Se encontraron las siguientes heredabilidades: EC(0,38), NV1 (0,11), IDC1 (0,06), NV2 (0,12) y IDC2 (0.03) y E100 (0,30), EGD (0,44), I (0,22), LMC (0,58) y CB (0,23). La correlación genética más alta estimada se encontró entre E100 y EC (rg=0,68), dando como resultado una correlación genética positiva entre I y EC. Se observó una correlación genética negativa entre el crecimiento (E100) y el NN1 y NV2 (rg=0,60 y rg=0,42 respectivamente), de forma que la correlación genética con la I también fue negativa (rg=0,23 y rg =0,20). La selección sólo para el LMC afectó también de forma negativa sobre el NV1 y NV2 (rg=-0,12 y rg=-0,24). Las correlaciones entre EGD a los 100 kg y los caracteres reproductivos fueron cercanas a 0; sin embargo, se observó una correlación genética baja entre el EGD y el IDC1 (rg=-0,12), lo que indica que la selección de cerdas con un EGD bajo a los 100 kg puede afectar de forma negativa sobre el IDC1.
B. Holm, M. Bakken, G. Klemetsdal and O. Vangen. Genetic correlations between reproduction and production traits in swine. J. Anim. Sci. Vol. 82. 2004. Pág:3458-3464.