Riesgos en granjas de porcino – Animales salvajes

Sígfrid López y Carmen Valverde. Adiveter s.l. España

23-nov-2005 (hace 19 años 1 meses 1 días)
Las explotaciones ganaderas se ven constantemente amenazadas por las enfermedades. Estas pueden proceder de numerosas fuentes, tales como virus o bacterias, coccidios u hongos. Independientemente de su origen, la difusión es a través de conocidos vectores de infección. Estos incluyen los propios animales domésticos o salvajes, el personal, el agua y el alimento contaminado, las instalaciones y los equipos y el propio aire.

El ganado debe estar en un ambiente en el cual la enfermedad y la infección estén controladas. La bioseguridad es el elemento clave en el control de enfermedades. El objetivo es proteger las granjas frente a la introducción de enfermedades, así como disminuir las enfermedades ya existentes en granja.

Dentro de los agentes patógenos, las animales salvajes juegan un papel importante en la transmisión de enfermedades. Las animales salvajes silvestres pueden viajar rápidamente a través de diferentes granjas y están generalmente involucrados en muchos problemas de salud tales como: gastroenteritis transmisible, leptospirosis, aujeszky, peste porcina clásica, Salmonella etc.


Medidas de control

La proximidad de otras granjas supone una fuente de riesgo. El Real Decreto 324/2000 establece las distancias mínimas entre explotaciones.

Además, en el diseño de la granja deberá existir una separación clara entre zona limpia y zona sucia, siendo un punto clave frente a la protección con el exterior.

El perímetro deberá estar claramente delimitado y, en la medida de lo posible, protegido. Se mantendrá un perímetro limpio de maleza, deyecciones, residuos, envases y otros restos de la actividad ganadera, agrícola u otras que puedan servir como fuente de contaminación o como cobijo para fauna silvestre que pueda propagar microorganismos patógenos. Deberán adoptarse medidas específicas para evitar la entrada de animales salvajes.

Además, deberá permitir una inspección visual del material de aislamiento de todo el perímetro a fin de controlar deficiencias en la construcción que pudieran favorecer el acceso de fauna salvaje al interior de la explotación por el suelo, siendo aconsejable la instalación de suelo de hormigón en soleras y muros de penetración en terreno. También se evitará dejar huecos entre juntas, canalones y en tejado que puedan servir como acceso o lugar donde las animales salvajes silvestres potencialmente transmisoras de enfermedades puedan realizar sus nidos.

Deberá evitarse la entrada de fauna salvaje mediante sistemas de protección en ventanas, entradas y salidas de aire, entradas de cables, depósitos y canalizaciones de distribución de pienso y agua, que eviten la penetración en el interior de los alojamientos de cualquier animal silvestre.

Todos los edificios e instalaciones deberán ser diseñados de forma que se impida el acceso a los mismos de animales salvajes (mamíferos o aves salvajes). Para ello se mantendrán las instalaciones y su entorno en perfecto estado de conservación y limpieza, eliminando la vegetación y desechos del perímetro, manteniendo limpios los silos de pienso y estableciendo un sistema adecuado de drenaje de instalaciones y terreno para evitar la acumulación de agua. Para evitar la entrada de animales salvajes, se dotará a las ventanas de mallas protectoras que impidan su entrada en las instalaciones y se mantendrán las puertas cerradas cuando no se utilicen.