayor retención de cobre (32,0 vs 22,4 mg/día, EEM 2,5, P < 0,01) y tendió a una mayor retención de zinc (170 vs 142 mg/día, EEM 10, P < 0,07). También se observó una tendencia a reducirse la excreción de cobre a nivel fecal (23,8 vs 27,7 mg/día, EEM 1,5, P < 0,09). Estos resultados explican la mayor digestibilidad (45 vs 56%, SEM 2, P < 0,01) y utilización neta (44 vs 55%, SEM 2, P < 0,01) de cobre cuando fue suplementadas como fuente orgánica. De todos modos, estos efectos tendieron a ser más pronunciados cuando la dieta no contenía manano-oligosacáridos (interacción, fuente mineral x manano-oligosacáridos, P<0,09, sin manano-oligosacaridos 41 vs 59% y con manano-oligosacáridos 48 vs 54%, EEM 3 para la digestibilidad, sin manano-oligosacáridos 40 vs 57% y con manano-oligosacáridos 48 vs 54% para la utilización neta). El tipo de fuente mineral y la suplementación con manano-oligosacáridos no presentaron ningún efecto significante sobre la digestibilidad del zinc o sobre su utilización neta.
Estos resultados sugieren que la utilización de una fuente de minerales de origen orgánico es una metodología efectiva para mejorar la digestibilidad y la utilización neta de cobre, y reducir su excreción total pero estos efectos son menos pronunciados cuando la dieta esta suplementada también con manano-oligosacáridos.
A Lebel, F Guay, and P Groenewegen, 2010. Journal of Animal Science, 88 (E-Suppl. 2):659.