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Tras la presencia de elevados niveles de fallo reproductivo y reducción en el tamaño de las camadas detectados en varias granjas porcinas españolas durante la primavera de 2010 (41 granjas localizadas en Andalucía, Murcia, Valencia, Castilla la Mancha, Galicia, Aragón y Cataluña), con retornos regulares al estro entre los 17 a 22 días tas la IA con dosis seminales de diferentes orígenes distribuidas en bolsas de plástico, investigadores de la Universidad de Zaragoza iniciaron un estudio al respecto.
El problema empezó de repente y todos los controles de calidad internos y externos del esperma, tales como las pruebas de funcionalidad de la membrana, formas anormales, concentración, motilidad del esperma y estado del acrosoma dieron resultados satisfactorios cuando se realizaron las pruebas durante el procesamiento del semen, transporte y almacenamiento en granja. Tampoco se habían observaron cambios en el estado sanitario y condición corporal de las cerdas ni en la estrategia de alimentación. La presencia de enfermedad, estacionalidad, paridad, estrés, semen o técnica de inseminación no se establecieron como una de las causas del problema. Tras determinar el origen por lotes de las bolsas de semen que dieron lugar a los elevados índices de repeticiones, el origen del problema se centró en las bolsas de plástico.
El análisis químico de las bolsas identificadas como sospechosas mostró la presencia de compuestos inesperados tales como BADGE, una lactona cíclica y un ftalato desconocido que lixivia en el semen a concentraciones de 0,2 a 2,5 mg/l.
Se realizó un test donde los espermatozoides fueron puestos en contacto directo con los potenciales compuestos tóxicos y no se observaron resultados anormales en cualquiera de los grupos, P (almacenamiento) y P (almacenamiento × tratamiento) en lo que respecta a los parámetros de calidad del esperma.
Se realizaron pruebas in vitro con el objetivo de determinar la acción de los compuestos tóxicos identificados en las bolsas de semen sospechosas sobre el proceso de penetración de los ovocitos por los espermatozoides. Por esta razón se realizaron pruebas con diferentes grupos de esperma: esperma almacenado en bolsas sospechosas, esperma almacenado en bolsas control y espermatozoides almacenados en viales de vidrio y con adición de los diferentes compuestos tóxicos. Los resultados no mostraron diferencias significativas en cuanto a la tasa de penetración.
En las pruebas de fecundación in vivo para confirmar el fallo reproductivo se usó esperma diluido tratado con una mezcla de los compuestos tóxicos (2,5 mg/l de lactona cíclica, 1,5 mg/l de ftalato cíclico, 0,4 mg/l BADGE, 0,4 mg/l BADGE-H2O y 0,2 mg/l de BADGE-2H2O). Las cerdas fueron inseminadas en dos grupos de 50 cerdas (2 repeticiones de 25 para cada caso: espermatozoides con compuestos tóxicos y espermatozoides control). En este caso se observó una reducción significativa en el total de nacidos cuando se utilizó el esperma con compuestos tóxicos en comparación con el esperma control. La tasa de fecundidad se redujo desde el 84 hasta el 58% y el total de nacidos disminuyó de 231 a 70.
Esta es la primera descripción de la relación entre el fallo reproductivo y los compuestos tóxicos liberados de bolsas de plástico.
C. Nerin, J. L. Ubeda, P. Alfaro, Y. Dahmani, M. Aznar, E. Canellas & R. Ausejo. Compounds from multilayer plastic bags cause reproductive failures in artificial insemination. Scientific Reports 4, Article number: 4913. doi:10.1038/srep04913