El ministro francés de Agricultura y Alimentación, Julien Denormandie, se reunió con los representantes del sector de aceites y proteínas vegetales y de los sectores ganaderos donde se presentó una carta de compromiso que prevé un aumento del 40% de la producción de oleaginosas y proteaginosas durante los próximos tres años gracias a la financiación del plan France Relance.
Francia no es suficientemente autónoma en su producción de proteínas vegetales, ya sea para consumo animal o humano. De hecho, Francia solo produce la mitad de las materias primas ricas en proteínas necesarias para la alimentación animal (soja, colza o girasol, etc.).
Por tanto, se trata ante todo de una cuestión de soberanía agravada por la dependencia de los mercados mundiales y de las importaciones, en particular de proteínas vegetales procedentes de sudamérica como la soja.
También se trata de desafío ambiental. Las importaciones de soja de terceros países pueden ser responsables de deforestación, degradación forestal y la destrucción de ecosistemas naturales en algunos países productores. El desarrollo de leguminosas en Francia permitirá limitar el uso de estas importaciones y, por tanto, tendrá efectos beneficiosos para el medio ambiente. Al mismo tiempo, el cultivo de leguminosas promueve la biodiversidad del campo francés. Dado que las leguminosas tienen la capacidad de fijar nitrógeno del aire y transformarlo en nitrógeno que las plantas pueden utilizar directamente, reducen la necesidad de fertilizantes nitrogenados.
Finalmente, el desarrollo de proteínas vegetales proporcionará una salida adicional para los agricultores, al permitirles responder a nuevos segmentos del mercado, reducir sus importaciones de insumos y reducir su exposición a las fluctuaciones en los precios mundiales de la soja.
Debido a que los desafíos son inmensos, han sido necesarios más de 10 años para construir la estrategia para las proteínas vegetales francesas. Para poner en marcha el proyecto, ya se ha iniciado y financiado a través del plan France Relance un plan basado en 3 prioridades durante dos años para:
- Reducir la dependencia de las importaciones de materias primas ricas en proteínas, en particular, soja importada de terceros países;
- Mejorar la autonomía alimentaria de las explotaciones ganaderas, a escala de explotaciones, territorios y sectores;
- Desarrollar una gama de productos locales en cuanto a leguminosas (lentejas, garbanzos, frijoles, habas, etc.)
Para iniciar el despliegue de este plan bienal, se pondrán en marcha unos recursos económicos inéditos, que se iniciarán con el plan France Relance por valor de 100 millones de euros, a los que se suman las inversiones de PIA4 y Bpifrance.
Actualmente, cerca de 1 millón de hectáreas están sembradas con especies ricas en proteínas vegetales (soja, guisantes, legumbres, alfalfa, leguminosas forrajeras, etc.). Las superficies sembradas con estas especies aumentarán en un 40%, o + 400.000 ha.
En menos de 10 años (2030), las áreas se duplicarán para llegar al 8% de la superficie agrícola útil, o 2 millones de hectáreas.
2 de diciembre de 2020/ Ministère de l'Agriculture et de l'Alimentation/ Francia.
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