Abstracts - Nutrición

Reducir el nivel de proteína manteniendo el aporte de aminoácidos esenciales no solo reduce la excreción de nitrógeno sino también la de CO2 y la producción de calor.

La retención de nitrógeno fue independiente del tipo de fibra administrado pero se redujo cuando el descenso en el nivel de proteína bruta no pudo ser compensado por el aporte de aminoácidos sintéticos.

Los resultados productivos sugieren que se puede sustituir la soja por una mezcla de guisantes y colza, extrusionados o no, pero el balance de digestibilidad lo desmiente.

La administración de ácido linoleico conjugado aumentó el nivel de ácidos grasos saturados en detrimento de los monoinsaturados.

El nivel de PB que maximizó el número de lechones destetados y la ingestión de las madres en lactación fue de alrededor del 13%.

La suplementación con yodo orgánico además de enriquecer la carne en el oligoelemento mejoró los rendimientos productivos.

La inclusión en el pienso de un 0,5% de un compuesto con carbono mineral redujo la emisión de amoníaco especialmente durante el periodo diurno.

La captación de aminoácidos está directamente relacionada con el flujo de sangre a través de la glándula mamaria y la producción de leche.

La relación triptófano:lisina que maximizó el rendimiento de los lechones entre los 6 y los 23 kg de PV con dietas maíz-soja fue de 0,158.

La inclusión del aditivo mejoró el rendimiento productivo y modificó las proporciones de algunas poblaciones leucocitarias.

La inclusión de hasta un 25% del subproducto tratado con urea en la dieta no modificó los rendimientos productivos.

La incorporación de un 20% de subproducto enranciado a la ración de acabado reduce el crecimiento y empeora la calidad de la canal.

La incorporación de trigo fermentado tuvo efectos positivos sobre los rendimientos productivos y sobre el estado sanitario del intestino.

La incorporación de hasta un 20% de cascarilla de soja no perjudicó el rendimiento reproductivo de las cerdas.

La administración de una combinación de capsicum, cinnamaldehido y carvacrol mejoró el peso de los lechones al destete sin modificar el consumo de alimento ni el balance energético aparente de las madres.

La inclusión de ácidos encapsulados durante todo el periodo de transición permitió alcanzar resultados semejantes a los obtenidos con 50 ppm de carbadox.

La fitasa y el ácido cítrico potenciaron sus efectos de mejora de la digestibilidad de la materia seca y de reducción del pH gástrico.

La inclusión de un liofilizado de bacterias en la dieta ofreció resultados equivalentes a la utilización de trimetroprim sulfadiazine.

La alimentación húmeda y la incorporación de edulcorantes no evitaron ni el descenso en la secreción enzimática ni la atrofia de la mucosa intestinal.

El probiótico utilizado, incorporado al 5% al pienso, mejoró espectacularmente la ganancia media diaria y redujo el consumo de pienso.

La reducción del nivel de alimentación entre los cuatro y ocho días postdestete y la distribución del alimento en ocho tomas diarias redujo la incidencia de diarreas.

Los resultados no demuestran la utilidad del clavo como alternativa a los antibióticos promotores del crecimiento.

La inclusión de DDGS en raciones de crecimiento y engorde es recomendable que sea inferior al 20%.

La presencia de fibra fermentable en la dieta aumenta la excreción de nitrógeno fecal y reduce la excreción urinaria sin modificar la retención.