Control de PRRS

Scott A. Dee
03-may-2006 (hace 18 años 6 meses 15 días)

Se han llevado a cabo mucho esfuerzos para prevenir la infección de PRRS. Los intentos iniciales se basaron en el uso de estrategias que habían demostrado su efectividad en otras patologías porcinas, como el destete precoz segregado; sin embargo, los resultados no fueron los esperados. El componente principal del control de PRRSV es reducir la diseminación del virus dentro de la maternidad, previniendo así la infección de la camada antes del destete.

La presencia de subpoblaciones de cerdas expuestas y no expuestas en las maternidades donde PRRSV es endémico ayuda a mantener la circulación del virus a lo largo del tiempo. Por lo tanto, el manejo adecuado de la reposición es esencial para reducir/eliminar la formación de subpoblaciones y la diseminación del virus en la explotación.

Si es posible realizar una autoreposición, debería cerrarse la explotación durante 4-6 meses para estabilizar la población. Durante el cierre de la maternidad, no deben añadirse animales que no hayan tenido contacto con el virus a la explotación, de este modo desaparecerán las subpoblaciones negativas. Esta medida pretende cesar la recirculación del virus. Para acelerar la reducción de las subpoblaciones seronegativas, se pueden llevar a cabo procedimientos para exponer a las nulíparas de reposición al virus antes del cierre de la explotación de madres.

Si hay que introducir animales externos, debe realizarse una aclimatación que incluya la exposición y el aislamiento para que los nuevos animales sean inmunes y no excreten virus en el momento de entrar en la granja positiva. Se suele sugerir que la aclimatación tenga lugar en una construcción separada, diseñada específicamente para este propósito. Para facilitar la necesidad de un periodo de aclimatación más largo, se recomienda que se introduzcan grupos más grandes de animales jóvenes (cerdas recién destetadas), pero con menos frecuencia, a lo largo del año. El primer proceso de la aclimatación, la exposición, dura 1-2 meses, para asegurar que todos los animales desarrollan viremia y seroconvierten contra la cepa de PRRSV en cuestión. La exposición al virus puede realizarse de varios modos, incluyendo la mezcla con cerdas de desvieje o lechones de transición que hayan mostrado signos clínicos de PRRS, exposición oral con materiales como suero/homogenizados de tejidos de cerdas clínicamente enfermas, obtenidos de un brote agudo de PRRS en la explotación, inyección intramuscular de suero tomado de cerdas virémicas, o vacunación con productos comerciales. Un periodo de 2-3 meses tras la exposición permitirá a los animales expuestos recuperarse de la fase aguda del PRRS y desarrollar inmunidad contra PRRSV. De este modo los animales expuestos, una vez recuperados, es improbable que excreten virus cuando se introduzcan en la explotación.

Datos de producción de 2 explotaciones con diferentes estrategias de introducción de primerizas. La línea negra representa una granja que introdujo reposición que no había tenido nunca contacto con PRRSV, sin periodo de adaptación. En cambio la línea roja representa una granja que introdujo nulíparas de 25 kg, exponiéndolas a cepas de PRRSV específicas de la granja durante la última fase del engorde.

Vacunación

Las vacunas comerciales contra PRRSV pueden utilizarse como ayuda para reducir las consecuencias clínicas de la infección. Normalmente se encuentran disponibles tanto vacunas vivas modificadas, como muertas para ser administradas a madres y cerdos. Sin embargo la inmunidad no es completa contra todas las formas heterólogas de virus.

Ambos tipos tienen sus ventajas e inconvenientes.

Las muertas son seguras, especialmente en las cerdas gestantes, además es posible realizar autovacunas muertas. Sin embargo, las vacunas muertas requieren revacunaciones y no inducen la inmunidad celular, lo que es esencial para la protección contra PRRSV.

Las vivas modificadas se multiplican en el animal, por lo que sí inducen una respuesta mediada por células; sin embargo no son tan seguras como las muertas y pueden pasar de animales vacunados a no vacunados si se usan de modo incorrecto.

Es imprescindible un manejo adecuado de las vacunas en la granja, como mantenerlas refrigeradas, evitar su exposición a temperaturas extremas, utilizar una aguja adecuada para asegurar la deposición intramuscular del producto y controlar las fechas de caducidad.

Suero

Recientemente, en el medio-oeste de EEUU, ha ganado importancia la inoculación de sueros para el control de PRRS en cerdas y nulíparas. Este método consiste en la inyección intramuscular de toda la reposición y/o de todas las madres de la explotación, con suero de cerdos en la fase aguda de la infección (infectados con la cepa específica de la explotación). Este método asume que la protección de los cerdos infectados es completa tras la reexposición a la variante homóloga de PRRSV. Sin embargo, hay muy pocos estudios científicos que justifican la eficacia y la seguridad de este método.

Manejo

La técnica McRebel ha demostrado su eficacia para el control de PRRS a nivel de la sala de parto. Esta técnica consiste en varias estrategias para reducir el riesgo de diseminación del virus antes del destete. Algunas de estas estrategias consisten en evitar las adopciones tras las 24 h de vida, sacrificio humanitario de los cerdos infectados con PRRSV, manejo de las jeringas y realización de un todo dentro-todo fuera estricto dentro de la sala de partos. La aplicación de este protocolo ha demostrado mejorar el rendimiento post-destete de los lechones debido a la reducción de la transmisión horizontal antes del destete.

Conclusiones

Cada caso de PRRS requiere un cuidadoso estudio por parte del veterinario para determinar qué estrategias tendrán una mejor relación coste-beneficio. El uso de datos diagnósticos meticulosamente recogidos, en combinación con un conocimiento práctico de todas las estrategias disponibles, ha demostrado ser la clave del éxito en muchas ocasiones.