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En general, aunque la presentación de la enfermedad sistémica del circovirus porcino 2 (PCV-2-SD) y la presentación de la enfermedad asociada al circovirus porcino tipo 3 (PCV-3-AD) pueden exhibir signos clínicos similares, como pérdida de peso, debilidad, e hirsutismo, se pueden distinguir fácilmente entre sí a nivel histopatológico. Por lo tanto, el objetivo del presente trabajo fue comparar los hallazgos histopatológicos observados en una selección de cerdos afectados por PCV-2-SD y PCV-3-AD. Todos los casos fueron previamente diagnosticados en el Servei de Diagnòstic de Patologia Veterinaria (SDPV) de la Universitat Autónoma de Barcelona.
En cuanto a PCV-2-SD, se examinaron principalmente los órganos linfoides teñidos con hematoxilina-eosina. Las lesiones microscópicas evaluadas fueron depleción linfocitaria, inflamación granulomatosa, células gigantes multinucleadas, cuerpos de inclusión intracitoplasmáticos y necrosis linfoide. Para confirmar la presencia del virus, se utilizó una técnica de inmunohistoquímica (IHQ).
En lo que respecta a PCV-3-AD, se investigó la presencia de periarteritis en diferentes órganos, incluyendo miocardio, bazo, hígado, riñón, pulmón y mesenterio también teñidos con hematoxilina-eosina. La técnica de diagnóstico definitiva utilizada para la detección del virus en este caso fue la hibridación in situ (ISH).
Los resultados asociados con la enfermedad por PCV-2 y PCV-3 fueron claramente distinguibles a nivel histopatológico, ya que PCV-2 tiene tropismo por los órganos linfoides y es donde se presentan las lesiones, mientras que PCV-3 produce periarteritis que puede encontrarse virtualmente en cualquier parte del organismo. Además, los animales con enfermedad sistémica por PCV-2 mostraron consistentemente los criterios de diagnóstico establecidos: depleción linfocitaria juntamente con inflamación granulomatosa además de antígenos de PCV-2 presentes en los nódulos linfáticos. Además, en la mayoría de nuestros casos, se observaron cuerpos de inclusión intracitoplasmáticos.
Por otro lado, los cerdos afectados por PCV-3 siempre presentaron periarteritis, aunque sin un patrón claro de tropismo por ningún órgano concreto. De hecho, estas alteraciones pueden ser tan difíciles de encontrar que a veces algunos órganos parecen no presentar ninguna alteración en comparación con otros del mismo animal. Además, al no ser una lesión característica de la infección por este virus, es imperativo realizar HIS, para confirmar la presencia del virus en las lesiones de animales enfermos.
