Endocrinología microbiana: estrategias para mejorar la salud animal
En este artículo introduciremos varios conceptos que, en última instancia, nos ayudarán a unir las piezas faltantes en los próximos artículos para ver cómo podemos influir en el microbioma para actuar en nuestro beneficio y mejorar el bienestar, la salud y la producción.
Estrés
El estrés es un aspecto inevitable de la producción porcina, ya sea debido al transporte, alojamiento, factores sociales o ambientales, ya que está presente en cada etapa. Podemos usarlo como un punto focal en la investigación del microbioma, ya que su impacto en el microbioma puede tener consecuencias de gran alcance. El microbioma puede usarse para mejorar el bienestar animal, la salud y la productividad. Al hacer esto, utilizaremos la endocrinología microbiana para mejorar la salud animal.
Endocrinología microbiana
Antes de comenzar, presentemos un concepto interesante, la endocrinología microbiana. La endocrinología microbiana es la intersección de la microbiología y la neurobiología, proporcionando una comprensión evolutiva de cómo los huéspedes y los microbios se comunican a través de neuroquímicos relacionados con el estrés. Mediarán la interacción del estrés y la nutrición en la influencia de enfermedades, comportamiento y otros aspectos de la fisiología cruciales para tener animales sanos. La endocrinología microbiana puede centrarse en el tracto gastrointestinal, pero debido a que existe una comprensión evolutiva de cómo los neuroquímicos median la interacción huésped-microbioma, no se limita al intestino, podemos aplicarlo a otros sistemas como el tracto respiratorio.
Neuroquímicos:
Los neuroquímicos son una gran clase de compuestos que pueden tener diferentes acciones. Como estamos hablando de neuroquímicos relacionados con el estrés, podemos centrarnos en los neuroquímicos monoaminas de lucha o huida, como la norepinefrina, la epinefrina, la dopamina, la serotonina, entre otros. Algo interesante es que la dopamina en los cerdos (y otras especies), por ejemplo, es estructuralmente idéntica a la dopamina que se encuentra en plantas y bacterias. Por lo tanto, los neuroquímicos son mensajeros interreinos del estrés.
¿Cómo están relacionados?
El estrés altera la producción de neuroquímicos del huésped, como la norepinefrina y la serotonina, lo que influye en las poblaciones microbianas y su comportamiento. Mitigar el estrés a través del enriquecimiento ambiental, el manejo optimizado y las intervenciones dietéticas puede ayudar a mantener la estabilidad microbiana. Los aditivos alimentarios, como prebióticos y probióticos, han surgido como herramientas efectivas para contrarrestar la disbiosis inducida por el estrés. Por ejemplo, suplementar las dietas/animales con cepas bacterianas específicas ha demostrado mejorar la función de la barrera intestinal y reducir la carga de patógenos en condiciones de estrés.
Por último, pero no menos importante, podríamos pensar en el estrés como una expresión de miedo, incomodidad ambiental, transporte, destete u otras etapas de producción, pero no son las únicas fuentes. Una fuente "oculta" de neuroquímicos son las plantas, ya que producen las mismas moléculas exactas, por lo tanto, si están bajo estrés y hay más neuroquímicos disponibles en el alimento, habrá una interacción con el microbioma animal.
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