En el momento del parto las cerdas de los tratamientos 2 y 3 tenían un EGD de 19 y 19,1 mm, respectivamente, mientras que en las cerdas control se observó una tendencia a ser mayor (20 mm, P<0,07). De promedio, en las cerdas cuyo objetivo fue ganar de 6 a 9 mm de EGD éste no fue alcanzado independientemente del método de alimentación. La alimentación de cerdas gestantes en función del EGD dio lugar a un mayor porcentaje de cerdas que alcanzaron el EGD objetivo de 17 a 21 mm (40,2, 53,3 y 52,6% para los tratamientos 1, 2 y 3, respectivamente) en el momento del parto y un menor número de cerdas grasas (> 21 mm) mientras que no se detectó ninguna diferencia en el porcentaje de cerdas delgadas (<17 mm) en comparación con la alimentación basada en la condición corporal. Además, el nivel de alimentación basado en la condición corporal fue mayor (P<0,05) que el basado en el EGD. No se observaron diferencias significativas entre tratamientos respecto al rendimiento durante la lactancia. Respecto a la ingesta durante la lactación, ésta fue menor (P<0,05) en las cerdas con EGD elevado (> 21 mm) en el momento del parto en comparación con las cerdas con EGD < 21 mm.
El elevado porcentaje de cerdas con un EGD óptimo demuestra que la alimentación basada en el EGD y condición corporal puede ayudar a mejorar la precisión del nivel de alimentación adecuado durante la gestación.
M.G. Young, M.D. Tokach, F.X. Aherne, R.G. Main, S.S. Dritz, R.D. Goodband, J.L. Nelssen. J. Anim. Sci. Vol. 82. 2004. Pág :3058-3070