Abstracts - Nutrición

Mezclas de aceites esenciales responden de manera considerablemente distinta sobre el crecimiento y la digestibilidad de los nutrientes por parte de los lechones.

La velocidad de tránsito intestinal en cerdos se ve afectado por el contenido en fibra de la ración, pero no por el nivel de ingestión.

La incorporación de extracto de germen de trigo fermentado en el pienso para cerdos puede mejorar los rendimientos productivos en la fase de crecimiento.

La descendencia de las cerdas suplementadas con 25-hidroxicolecalciferol presenta un aumento en las reservas de vitamina D.

La cebada es un cereal eficiente para reducir la concentración de indol en el tejido adiposo en machos enteros.

La correlación entre el consumo de alimento y agua es constante hasta el día 60 de gestación. Luego, al final de la gestación, hay una adaptación en la ingestión de pienso y la relación disminuye.

La concentración de C18:2n-6 de la ración predice mejor el índice de yodo de la grasa de la canal que no el índice de iodo de los ingredientes de la ración.

Suplementar la ración materna con extracto de algas marinas y aceite de pescado desde el día 109 de gestación hasta al destete estimula el crecimiento y el consumo de pienso de iniciación por parte de los lechones destetados.

Durante el período de realimentación, el crecimiento se asocia con el crecimiento de los órganos internos, mientras que el músculo esquelético no se ve afectado; lo que sugiere que el crecimiento compensatorio no tiene beneficios prácticos para la producción porcina.

Los lechones alimentados con productos fermentados por levaduras muestran mejores rendimientos, especialmente en la presencia de una enfermedad entérica activa.

La incorporación de salvado de trigo o ZnO en la ración mejora la salud intestinal, pero la incorporación simultánea de ambos compuestos incrementa los recuentos de E. coli, indicando una interacción negativa.

El transporte de AGPI n-3 de la cerda a los lechones es superior a través de la leche que a través del intercambio sanguíneo en el útero.

Cualquiera de las pautas de suplementación con aceite de atún utilizadas es útil para enriquecer la carne de cerdo con ácidos grasos n-3, pero se debe tener especial cuidado con la producción de embutidos secos debido a su susceptibilidad al enranciamiento durante el tiempo de almacenaje.

La recuperación de la lactulosa en la orina de cerdos destetados no se asocia con los factores de riesgo de las infecciones, pero parece ser útil para medir la función de la barrera paracelular.

El suministro de raciones altas en grasa y un ayuno de 36 horas podrían ser prácticas efectivas para reducir el potencial glucolítico del músculo previo al sacrificio y, consecuentemente, mejorar la calidad de la carne de cerdo.

Ofrecer a los cerdos una ración baja en P desde los 10 a los 100 kg de PV conlleva una reducción de la excreción de P, pero los rendimientos productivos y la mineralización ósea se ven comprometidos.

Cuando el coste por mol de actividad de metionina no es distinto, la metionina hidroxi análoga puede ser la mejor opción en las dietas bajas en fibra, y la DL-metionina en las dietas altas en fibra.

La administración de aromas podría aumentar el consumo de pienso lacto reemplazante antes del destete y la ganancia media diaria de los lechones después del destete.

Aunque la agrupación uniforme por peso de los animales parece ayudar a reducir la variabilidad de peso al sacrificio y a mejorar el índice de transformación, el régimen alimenticio parece ser el factor más influyente.

Administrar hasta un 1,0% de ácido linoleico conjugado en la ración de cerdos de engorde-acabado no altera ni la respuesta inmune (innata o adaptativa) ni los parámetros bioquímicos sanguíneos.

Añadir un suplemento de 2 g/kg de ajo fermentado en polvo a la ración puede mejorar el crecimiento, además del índice de marmoleo y de firmeza de la carne.

La suplementación del pienso con 250 mg/kg de cobre estimula el consumo de alimento, lo que se traduce en una mejora del crecimiento de los cerdos destetados.

Se ha visto que los cerdos de menos peso son los que comen más y crecen más rápido por kg de peso vivo en comparación con los cerdos de peso intermedio o los más pesados.

Ofrecer una fuente purificada de ß-glucanos permite reducir la emisión de ácidos grasos volátiles del tracto gastrointestinal distal y del purín, reflejando una mejora en la digestibilidad del N en la fase de acabado.