Protección frente a un desafío letal con el VPPA mediante la inmunización con 3 de sus antígenos

Pérez‐Martín E, Nofrarías M, Gallardo C, Accensi F, Lacasta A, Mora M, Ballester M, Galindo‐Cardiel I, López‐Soria S, Escribano JM, Reche PA, Rodríguez F. DNA Vaccination Partially Protects against African Swine Fever Virus Lethal Challenge in the Absence of Antibodies. PLoS One. 2012;7(9):e40942. doi: 10.1371/journal.pone.0040942.
CReSA-Nota de prensa/ España.
http://www.cresa.cat/

14-dic-2012 (hace 12 años 8 días)

Investigadores del Centre de Recerca en Sanitat Animal (CReSA, España) han demostrado que es posible proteger a los cerdos frente al virus de la peste porcina africana.

La continua circulación del virus causante de esta enfermedad (VPPA) en el continente africano provocó la reentrada del virus en Europa a través de la República de Georgia en el año 2007. Desde entonces, el virus se ha expandido a países cercanos, incluyendo Rusia, donde la situación permanece sin controlar hasta el momento actual.

La ausencia de una vacuna eficaz frente al VPPA dificulta aún más el control de la enfermedad. Así pues, resulta totalmente necesario obtener una vacuna eficaz y segura frente a la PPA. Sin embargo, los últimos resultados del grupo de investigación del CReSA demuestran claramente la posibilidad de proteger frente a un desafío letal con el VPPA mediante la inmunización con 3 de sus antígenos. Además, han confirmado la importancia de la respuesta celular T‐CD8+ (un tipo de linfocitos implicado principalmente en el reconocimiento y destrucción de las células infectadas) en la protección frente a este patógeno.

Durante el estudio se ha podido demostrar que la vacunación con ADN (en forma de plásmidos que expresan los 3 antígenos del virus, en este caso pCMV-UbsHAPQ, que codifica los 3 determinantes virales sHA, p54 y p30) permite retrasar la muerte de los animales y proteger a una proporción de los cerdos (33%). Para conseguir este grado de protección resultó totalmente imprescindible optimizar la presentación de los antígenos vacunales a los linfocitos T‐CD8+. De hecho, la protección conferida se correlaciona con la presencia de una gran cantidad de células T‐CD8+ en la sangre de los animales supervivientes, sin que los anticuerpos parezcan haber jugado un papel en la misma.

Actualmente, este grupo de investigación se encuentra en proceso de caracterizar nuevos antígenos virales (de entre los más de 150 restantes) con capacidad para inducir respuestas T‐CD8 protectivas.