Factores antinutricionales. Su presencia e importancia varía según el tipo
de planta, variedad, sustancia y edad del animal. Algunos de ellos son termolábiles
y se inhiben con el procesado térmico. Otros se han reducido por selección genética
de las semillas. Las nuevas técnicas de ingeniería genética pueden ser de gran
utilidad para la eliminación de estos factores antinutricionales. En general su
presencia en exceso suele mermar las producciones, no presentándose cuadros clínicos
con los niveles habituales de utilización de las materias primas, siendo los lechones
los animales más sensibles.
- Inhibidor de
la tripsina, presente en importancia en la soja, el cual se inactiva
con el tratamiento térmico, aislamiento o la hidrólisis con enzimas
específicos. Su presencia en exceso reduce la digestibilidad de la proteína.
- Glucosinolatos,
de importancia el la colza. Las variedades doble cero deben tener un
contenido inferior a 20 moles/gr. Tiene efectos goitrogénicos, produciendo
en exceso un cuadro clínico de bocio. Con niveles más moderados de inclusión
se observará un empeoramiento de los crecimientos y producciones. "
Taninos (p.e. en le sorgo), reducen la digestibilidad de la proteína.
- " Lectinas (hemoaglutininas),
son proteínas capaces de unirse a los azucares presentes en la glicoproteínas.
Se unirán y dañarán la mucosa intestinal, educiendo su capacidad de
digestión y absorción de nutrientes.
- Saponinas, son
sustancias complejas con un efecto parecido al de los detergentes "
Compuestos con sabor amargo (p.e. sinapina), que pueden reducir el consumo.
" Proteínas antigénicas que estimulen en exceso el sistema inmune y
produzcan anticuerpos frente a ellas.
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Formulación de los piensos. (nutrientes e ingredientes)
- Pueden presentarse
patologías por la deficiencia de ciertos nutrientes esenciales como
el zinc (paraqueratosis) o la vitamina E + selenio (distrofia muscular,
hepatosis dietética y enfermedad del corazón de mora). Estos déficit
pueden ser debidos a:
- Niveles de
inclusión en el pienso deficientes por errores de dosificación o
márgenes de seguridad insuficientes.
- Baja biodisponibilidad
por tipo de presentación del nutriente o interacción con otras sustancias.
- Mayores requerimientos
según el estado fisiológico, de enfermedad, estrés o presencia de
ciertos tóxicos.
- Dietas con altos
niveles de proteína bruta pueden incrementar la presencia de diarreas.
- Dietas ricas en
ciertos polisacáridos no amiláceos y muy viscosas pueden reducir la
absorción de los nutrientes y modificar la microbiota intestinal, produciendo
heces más blandas o patología digestiva.
- Altos niveles
de inclusión de trigo se considera como un factor predisponente de las
úlceras gástricas.
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EEfecto
procesado y presentación del pienso:
- La molturación
fina se ha descrito como un factor predisponente úlceras gástricas.
- La granulación
del pienso
- Suelen presentarse
heces más blandas.
- Diferentes
estudios epidemiológicos han determinado la granulación como un
factor riesgo de mayor presencia de animales seropositivos y portadores
a Salmonella en el matadero (a pesar de conseguirse una muy buena
higienización del pienso con el procesado térmico de la granulación).
- Alimentación líquida
ácidas por le uso de subproductos o la fermentación controlada de la
misma, confieren una mayor robustez intestinal frente a las patologías
digestivas o la presencia de determinados patógenos (p.e. Salmonella).
Sin embargo una mala calida o conservación de los subproductos líquidos
puede provocar diarreas.
- El procesado térmico
en general mejora la digestibilidad de los nutrientes (en especial del
almidón), aunque una mayor viscosidad (gelatinización almidones, solubilización
polisacáridos) puede causar una mayor incidencia de diarreas. Sin embargo,
parece ser beneficioso para la reducción de la manifestación clínica
de la disentería porcina (dietas en base a arroz cocido y proteínas
animales vs. trigo-cebada y altramuces).
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Higiene. El procesado térmico y la adición de ciertos conservantes (p.e.
ácidos orgánicos) aseguran una correcta higiene del pienso hasta el comedero del
animal.
- Un mal estado
de conservación o elevada presencia de ciertos microorganismos patógenos
producirán la aparición de diarreas.
- Vehicular ciertas
zoonosis (p.e. Salmonella) con mayores implicaciones a nivel de seguridad
alimentaria.
- Micotoxinas por
una contaminación fúngica en cualquier etapa desde el cultivo de las
materias primas hasta la ingestión del pienso por el animal. Las micotoxinas
en altas concentraciones pueden provocar cuadro clínicos de infertilidad,
inapetencia y mal estado del animal, pero en general niveles inferiores
serán difíciles de diagnosticar, produciéndose un empeoramiento de las
producciones.
- Formación de aminas
biógenas por una degradación de la proteína (de especial importancia
en la harina de pescado).
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