Miquel Collell. Marco i Collell. España
11-abr-2006 (hace 18 años 8 meses 13 días)Cuando el camión descarga el pienso en el silo, la mayoría de gente
que trabaja en una granja se despreocupa del mismo, normalmente se presta poca
atención a los riesgos que puede tener el almacenamiento y su posterior
distribución. Analizaremos lo que pasa en la alimentación en seco
ya que la alimentación en húmedo tiene asociada una problemática
diferente.
No nos detendremos en hacer un análisis de los riesgos concretos, sino
que analizaremos los puntos de riesgo intentando dar algunas pistas que nos ayuden
a minimizarlos.
Empezaremos haciendo un repaso del circuito que sigue nuestro pienso desde que
entra en nuestra granja hasta que llega a la boca del cerdo, para después
analizar los puntos críticos del mismo.
El pienso puede llegar por dos vías: a granel (entonces se deposita en
silos) o bien en sacos
Existiría una premisa básica: considerar que lo que repartimos es
“comida”. Con ello no queremos decir que se tendrían que seguir
los criterios de higiene que se siguen en una cocina, pero tampoco se tienen que
seguir los criterios de reparto de “cemento”.
Si bien los dos casos expuestos son diferentes, tienen algunos puntos comunes
al final del circuito de reparto (tolva, comedero, suelo) que trataremos al final
del artículo.
Reparto a granel
Enumeramos como puntos críticos en este circuito, el silo, el tornillo
sin fin y el dosificador.
El silo es probablemente, por el volumen que suele albergar,
uno de los puntos más críticos del circuito. Un silo es como una
nevera ¿verdad que no nos imaginamos una nevera que tuviera agujeros, o
que no la limpiáramos nunca?. Entre otros los elementos a controlar en
un silo son:
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Su
estanqueidad. No puede tener ningún tipo de fisuras ni
agujeros que permitan entrar el agua.
Cerrado de la tapa. Es muy frecuente dejar la tapa abierta
al descargar el pienso o bien al mirar su nivel, esto permitiría
la entrada de agua y favorecer la fermentación no deseada que puede
desembocar en aparición de contaminaciones.
Limpieza y desinfección del silo. Sería
necesaria hacerla por lo menos dos veces al año, la limpieza tendría
que ir acompañada de una desinfección (las pastillas de
formaldehído son muy útiles). Es muy poco frecuente ver
dos silos que puedan suministrar a una misma línea, pero sería
lo más conveniente.
Material de construcción del silo. Existen diferentes
materiales con los que se hacen los silos, entre los que respetan más
los principios de estanqueidad y limpieza destacaremos los de poliéster.
Los metálicos o los de obra son menos seguros a este nivel.
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El tornillo sin fin. Es el más complicado
de limpiar por su naturaleza, no obstante sería interesante realizar alguna
limpieza (en seco) por lo menos una vez al año. Cuidado con las limpiezas
en húmedo en épocas que sea difícil el secado!
El dosificador. Existen diferentes tipos de dosificador,
no obstante la mayoría son fácilmente desmontables y por lo tanto
limpiables. Al igual que el silo, un par de limpiezas y desinfecciones al año
serían aconsejables.
Reparto en sacos
El reparto en sacos es un sistema que normalmente se suele dar en piensos de los
cuales tenemos un bajo consumo. Además suelen ser piensos de primeras edades
que son más delicados ya que tienen componentes más perecederos.
Ante esta situación, la idea es no tener cantidades excesivas en el almacén
para tener siempre el pienso lo más fresco posible. Los puntos principales
en este caso son el almacén y la carretilla.
Respecto al
almacén, destacaremos:
Debe ser realmente un almacén y no un pasillo, o una corralina
o “cualquier” otro rincón de la granja. Esto quiere decir que
sea una habitación perfectamente cerrada, seca y con cierta ventilación
en la que podamos tener los sacos guardados
Los sacos no deben tener contacto con el suelo.
Debemos tener
control sobre el buen estado de los sacos (que
no se humedezcan o se vean degradados por roedores..).
La carretilla vendría a ser como una fuente en la que
ponemos las ensaladas. Tenemos que mantener la higiene de esta carretilla, así
como garantizar que no tenga humedad.
Elementos comunes: tolva, comedero, suelo
Estos elementos son en definitiva “los platos” de nuestro “restaurante”.
Es importante mantener los principios de higiene en estos elementos, a los que
podríamos añadir platos, cazoletas…
Tanto la tolva como el comedero pueden tener la misma consideración. Respecto
al suelo (que se suele dar en ocasiones) tenemos que considerar que la superficie
en la que se dé el alimento se pueda limpiar con facilidad, por lo que
descartaremos hacerlo sobre superficies de cemento deterioradas.
Finalmente queremos destacar que la reutilización piensos por derrames
o retirada de productos. Se debe ser muy precavido en este aspecto, desechando
cualquier producto que suponga un riesgo por antiguo, húmedo o heterogéneo.
Es frecuente ver como después de haber barrido un pasillo el producto
del barrido se tira a los animales, (¿ustedes comerían esto?)