Aislamiento, aclimatación y manejo de los animales de reemplazo en México.

Alberto Stephano
14-feb-2001 (hace 23 años 9 meses 1 días)

Todas las explotaciones porcinas necesitan periódicamente de la entrada de animales de reemplazo para reponer las hembras que mueren o terminan su vida productiva, así como para los programas de mejoramiento genético. Estos animales son el futuro de la granja y requieren de un manejo especial tanto desde el punto de vista sanitario, como de manejo. Un problema común es el que a los animales de reemplazo no se les da ningún manejo especial y reciben el mismo tratamiento que los animales de engorda.

En las granjas que producen sus propios reemplazos los animales también requieren de un manejo especial, para su aclimatación y madurez reproductiva. Desafortunadamente, en estas granjas es en donde con mayor frecuencia los animales se manejan como animales de engorda, sin ningún cuidado o manejo especial.

Cuando los animales de reemplazo vienen de otra granja, siempre existe un riesgo potencial de entrada de enfermedades nuevas, pues los animales que entran con frecuencia vienen de granjas con un estado sanitario diferente, pueden ser portadores asintomáticos de enfermedades, tener alguna enfermedad en periodo de incubación o infectarse durante el trayecto entre una granja y otra.

Son pocas las granjas porcinas que cuentan con un edificio adecuado para el alojamiento y manejo de estos animales de reemplazo. El edificio de cuarentena es una herramienta indispensable para la prevención y control de las enfermedades infecciosas en la cría moderna de cerdos. Y si bien es un concepto que se conoce desde siempre, aun son pocas las explotaciones que cuentan con edificios para cuarentena.

El programa incluye:

Un programa de alimentación que garantice una vida productiva larga y rentable. Un manejo reproductivo que permita obtener los mejores resultados reproductivos desde el primer parto. Un programa de aislamiento y aclimatación, que evite la entrada de enfermedades y permita la adaptación de los animales a los gérmenes de la granja.

A. PROGRAMA DE ALIMENTACION: Es fundamental para el buen desempeño de su vida reproductiva futura. Hembras obesas o flacas padecen falla reproductiva y limitan su vida productiva. El programa comprende las siguientes etapas:

Alimentación de la hembra de reemplazo en crecimiento:
Este programa debe iniciarse desde los 45 o 55 kg de peso con libre acceso. A partir de los 100 kg de peso se regula el consumo. Quince días antes del servicio se aumenta el alimento a 4.0 kg ("Flushing") El día de la monta se baja el alimento a 1.8 kg, para evitar mortalidad y perdida embrionaria. El desempeño de las hembras de reemplazo mejora cuando se acarician y acostumbran al "buen trato".
Alimentación de la hembra en su primera gestación: No sobrealimentar, evitar hembras obesas.
De 0 a 10 días de gestación se dan 1.8 a 2.0 kg. De 10 a 90 días de gestación 2.0 a 2.25 kg. De los 90 a 112 días de gestación 2.8 a 3.2 kg de dieta de lactancia o 3.0 a 3.5 kg de dieta de gestación. De 113 días a parto 2.5 kg de dieta de lactancia.
Alimentación de la hembra en su primera lactación: Evitar el bajo consumo y perdida de condición.
Del parto a destete se da alimentación en escala ascendente.
El día del parto 0 a 1 kg alimento lactancia. Según hora del parto, y se aumenta paulatinamente 500 gr por día. Dependiendo del numero de lechones y apetito se incrementa el consumo más rápido. No detener la escala ascendente de consumo al llegar a 6 kg. El promedio de consumo del día 1 al 21, deberá ser de 6 kg, dependiendo del numero de lechones lactando. En climas cálidos o en verano se requieren dietas más densas que den a la hembra 45 a 50 gr de lisina/día y consumo de 5 kg.
Estimular el máximo consumo de alimento en lactancia. Dar especial cuidado a hembras de 1º y 2º parto.
Alimentación de la hembra del destete al servicio: Se debe estimular el máximo consumo de alimento para restaurar la perdida de condición corporal y estimular el buen desempeño reproductivo subsecuente. De destete a servicio puede continuar la perdida de condición.

B. MANEJO REPRODUCTIVO: Es indispensable estimular la pubertad temprana de las hembras para llevar un adecuado programa reproductivo, mejorar la fertilidad y el tamaño de la camada.

Iniciar la estimulación de las hembras entre 145 y 160 días de edad con macho maduro (de mas de 1 año). Dar la monta o inseminación con los siguientes parámetros:
3er calor de la hembra. 135 a 145 kg de peso. Mínimo 16 a 18 mm de grasa dorsal en P2. Difícil en líneas magras. 225 a 230 días de edad. 600 a 625 gr de GDP de nacimiento a 1er servicio.

C. PROGRAMA DE ADAPTACION Y VACUNACION: El objeto de este programa es evitar que los animales que vienen de fuera de la granja introduzcan nuevas enfermedades, así como el que las nuevas hembras se adapten paulatinamente a los patógenos de la granja, para que tengan un buen desempeño reproductivo. El programa dependerá de las enfermedades presentes en la granja, por lo que puede variar considerablemente de una granja a otra. Generalidades:

Se debe contar con un edificio de cuarentena que este retirado de la granja y de otras explotaciones de cerdos, con personal diferente y con las mismas medidas de bioseguridad que una granja. El programa tendrá una duración de 6 a 12 semanas dependiendo de los problemas de la granja. Consta de 3 etapas:
Aislamiento: En esta los animales descansen y se observan los signos clínicos y se hacen análisis serológicos y otros. Aclimatación: En esta se pone a los animales en contacto con heces, placentas, momias, mortinatos o fetos abortados, animales de desecho (de preferencia hembras de 0 a 2º parto), o cerdos en crecimiento (importante en el caso de PRRS) y se vacunan contra los patógenos existentes en la granja. Descanso: En esta fase se recuperan de las infecciones que adquirieron en la cuarentena con la aclimatación y se da tiempo a que desarrollen protección contra los gérmenes usados en el desafío y la vacunación. Si es necesario se medican.
El programa se debe adaptar a cada granja y se toman en cuenta:
a. La ubicación y zona geográfica de la granja. b. El tipo de instalaciones que se tienen. c. Las enfermedades clínicas presentes en la granja. d. El perfil serológico de los animales.

En caso de tener PRRS se tendrá que elaborar un protocolo especial de aclimatación para cada granja dependiendo de las instalaciones disponibles y de la circulación del virus de PRRS en las diferentes áreas. Los métodos convencionales de control de enfermedades, las técnicas de diagnosis y la vacunación no han dado los resultados esperados por las características del agente:

1. El virus de PRRS ocasiona persistencia.
2. Puede transmitirse en forma vertical y horizontal.
3. No hay pruebas especificas o fáciles para identificar portadores y diferenciar cepas.
4. Es difícil lograr y mantener la inmunidad del hato.
5. Las vacunas no evitan la entrada del virus, diseminan el virus vacunal y ocasionan signos en hatos negativos.
6. Los hatos infectados son vulnerables a la reinfección.
7. Es frecuente la mutación, recombinación y variación entre cepas del virus de PRRS.