Los buenos resultados de las cerdas requieren el desarrollo de nulíparas robustas

Dr. Stefan Langer, director de desarrollo de negocio, Porcino, Zinpro Corporation

La rentabilidad de la cría de cerdos depende de la adopción de prácticas de manejo adecuadas y de la buena salud de los animales. Y esto es especialmente cierto cuando se trata de nulíparas y cerdas reproductoras hiperprolíficas. Si bien es preciso incorporar nuevos animales jóvenes (nulíparas de reposición) para sustituir a las cerdas más viejas (menos o en absoluto productivas), la compra de nulíparas de genética moderna puede resultar bastante cara. Incorporar demasiadas nulíparas a la vez no solo resulta caro, sino que además reducirá el rendimiento reproductivo de la explotación como consecuencia de un aumento de los días no productivos (hasta un 30 %).

El rendimiento óptimo de las cerdas no se alcanza de inmediato

Las pérdidas de producción relacionadas con un manejo ineficiente o desequilibrado de las cerdas nulíparas resultan del hecho de que estas tienen un número menor de lechones, y que estos presentan además un menor peso al nacer y una menor tasa de crecimiento que en el caso de las cerdas multíparas. Esto puede traducirse en pérdidas de producción a lo largo de todo el periodo de crecimiento de los lechones, hasta el periodo de engorde. Se estima en general que las cerdas empiezan a ser rentables a partir de su segundo o tercer parto, y para alcanzar la máxima tasa de crecimiento de la camada (y de producción de leche) hacen falta incluso cuatro partos. Por lo tanto, para alcanzar el máximo rendimiento de una explotación de cerdas, la mayoría de las cerdas de una explotación deberían estar entre el tercer parto y el sexto. En la práctica, esto significa una tasa de reposición del 18-20 % por ciclo de cría.

Las cerdas jóvenes, o incluso las nulíparas, a menudo se sacrifican demasiado pronto debido a problemas reproductivos o de patas y pezuñas. Estos problemas están relacionados con la tasa de crecimiento, el peso corporal y la edad en el momento de su primera cubrición. Esto no solo supone una pérdida económica, sino que también resulta inaceptable desde el punto de vista del bienestar animal.

Atención a la fortaleza y la condición corporal

La condición corporal y el espesor de grasa dorsal son parámetros importantes en el manejo de las cerdas y las nulíparas. Sin embargo, las nulíparas de genética moderna son más delgadas y comienzan el periodo de cría con menos reservas corporales. En el pasado, las nulíparas solían tener un espesor de grasa dorsal de entre 18 y 20 mm en el momento de la cría, mientras que las líneas genéticas actuales en ocasiones no alcanzan ni los 12 mm. En la práctica, los programas suelen tener como objetivo que las nulíparas (preparadas para la reproducción) tengan entre 140 y 160 kg de peso corporal en torno a las 32-36 semanas de edad, con una grasa dorsal de al menos 12 mm (en P2). Esto implica una ganancia diaria de 600-650 g desde el nacimiento hasta el momento de la cría.

Al mismo tiempo, no debe descuidarse el desarrollo óseo, articular y cartilaginoso de patas y pezuñas, que deben soportar el peso de la cerda. Problemas como la osteocondrosis (enfermedad de las articulaciones), las lesiones en las pezuñas y las cojeras pueden aumentar la tasa de sacrificio de nulíparas y cerdas antes de que alcancen su máximo rendimiento reproductivo. Además, estos problemas pueden agravarse cuando el peso corporal aumenta en combinación con unas condiciones de alojamiento adversas, como hacinamiento, suelos húmedos y resbaladizos, así como factores nutricionales e inflamación. Una gran pérdida de peso corporal y de grasa dorsal en una fase posterior (durante la primera lactación) puede aumentar todavía más los problemas.

