Según el resultado de las encuestas, la mayoría de veces los lechones fueron castrados usando una administración subcutánea e intratesticular de lidocaína con adrenalina a los 10 días de vida de media. El efecto de la anestesia fue considerado como bueno por un 54% de los veterinarios y un 19% de los productores. Rara vez se presentaron complicaciones postoperatorias. La evaluación total mostró que dos tercios de los veterinarios, pero sólo la mitad de los productores estaban satisfechos o muy satisfechos con esta nueva normativa para la castración. Sin embargo, mientras que dos tercios de los productores porcinos tenían una actitud negativa ante la nueva normativa antes de que se aplicara, sólo la mitad de ellos se mostraron aún descontentos después de dos años de experiencia.
B. Fredriksen and O. Nafstad. Surveyed attitudes, perceptions and practices in Norway regarding the use of local anaesthesia in piglet castration. Research in Veterinary Science. 2006. Vol. 81 (2): 293-295.