Introducción
Entendemos por oligosacáridos a las cadenas de menos de 10 unidades de
azúcares unidas por enlaces glucosídicos. Muchos de ellos son
digeridos por las enzimas endógenas de los mamíferos, pero también
existe una gran variedad de oligosacáridos indigestibles, los cuales
pueden encontrarse de forma natural en las materias primas o incluirse como
aditivos para la alimentación animal.
Inicialmente puede considerarse a estos oligosacáridos como factores antinutritivos,
por ser indigestibles y acumularse en el tracto gastrointestinal pudiendo causar
diarreas osmóticas y problemas de flatulencia por su rápida fermentación.
Sin embargo, en los últimos años ha crecido el interés por
su potencial efecto beneficioso sobre la salud intestinal y la inmunecompetencia
del animal:
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• Directamente, como receptor
análogo que inhibe la adhesión a la superficie de la pared
intestinal de virus, bacterias o toxinas bacterianas
• Indirectamente, como sustrato trófico específico
(Prebiótico), potenciando determinadas poblaciones bacterias deseables,
y excluyendo los patógenos. |
Así mismo, la acción de los oligosacáridos se limita al periodo
durante el cual son suministrados, desapareciendo los efectos beneficiosos tras
finalizar la suplementación.
En la bibliografía se encuentran numerosos estudios con diferentes tipos
de oligosacáridos, tanto en humanos y como animales. Actualmente, en el
mercado español para alimentación animal, los más relevantes
son los fructooligosacáridos (FOS) y los mananololigosacáridos (MOS),
teniendo los primeros un mecanismo de acción principalmente trófico
y los segundos de receptor análogo de patógenos.
Fructooligosacáridos (FOS) – oligosacáridos tróficos
Los FOS son cadenas cortas y medianas de unidades de β-D fructanos unidos
mediante enlaces β 1-2, según el grado de polimerización de
la cadena se diferencia entre la oligofructosa (<9 y media de 4,8) y la inulina
(<60 y media de 12).
Numerosos estudios (humanos y animales) han demostrado la indegestibilidad de
estos compuestos por los enzimas endógenos de los mamíferos (recuperación
ileal del 86-89%), llegando a intestino grueso donde promueven el crecimiento
de las bifidobacterias (sustrato trófico hidrolizado por la enzima ß-frutosidasa
específica) a expensas de otras bacterias como bacteroides, clostridia
y coliformes.
Asimismo altas dosis de inulina se han mostrado efectivas en la reducción
de la producción de escatol a partir de la fermentación del triptófano.
Mananooligosacáridos (MOS) – receptor análogo de patógenos
La pared celular de las levaduras contiene carbohidratos y proteínas en
estructuras de cadena o ramificadas que contienen glucosa, manosa y N-acetilglucosamina.
Los MOS provenientes de la hidrólisis de la pared celular de las levaduras
actúan como receptores análogos a la superficie intestinal, compitiendo
con una alta afinidad para los enclaves de unión específicos de
ciertas bacterias (principalmente cepas patógenas gram- como
E.coli
y
Salmonella).
Por tanto, impedirán su adhesión al epitelio intestinal, desplazándolas
a lo largo del tracto gastrointestinal sin colonizarlo. Sin embargo, los MOS
no tendrán un efecto directo sobre otras poblaciones bacterianas deseables
ni sobre las fermentaciones (ácido láctico, AGV y pH).
Oligosacáridos propios de las materias primas
Existen materias primas utilizables en la formulación de piensos que contienen
ciertos oligosacáridos en su composición. Sus posibles efectos beneficiosos
dependerán del tipo y cantidad suministrado, siendo muchas veces difícil
de tipificar con precisión. A continuación se detallan algunas:
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•
Raíz de achicoria: los FOS se encuentran de forma natural
en muchas plantas tanto monocotiledonias como dicotiledonias, siendo especialmente
rica la raíz de achicoria de la cual se extraen los productos comerciales.
• Productos lácteos: la leche de los mamiferos
es rica en oligosacáridos complejos con efectos prebióticos
y de receptores análogos de los patógenos. Existen diferencias
entro los diferentes mamíferos domésticos en cuanto a tipos
y concentración, siendo superior en el calostro y disminuyendo
a lo largo de la lactación.
• Leguminosas: son ricas en alfagalactósidos
(rafinosa, estaquiosa y verbescosa), con niveles analíticos del
5-8%. Generalmente se considera a estos compuestos antinutritivos, relacionándolos
con problemas de flatulencia y menor digestibilidad de los nutrientes,
pero hay estudios que muestran efectos prebióticos beneficiosos
de su suplementación.
• Levaduras: los MOS se extraen de la pared celular
de las levaduras, por tanto el suministro de levaduras enteras puede tener
efectos equiparables, a parte de ser un aporte de otros nutrientes propios
de las levaduras o del medio de cultivo. |
Conclusiones
El término oligosacáridos incluye una gran variedad de compuestos,
digestibles e indigestibles, beneficiosos o perjudiciales.
Ciertos oligosacáridos indigestibles pueden tener efectos beneficiosos
sobre la salud intestinal del animal actuando directamente como receptores análogos
de ciertas bacterias patógenas o como sustrato trófico específico
de ciertas bacterias deseables (prebiótico). Asimismo por sus mecanismos
de acción sobre la microbiota y fermentaciones intestinales, pueden tener
otros efectos interesantes para el animal.
Los oligosacáridos pueden aportarse a la dieta como aditivos o a través
de ciertas materias primas, pudiendo ser distinta la respuesta obtenida según
el tipo y cantidad.