NO QUIERO A MIS CERDAS PARA BAILAR
Luis da Veiga
Country Manager Iberia
Zinpro Corporation
Echamos una mirada rápida a los datos de vacas de leche donde la ciencia va bastante más avanzada. El objetivo es intentar separar las cojeras de las lesiones de pezuñas, ambos datos son relevantes, pero merecen un análisis distinto.
Una cojera es una condición que afecta la movilidad de una cerda y una lesión de pezuña es una lesión que se puede identificar y calificar tanto en tipo como en severidad. La identificación de una cojera es una apreciación subjetiva. Un trabajo publicado en el año 2007 por Knauer y otros identificó que un 23% de descartes y mortalidad son anotados de forma incorrecta en granja. De acuerdo con el Profesor de la Universidad de Minnesota, el Dr. John Deen (2010) el número de cerdas que se pierden por problemas podales es una cifra ampliamente infravalorada y frecuentemente menospreciada.
¿PORQUÉ?
- Es una enfermedad multifactorial difícil de estudiar de forma prospectiva ya que las consecuencias tardan mucho tiempo en identificarse.
- No existe una medición económica real y no suele ser un parámetro prioritario en los informes técnicos y económicos.
- Los gestores creen que están abarcados por los datos de eliminación por cojeras registrados en los softwares.
- La primera búsqueda cuando hay un problema grande es encontrar un culpable a cualquier precio.
APRENDIENDO DE LAS VACAS DE LECHE
Las mejores granjas de producción de leche tienen todas, un profesional en común. Un PÓDOLOGO. ¿Qué hacen los podólogos de vacas de leche? La respuesta es en las granjas buenas y productivas hacen PREVENCIÓN en las demás intentan salvar vacas. Es muy diferente tener un plan de acción para prevenir o desarrollar acciones para curar.
En el año 2018 Dolocheck y otros han publicado un artículo sobre el uso de un modelo estocástico para estimar correctamente los costes de las cojeras en granjas de vacas lecheras. Este artículo es un análisis profundo considerando más de 1000 interacciones, el objetivo fue determinar el precio a pagar por distintas lesiones en distintos momentos de producción. Consideró el impacto en terapéuticas, mano de obra interna, mano de obra externa, leche descartada, baja de producción, días en abierto, número de inseminaciones, descartes y mortalidad. Con este estudio es posible determinar, por ejemplo, que una vaca multípara con una lesión de línea blanca en los primeros 60 días de producción tiene un coste total de 156€ (+/- 33€), mientras la misma lesión a los 241 días en producción son 88€ (+/- 26€). El mismo estudio menciona otro muy extenso del año 2017 de la autoría de Costa y otros en el cual la prevalencia de cojeras en granjas de EE. UU es de un 27%.
De acuerdo con el experto en podología bovina el Dr. Arturo Gómez la cojera en vacas de leche es un problema de la fase de transición en porcicultura el equivalente sería el periparto. La podología preventiva en la fase de secado tiene un retorno claro y los errores de manejo pueden ser minimizados por un buen plan podológico.
Basado en los informes podológicos es hoy en posible hacer un cálculo anual, estimando las pérdidas financieras por cojeras y, establecer un plan de acción para garantizar una mejora continua.
¿Y QUÉ DICE LA CIENCIA EN EL MUNDO DEL PORCINO?
La ciencia es la base que nos permite hacer avanzar el mundo. Es por eso fundamental tener ojo crítico al analizar datos. Comparar granjas distintas con condiciones distintas para diferenciar tratamientos no es lo ideal. Analizar datos en base a artículos de revistas sometidas a comités científicos es el único camino valido para tomar decisiones.
Royosuke, Piñeiro y Koketsu en abril del 2020 han publicado un estudio sobre los descartes de cerdas en varias granjas de España por cojeras. En esta publicación los autores lo dejan claro las cerdas eliminadas por cojeras tenían más días entre el destete y la cubrición fecundante, 0.8 lechones menos nacidos vivos y una paridad a la fecha de eliminación 1.5 partos inferior. Es decir, peores registros reproductivos y menos longevidad. Los autores indican que lo mejor seria utilizar los días de riesgo ya que un 70% de las eliminaciones ocurrieron después del parto entre 4 y 9 semanas. Este trabajo concluyó también que repeticiones, partos de invierno, partos totales y fallos reproductivos eran factores de riesgo. Dos investigadores japoneses (Sasaki y Koketsu, 2008) ya habían publicado un artículo en el cual indicaba que la probabilidad de supervivencia disminuía 1 semana después del parto incrementando a partir del día 20 después del parto. La mortalidad de cerdas fue en este estudio en las 3 semanas posteriores al parto de 6.5%, 23.5% y 10.1% respectivamente.
