El índice de precios de la carne de la FAO* se situó en un promedio de 163,6 puntos en febrero, poco más que en enero (1,2 puntos o un 0,7 %), si bien todavía un 4 % por debajo del nivel alcanzado en el mismo mes del año pasado.
En febrero aumentaron los precios de las carnes de bovino y porcino, sustentados por la solidez de la demanda de importaciones unida a las escasas disponibilidades exportables de carne de bovino, especialmente en Nueva Zelandia, y de carne de porcino en la Unión Europea. Sin embargo, los precios de la carne de aves de corral bajaron debido principalmente al ritmo más lento de las ventas al exterior, al tiempo que disminuyeron asimismo los precios de la carne de ovino a causa de los abundantes suministros para la exportación en Nueva Zelandia.
El índice de precios de los cereales de la FAO se situó en un promedio de casi 169 puntos en febrero, lo cual representa un ligero aumento desde enero y cerca de 8 puntos (un 4,7 %) más que en febrero de 2018. Entre los cereales principales, los precios del maíz fueron los que más subieron, como resultado del aumento de las cotizaciones para la exportación en los Estados Unidos de América principalmente debido a la preocupación acerca de perturbaciones del transporte. Sin embargo, los precios del trigo, que habían comenzado el mes en una posición más firme debido fundamentalmente a la inquietud con respecto a la oferta, disminuyeron a causa de una considerable presión a la baja por la ralentización de las adquisiciones. El índice de precios del arroz de la FAO se mantuvo estable, ya que la escasa demanda provocó un descenso de las cotizaciones del arroz índica que contrarrestó los constantes aumentos registrados en el mercado de arroz japónica como consecuencia de la reactivación del comercio.
Jueves, 7 de marzo de 2019/ FAO.
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