Sígfrid López y Carmen Valverde. Adiveter s.l. España
08-nov-2005 (hace 19 años 1 meses 16 días)Trampas
Este es el método más efectivo para el control de roedores. Los ratones son relativamente fáciles de cazar, mientras que para las ratas se requiere más trabajo y habilidad. Es mejor empezar en zonas con menos roedores, pues para infestaciones severas se requiere de medidas adicionales. Las ventajas de este sistema incluyen el hecho de no tener que utilizar rodenticidas tóxicos, su éxito es fácilmente visible y permite una fácil eliminación de los cadáveres. La ratonera de madera habitual es sencilla y efectiva si el disparador es altamente sensible. Se puede eliminar la posibilidad de tener ratoneras inútiles para ratones excesivamente “tímidos” cebándolas sin activar el mecanismo al menos una vez (se deberá comprobar que el cebo ha sido consumido). Las trampas múltiples para ratones son efectivas y ahorran tiempo.
Localización: las trampas deberán situarse cerca de muros, tras objetos, en rincones oscuros y en lugares en los que la actividad de los roedores es evidente. Se puede usar talco o harina a fin de realizar un seguimiento de los lugares en los que los roedores son activos. Igualmente, pueden colocarse encima de palés si se ha detectado actividad en estos sitios. Si es posible, las trampas deberán colocarse de forma que los roedores pasen directamente encima del disparador en su curso natural de viaje, generalmente cerca de un muro. Si están colocados de forma adecuada, funcionarán incluso para animales que no se sientan atraídos por el cebo.
Cantidad: se debe usar suficientes trampas para asegurar que la actuación es corta y decisiva. Los ratones rara vez se aventuran lejos de sus refugios y suministro de alimento, por lo que se deberán distribuir los cebos en no más de 3 metros en áreas en las que la actividad de roedores sea evidente. Si se decide por el uso de trampas, es mejor atrapar de forma intensiva durante un período de 2-3 semanas y “descansar” 2 semanas después. Esta técnica permite ahorrar trabajo y evitar que los roedores se vuelvan “tímidos”. Si se utilizan trampas múltiples, es preciso comprobarlas frecuentemente para eliminar los animales capturados.
Tablas encoladas
Son otro tipo de trampas. Estas tablas deben colocarse a lo largo de muros donde viajan los roedores. No se deben utilizar en lugares en que humanos y cerdos tienen acceso, pues se enganchan fuertemente a cualquier objeto que contacte con ellas. Las tablas pierden su efectividad en lugares excesivamente polvorientos y con temperaturas excesivamente elevadas.
Rodenticidas
Existen rodenticidas anticoagulantes y no-anticoagulantes. Algunos de los que no interfieren en el sistema de coagulación del animal pueden realizar una reducción más rápida de la población de animales que los anticoagulantes, pues son efectivos con una simple ingestión y actúan relativamente rápido. Su principal uso será en aquellas granjas de porcino en que la población de roedores sea más bien elevada o cuando sea relativamente difícil que los roedores acepten un cebo durante varios días seguidos (como sucede con algunos anticoagulantes).
Los no-anticoagulantes más utilizados son la brometalina y el colecalciferol. La brometalina genera una disminución de los impulsos nerviosos, parálisis y muerte. Una simple dosis es letal en 2-4 días. Los roedores dejan de consumir cebos de brometalina cuando han consumido una dosis letal, por lo que se requiere relativamente poco cebo. El colecalciferol es vitamina D3 y en dosis masivas, es tóxico. Dado su pequeño tamaño, los roedores sucumben con una cantidad baja. El colecalciferol actúa como un veneno monodosis si se consume en suficiente cantidad. En caso contrario, se necesitará un número superior de ingestiones para ser efectivo.
El fosfuro de Zinc se utiliza cada vez menos en la actualidad como rodenticida, pese a ser un material efectivo y útil, además de suponer una económica y espectacular reducción de la población de roedores. Una ingestión subletal debido a “timidez al cebo” hace que sea mejor no utilizar este ingrediente más de dos veces por año en una misma localización. Un pre-cebo sin fosfuro de zinc favorecerá un incremento de su efectividad.