Efecto positivo de la suplementación con minerales

El zinc, el cobre y el manganeso son esenciales para numerosas funciones, como la inmunidad, la reproducción y la integridad de las pezuñas. La empresa de nutrición animal Zinpro^® ha desarrollado Zinpro^® Availa^® Sow, un ingrediente nutricional para piensos porcinos que contiene una combinación de zinc orgánico a 50 ppm, manganeso a 20 ppm y cobre a 10 ppm. Estos oligoelementos se presentan en una forma orgánica con una elevada disponibilidad fisiológica en el que un exclusivo mecanismo de acción a nivel metabólico y de absorción, permite que el animal absorba una mayor cantidad de minerales y obtenga todos sus beneficios.

En un estudio realizado por el instituto de investigación Teagasc en Irlanda, con nulíparas en crecimiento se demostró que la suplementación con oligoelementos orgánicos durante la fase de desarrollo de las nulíparas puede reducir la erosión y el sobrecrecimiento del talón, aumentar la densidad ósea de las articulaciones de húmero, cúbito y radio (la figura 1 muestra los resultados de la densidad de masa ósea en las extremidades anteriores) y reducir la incidencia de lesiones en el cartílago (un posible origen de la osteocondrosis) en el grupo de solo hembras.

Figura 1 – La suplementación con minerales mejoró la densidad de masa ósea (DMO) en las cerdas.

Las letras mayúsculas indican diferencias significativas (P <0,001) entre el grupo de control y el que recibió el suplemento. Las letras minúsculas indican diferencias entre las nulíparas mantenidas en grupos de solo hembras y las mantenidas en grupos mixtos.

Al examinar el efecto sobre las alteraciones reales del cartílago y la prevalencia de lesiones de osteocondrosis (OCD), se observa que la suplementación mineral con oligoelementos orgánicos redujo estos problemas en las nulíparas. En el estudio, 51 animales formaron el grupo de control, que recibió dieta básica de acabado, mientras que otros 50 animales recibieron la misma dieta del grupo de control, pero suplementada con oligoelementos orgánicos. Se observó que las nulíparas del grupo que recibió la suplementación tendían a presentar un menor número de lesiones de OCD (11 nulíparas con OCD) en comparación con el grupo de control (16 nulíparas con OCD). También fue menor el número de áreas afectadas (Figura 2).

Figura 2 - En las nulíparas que recibieron oligoelementos orgánicos en su dieta se observó un menor número total de lesiones de OCD en comparación con el grupo control, así como una reducción en el número de áreas articulares afectadas.

P = 0,09

A partir de los datos recogidos de varios miles de cerdas, la investigación realizada por Zinpro muestra que la administración de oligoelementos orgánicos a las nulíparas en desarrollo puede reducir la tasa de sacrificio de cerdas nulíparas y primíparas (Figura 3). En el estudio se demostró que la suplementación con oligoelementos orgánicos reducía la tasa de sacrificio por debajo del 8 % en el caso de las cerdas nulíparas y por debajo del 20 % en el de las primíparas, lo que significa que se necesita un 30 % menos de nulíparas de reposición. Esto no supone solo una ganancia económica, sino que también se traducirá en un mayor número de lechones nacidos y destetados, que además serán de mayor tamaño, una menor mortalidad y mejores tasas de crecimiento durante todo el periodo de crecimiento.

Figura 3 - Efectos de los oligoelementos en la tasa de sacrificios de cerdas nulíparas y primíparas.

Conclusión

Con las líneas genéticas actuales, los elevados costes de producción y la voluntad del sector porcino de mejorar la salud general y el bienestar de las cerdas, es importante asegurarse de que los animales estén sanos y robustos con especial enfoque en las nulíparas. Los oligoelementos adecuados, suministrados en la forma correcta, pueden aportar grandes beneficios y ayudar a conseguir nulíparas robustas, que son la base de una cerda sana y rentable. Como se expone en este artículo, la amplia investigación realizada sobre los oligoelementos orgánicos proporciona a los nutricionistas una herramienta eficaz para reducir los problemas óseos, de pezuñas y de patas, y elevar el rendimiento reproductivo, la longevidad y el rendimiento de las cerdas a lo largo de toda su vida.

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