Por una parte, los resultados de los paneles sensoriales muestran que los consumidores no detectan diferencias significativas de sabor y olor entre la carne procedente de animales vacunados con Improvac y la de machos castrados físicamente o hembras, pero sí con la carne de cerdos enteros.
En relación con las preocupaciones de los consumidores europeos, según el Eurobarómetro realizado en el año 2007, un 75% de los ciudadanos europeos destacan su preocupación por el medio ambiente; además, posicionan el bienestar animal con un valor de 8, en un ranking del 1 al 10 por orden creciente de importancia.
Los estudios de mercado realizados por Pfizer han recogido la opinión de cerca de 1.000 consumidores de Holanda, Francia y Alemania. Según los mismos, entre el 56% y 76% de los entrevistados aceptan el método de la vacunación para controlar el olor sexual de la carne de cerdo, mientras que tan sólo un 30-34% consideran aceptable la castración física. Si se comparan ambos métodos, un 42-45% prefieren la carne de cerdo procedente de cerdos vacunados, frente a un 6-18% que eligen la carne de animales castrados físicamente. Por último, del 61 al 74% de los encuestados estarían dispuestos a comprar carne de cerdo procedente de animales vacunados porque es acorde con el bienestar animal y con el medio ambiente.
Miércoles, 1 de septiembre de 2009. Nota de prensa de Pfizer Salud Animal