Las cifras no dejan dudas, una publicación del año 2000 (Lucia et al; 2000) han demostrado que cerdas identificadas con cojeras tenían entre 43.7 a 46.4 menos lechones por carrera productiva. ¿Un estudio con 20 años nos hace pensar con el incremento de productividad cuantos serán los lechones que se pierden hoy en día?
Tal como en las vacas las cojeras en cerdas merecen nuestra atención en la fase de peri parto. Hay una correlación clara entre cojeras y mortalidad y la mortalidad es un problema de que se agudiza en la fase post parto.
Pluym y otros han publicado un trabajo en el año 2013, en el estudio han diferenciado los efectos indirectos en la longevidad y los efectos directos que afectan parámetros productivos directamente de acuerdo con las correlaciones encontradas. En este estudio las cojeras no demostraran correlaciones con los llamados efectos directos mientras las lesiones de pezuña sí. Las lesiones de línea blanca se han correlacionado con más lechones muertos al nacimiento y las lesiones en los talones con un mayor número de lechones aplastados. De Pita, en una publicación del año 2010 había encontrado correlaciones directas entre lesiones de línea blanca y la probabilidad de tener menos de 10 lechones nacidos vivos.
Las lesiones de pezuña son un indicador fiable de la salud podal y un sistema de evaluación correcto permite identificar causas y prevenir situaciones de riesgo.
Las lesiones de pezuña pueden ser divididas en sobrecrecimientos, fisuras, línea blanca y lesiones del talón. Las lesiones se pueden clasificar en ligeras, moderadas y severas. Las lesiones moderadas han demostrado en necropsias que afectan al tejido laminar y hueso (IMAGEN 2). Evaluar la situación en granja de forma regular y comparar es un buen método para hacer frente a unas pérdidas que son muchas veces invisibles pero relevantes. El coste de oportunidad de perder una cerda antes de su mejor fase productiva es muy elevado de forma directa por el valor residual del animal y indirecta por la eficiencia de la progenie.
¿Hay espacio para el recorte funcional en cerdas? El investigador estadounidense, A. Dedecker, hizo un estudio entre julio del 2013 y noviembre del 2015 con el objetivo de determinar si el recorte de pezuñas tenia efectos en los parámetros productivos. Utilizó un potro especial para cerdas, pero el recorte funcional también se puede hacer con la cerda en decúbito lateral especialmente los días después del parto. Este estudio encontró a partir del tercer parto después del recorte efectos positivos, estadísticamente significativos, en el número de nacidos vivos +0.3.
El retorno sobre inversión contabilizando la amortización del potro especial y la mano de obra fue de 5 a 1.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Cojeras y lesiones de pezuña son dos parámetros distintos pero complementarios. Ambos deben merecer planes para identificar y minimizar las situaciones de riesgo. Varios estudios (Lisgara et al, 2016; Varagka et al, 2016; Hartnett P. et al, 2020), han demostrado que minerales en forma de complejo orgánico de quelato de aminoácido hidrato, solubles, indisociables ante el pH estomacal y con absorción diferencial (Sauer et al., 2017) reducen de manera significativa las lesiones podales.
Los temas de bienestar están en el orden del día y en avicultura la podo dermatitis plantar ya tiene impacto en las densidades permitidas mientras en vacuno de leche en el Reino Unido ya hay un sistema que clasifica las granjas por estatus de animales cojos.
- Garantizar una fase de recría sin errores de manejo.
- Garantizar que los piensos son los adecuados y utilizar ingredientes que garanticen una buena estructura ósea, cartilagínea y del casco.
- Identificar cerdas cojas antes del parto.
- Evaluar regularmente las cerdas en cuanto a las lesiones de pezuña (IMAGEN 2).
- Hacer recortes de sobrecrecimientos en la fase post parto sobre todo en cerdas jóvenes.
- Monitorizar de forma regular e implementar planes de mejora.
Las referencias están disponibles previa solicitud.
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