De acuerdo con la Asociación Nacional de Productores Porcino de los Estados Unidos (NPPC), los cierres y la ralentización de las plantas procesadoras de carne debido a la presencia de COVID-19 entre los empelados ha provocado la disminución de casi un 40% de la capacidad de sacrificio desde el 6 de mayo. Para la semana del 2 de mayo las plantas procesadoras inspeccionadas por el USDA sacrificaron 1,55 millones de cerdos mientras que para la misma semana del año anterior el número de sacrificios fue de 2,36 millones de cerdos y las previsiones para este año eran de superar los 2,4 millones de cabezas.
Bajo los niveles de capacidad actuales, cada día más de 170.000 cerdos a peso de sacrificio no pueden procesarse. Estos cerdos permanecerán en las granjas durante mayor tiempo, alcanzando pesos inaceptables por parte de las plantas de procesamiento. Se estima que entre finales de abril y hasta mediados de septiembre será necesario practicar la eutanasia a más de 10 millones de cerdos, lo que resultará en una grave carga emocional y financiera para los productores porcinos.
2 de mayo de 2020/ NPPC/ Estados Unidos.
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