Densidad energética en dietas de cerdos de engorde

Steve Dritz
07-ago-2006 (hace 18 años 4 meses 15 días)

Ingredientes disponibles
Desde un punto de vista práctico de campo, el primer factor que dicta la densidad energética de la dieta es la selección de los ingredientes disponibles en la fábrica de pienso. Por ejemplo, un ganadero que coseche cereales para su autoconsumo en el molino de la explotación, y no tenga capacidad de adicionar grasa, tendrá un pienso cuya densidad energética estará determinada por los niveles que aporte su dieta basada en cereales como fuente de proteína. Por lo contrario, un productor que tenga acceso a ingredientes alternativos de bajo coste y pueda agregar grasa, deberá realizar un análisis detallado de las distintas fuentes de energía disponibles.

Fabricación del pienso
Un segundo factor a tener en cuanta es la tecnología de fabricación y expedición disponibles. ¿Cuál es la homogeneidad del tamaño de partícula? ¿Qué tipo de molturación se realiza? Investigaciones recientes de nuestro grupo indican que la fluidez de un pienso a base de maíz disminuye a medida que se incrementa la densidad energética con la adición de grasa (figura 1). La capacidad fluir del pienso se determinó a partir del ángulo de reposo. Un ángulo de reposo más alto indica una peor fluidez del pienso. También observamos que con el molino de rodillos se obtenía una harina más fluida que con el molino de martillos.

Los ángulos de los conos de los silos, y las condiciones y diámetros de los sistemas de distribución del pienso, son factores que también pueden tener un impacto sobre problemas de fluidez debidos a la adición de grasa o a piensos de baja densidad que incluyan ingredientes fibrosos. Por lo tanto, desde un punto de vista práctico estos factores pueden suponer restricciones en el nivel de inclusión de ciertos ingredientes, influyendo en la densidad energética de la dieta.

Figura 1. Interacción entre el tamaño de partícula, el tipo de molienda y el nivel de grasa.
Groesbeck et al., 2003
Figura 2. Influencia del nivel de suplementación de grasa sobre la producción de cerdo (36-64 kg)


Cálculo de los valores de crecimiento medio diario

El siguiente paso del proceso incluye valorar el impacto sobre la ganancia media diaria (GMD) de usar determinados ingredientes. Debido a la importancia del consumo de energía sobre la GMD y el peso de sacrificio, a menudo las dietas de la alta energía pueden aumentar el margen sobre el precio del pienso, y por tanto el beneficio neto, aun no siendo la opción más barata por kg de ganancia de peso. Esto es particularmente aplicable en los animales jóvenes hasta cerca de 60 kg de peso vivo, pero también puede aplicarse a cerdos de acabado en condiciones de campo (p.e. alta densidad, estrés térmico moderado). Este fenómeno se denomina fase del crecimiento dependiente de la energía. Así, cerdos que consumen la misma cantidad de pienso, pero con una densidad energética más elevada, consumen una mayor cantidad de calorías, que estarán disponibles para un mayor crecimiento. Esto se ilustra en los datos de De La Llata et al. (2001) donde no se observó ningún impacto sobre el consumo al aumentar la densidad energética de una dieta basada en maíz-soja mediante la adición de grasa (0-6%) (figura 2; 2,345 a 3,614 kcal EM/kg). Sin embargo, hubo una mejora lineal en la tasa de crecimiento al incrementar el nivel de grasa. Así, si el objetivo de producción es maximizar el GMD, la densidad energética del pienso para esta fase vendrá limitada por la cantidad de grasa que pueda añadirse sin causar problemas de fluidez.

En las últimas fases de crecimiento, el aumento de densidad energética conlleva una reducción de la ingesta, dando como resultado un consumo similar de calorías por día, por lo que no hay ningún efecto sobre el crecimiento al variar las concentraciones de energía (figura 3).

Figura 3. Influencia del nivel de suplementación de grasa sobre la producción de cerdo (95-120 kg)


La transición de la fase de crecimiento dependiente de la energía a la no dependiente, se verá condicionada por los factores ambientales que influyan sobre el consumo. Por ejemplo, hemos realizado recientemente un análisis retrospectivo de 26 experimentos de densidad energética de la dienta, comparando lo realizados en nuestro centro de investigación universitario con los realizados en condiciones comerciales de campo (figura 4). El consumo de pienso es hasta un 30% inferior en condiciones de campo. Obsérvese también que el aplanamiento de la curva de consumo se produce a 90 kg de peso en condiciones de campo, y sin embargo continúa aumentando en los ensayos universitarios.

Figura 4. Influencia de la ubicación del ensayo en el consumo medio diario.


Esto indica que en los ensayos universitarios, debido a que los cerdos crecen más, el paso a una fase menos dependiente de la energía se produce a un peso corporal inferior. Por lo tanto, la mejora del crecimiento debida al incremento de la densidad energética de la dieta por la adición de grasa disminuye al aumentar el peso corporal en condiciones de universidad. Sin embargo, en los datos de campo donde el consumo de alimento no aumenta tan rápido con el incremento de peso, la disminución en la respuesta es menor. Las implicaciones prácticas de estos datos son que, para granjas con altos consumos de alimento, el valor de aumentar la GMD mediante la densidad energética de la dieta es menor y que el fin de la fase de crecimiento dependiente de energía ocurre a un peso corporal inferior.

Resumen

La formulación práctica de piensos no sólo debe tener en consideración la respuesta de los cerdos al aumento energético de la dieta. Los ingredientes disponibles, la capacidad tecnológica de las fábricas de pienso, y el valor económico del aumento del crecimiento diario, también tienen un impacto en la determinación del nivel de energía más rentable.