Los anticoagulantes comprenden actualmente el 90% de los cebos rodenticidas y causarán la muerte por hemorragias internas, dado que la capacidad coagulante del animal se ve limitada y los capilares son destruidos. Los agentes activos se usan en cantidad reducida y no se genera “timidez al cebo”. Su actuación es lenta y la muerte se da en 3-7 días tras su ingestión (algunos anticoagulantes funcionan tan sólo tras una ingestión continuada de varios días). El brodifacoum, la bromadiolona y la difetialona son excepciones y causan la muerte tras una única ingestión. Todos los anticoagulantes generan una buena aceptación al cebo, son de bajo riesgo para humanos y poseen un riesgo moderado a alto si son ingeridos por los cerdos. Cuando se usen anticoagulantes de múltiples dosis, los cebos deberán estar disponibles hasta que los roedores paren de comer (para lo cual será necesario un mínimo de dos semanas). Una eliminación completa de roedores se consigue, generalmente, con rodenticidas no-anticoagulantes, por lo que los anticoagulantes se usan normalmente como seguimiento de otros tipos de control.
Selección y colocación de los cebos: Los cebos para roedores están disponibles de varias formas. Los cebos de grano están disponibles en paquetes pequeños de plástico, celofán o papel. Conservan el cebo “fresco” y permiten su colocación en agujeros, ratoneras, muros y otras localizaciones. Los roedores roerán el paquete para acceder al cebo. Se deberá comprobar que los cebos no han sido expulsados de los agujeros, pues puede exponer a otros animales. Los cebos de anticoagulantes en bloques de parafina o cera son frecuentes y útiles en sitios húmedos que estropearán los paquetes de grano. Aunque pueda parecer obvio, es necesario recordar que se debe evitar situarlos al alcance de los cerdos. Algunos cebos acuosos son especialmente atractivos en zonas/temporadas en las que se carece de agua: algunos anticoagulantes son solubles en agua y se puede confeccionar un cebo con ellos (situados de forma que mascotas y animales no tengan acceso a los mismos).
Los cebos deberán ser colocados donde viven los roedores, más cerca de sus refugios que su fuente de alimento. Para ratones, no se debe colocar los cebos a más de 3 metros entre sí (preferiblemente de 1,8 a 2,5 m). Las ratas viajan distancias más largas, por lo que la colocación de los cebos puede realizarse más espaciada (7,5 a 15 m) y se colocarán muy cerca o directamente en las ratoneras. Se debe recordar que los roedores sospechan de todo elemento nuevo en su entorno, por lo que su efectividad puede no notarse hasta varios días tras su colocación. El tamaño mínimo de los cebos deberá permitir, al menos, dos aperturas (3,8 cm para ratones, 6,4 cm para ratas), colocadas directamente hacia la pared, bien identificados con advertencias como medida de precaución y bien sujetos a la pared o al suelo.
Fumigantes
Se usan para el control de las ratas noruegas en sus ratoneras en el exterior. Generalmente incluyen monóxido de carbono y fosfuro de aluminio. En el control de ratones se usará solamente para silos de granos o almacenes. Su uso deberá realizarse con la debida precaución por operadores con licencia, dada su elevada toxicidad para humanos y otros animales.
Control de mantenimiento
Una vez conseguido el control, no se debe bajar la guardia: unos pocos roedores supervivientes pueden multiplicarse y los presentes en instalaciones cercanas pueden invadir la granja en cualquier momento. Así, cebos de mantenimiento con anticoagulante fresco son necesarios para controlar los roedores invasores antes de que poblaciones de reproductores se establezcan.
Medidas de seguridad
Se deben considerar todos los rodenticidas como suficientemente tóxicos para causar la muerte de los cerdos, pues éstos generalmente comerán los cadáveres de los roedores. Se deberá eliminar, en la medida de lo posible, cualquier cadáver de roedores que se genere a partir de los cebos (con guantes de látex). Identifíquese todo cebo utilizado y manténganse los no utilizados en su envoltorio original (aislados). Todos los cebos no consumidos se deberán eliminar al final del programa de envenenamiento.