La clasificación y agrupamiento de cerdos según su peso es una técnica de manejo habitual que se cree que minimiza la variabilidad en los pesos finales de los cerdos y, por consiguiente, logra ajustarse mejor a las especificaciones de peso del matadero. Los cerdos se reagrupan normalmente varias veces durante el ciclo productivo (destete, llegada al cebo y, posiblemente, una vez más, después de un primer envío a matadero). No se han detectado reducciones en la ganancia de peso como consecuencia del reagrupamiento o, en todo caso, sólo se han evidenciado cuando se añaden otros factores de estrés como la limitación de la alimentación, el aumento de la densidad o temperaturas elevadas. Los resultados de los estudios de clasificación en grupos uniformes en cuanto a peso vivo no han sido concluyentes. Uno de los primeros estudios, realizado en Gran Bretaña utilizó grupos de cerdos que inicialmente tenían un peso promedio idéntico pero con variación alta o baja en los pesos individuales. La uniformidad en los pesos se perdió al final del estudio. Asimismo, una investigación canadiense llegó a la conclusión de que no era necesario clasificar los cerdos por peso, porque la productividad no resultaba afectada negativamente por la variación de peso dentro de corralina. Sin embargo, un informe de los Países Bajos indicó que el rendimiento del engorde era mejor cuando los pesos iniciales dentro de corralina eran uniformes que cuando había una elevada variabilidad en los pesos. Una revisión bibliográfica del Dr. H. Gonyou concluyó que no era posible determinar qué efecto podría tener la variación en el peso dentro de un grupo concreto de cerdos de cebo.
Por lo tanto, hemos realizado dos estudios para investigar los efectos de la variación de peso inicial dentro de corralina sobre el rendimiento en el engorde y sobre la variación de peso en cerdos de transición y de cebo.
Procedimiento
Este estudio se realizó en una explotación comercial de cebo. Se utilizaron en total 72 corralinas de cerdos con 21 ó 30 cerdos por corralina. Sólo se tomaron datos de crecimiento y no se midió la ingesta de pienso. Se utilizó una pauta normal de alimentación en transición. Todos los cerdos recibieron las mismas cantidades de sus dietas respectivas, independientemente de la categoría de peso inicial. Los cerdos fueron destetados con una edad no inferior a los 16 días y se distribuyeron en grupos de cerdos ligeros, medios y pesados. Se formaron grupos sin clasificar mezclando 1/3 de cerdos de una corralina de peso ligero, 1/3 de uno de peso medio y 1/3 de uno de peso pesado en el momento del destete. Un segundo objetivo de este experimento era evaluar la densidad de los animales (21 frente a 30 cerdos por corralina) y ver si los cerdos hacinados o no hacinados respondían de forma diferente a la clasificación o a la mezcla. Se midió el crecimiento desde el día 0 al 53 después del destete. Las densidades experimentales fueron:
21 cerdos por corralina = 0,25 m2 por cerdo
30 cerdos por corralina = 0,175 m2 por cerdo
Se consideraron retiradas los cerdos que murieron, los que fueron eliminados por el encargado, o fueron retirados durante la prueba por otros motivos. La ganancia por corralina se definió como el peso total de la corralina al final del estudio menos el peso de la corralina al comienzo del mismo, incluyendo el peso de los cerdos eliminados, pero sin incluir ninguna ganancia de peso de los retirados.
El estudio se analizó en un diseño factorial siendo los efectos principales las categorías de peso al destete y la densidad.
Resultados y discusión
No hubo interacción entre las categorías de peso iniciales y la densidad en ninguno de los criterios de respuesta. Esto significa que el crecimiento o las tasas de retirada no eran distintos para las diferentes categorías de peso ni los cerdos ligeros o pesados tenían distintos rendimientos según la densidad. Por lo tanto, las gráficas se presentan como medias del efecto principal, bien de las categorías de peso o de la densidad.
Tal como se esperaba, los cerdos de las corralinas de 21 cerdos fueron más pesados (1,2 a 2,0 kg) que los de las corralinas de 30 cerdos. También como se esperaba, los alojados a razón de 21 cerdos por corralina dieron lugar a menos retiradas y eliminados en comparación con los alojados a razón de 30 cerdos por corralina (3,4 frente a 5,4%).
Clasificación por peso al destete
Como era de esperar, los cerdos de peso ligero, medio y pesado tuvieron rankings similares al final de la fase de transición (figura 1) estando los no clasificados en un valor intermedio entre los cerdos clasificados con peso medio y pesado. De hecho, los cerdos no clasificados fueron como promedio 0,70 kg más pesados a la salida de la explotación de transición que el promedio de las categorías ligera, media y pesada.
Figura 1. Medias de peso final según categorías de peso
Las medias con distintos superíndices son significativamente diferentes. Media de ligeros, medios y pesados = 27,1 kg
Figura 2. Medias de peso final según densidad
Aunque la correlación no fue significativa, parece ser que la ventaja de peso para los cerdos no clasificados fue mayor en la categoría de 21 cerdos/corralina que en la categoría de 30 cerdos/corralina (figura 2).
Los cerdos de las corralinas de 21 cerdos sin clasificar fueron significativamente más pesados (1,2 kg) que la media de las tres categorías clasificadas. Los cerdos de las categorías de 30 cerdos por corralina sin clasificar no fueron significativamente más pesados. Sin embargo no hubo ventaja de peso por clasificar según el peso inicial. Además, el porcentaje de retiradas + eliminación fue parecido para las categorías clasificadas frente a la no clasificada (4,2 vs. 4,6%; figura 3).
Figura 3. Porcentajes de animales retirados y eliminados por categoría de peso
Considerando los resultados de este ensayo no había justificación para clasificar los cerdos por peso en el destete en la instalación de transición cuando los cerdos tienen, al menos, 16 días de edad. De hecho se podría indicar que la clasificación de los cerdos por peso en la fase de transición podría incluso tener algunas consecuencias negativas sobre la tasa de crecimiento.
Recomendaciones y procedimientos para llenar las salas
Cuando se trasladan cerdos destetados a una sala de cría:
Probablemente merece la pena el trabajo adicional de clasificar los cerdos por peso en el caso en que se esté:
Conclusiones
Estos datos indican que puede que no sea necesario clasificar los cerdos de manera uniforme por peso para obtener un máximo rendimiento en el engorde. La variabilidad final en los pesos individuales de los cerdos dentro de corralina no resulta afectada por la estrategia de clasificación. Por otra parte, la eliminación de las clasificaciones de los cerdos de transición al introducirlos en las salas puede mejorar el rendimiento (cantidad de carne de cerdo producida) dentro de un sistema de producción. Las únicas excepciones a esta estrategia de gestión se presentan cuando los cerdos están en clara desventaja (cojera, hernias, excepcionalmente pequeños para su edad) y/o si se desea planificar la alimentación de los cerdos con dietas diferentes según su peso inicial (es decir, si las corralinas de cerdos de peso ligero, medio y pesado van a tener diferentes regímenes alimenticios).