Importancia de la lactosa en la alimentación de los lechones

Escribe J. O' Doherty john.vodoherty@ucd.ie

12-oct-2005 (hace 19 años 2 meses 16 días)
Introducción

La lactosa es uno de los tres componentes principales de la leche y su único carbohidrato; los otros componentes son grasa y proteína. La lactosa es un disacárido integrado por los monosacáridos glucosa y galactosa. La lactosa está presente en gran número de productos lácteos que se incorporan rutinariamente en las alimentaciones de los lechones. El contenido típico en lactosa de algunos de estos productos lácteos es del 52% en la leche desnatada, 72% en el suero (dulce), 84% en el permeato, 50% en el concentrado de proteína de suero (ultra-filtración) y 42% en el suero delactosado.

Digestión de la lactosa

La digestión de la lactosa ocurre por dos mecanismos, la hidrólisis enzimática por la lactasa producida en el intestino delgado del cerdo y la fermentación microbiana. La digestión de la lactosa se realiza principalmente en el yeyuno, donde la lactasa rompe la glucosa y la galactosa. En ausencia de suficiente lactasa, parte de la lactosa indigerida entra en la circulación sanguínea, y la mayoría llega al ileon y colon. La lactosa indigerida es fermentada por las bacterias, dando lugar a diferentes ácidos y dióxido de carbono.

La fermentación de la lactosa a ácido láctico es una característica importante en la digestión y la salud gastrointestinal de los lechones lactantes. La continuación del aporte de lactosa después del destete puede ayudar a realzar la salud intestinal debido a que la flora intestinal en el momento del destete incluye una gran cantidad de lactobacilos adaptados a la utilización de la lactosa presente en la leche materna. El trabajo reciente de nuestro laboratorio ha demostrado que las dietas ricas en lactosa (302g lactosa/kg) dieron similares producciones que dietas intermedias en lactosa (176g lactosa/kg) suplementadas con avilamicina, y por tanto actuó como reemplazo válido de los antibióticos promotores. La inclusión de lactosa a las dietas post-destete puede ayudar a facilitar la transición de la leche a al pienso seco, al minimizar los cambios en el intestino y ayudar a mantener la microflora del pre-destete en este periodo de estrés.

Aparte de su importancia como fuente de energía muy digestible para el recién nacido, la lactosa también actúa como substrato específico para los lactobacilos (Pierce et al., 2005a). La investigación con lechones recién destetados ha encontrado que una inclusión alta de lactosa causa una reducción del pH del intestino grueso, que es atribuible a la producción de ácido láctico y ácidos grasos de cadena corta por la fermentación de la lactosa (Pierce et al., 2004a). La reducción del pH intestinal se correspondió con un aumento de los lactobacilos y reducción de las bacterias coliformes.

La lactosa de la dieta puede influenciar la salud animal a través de varios mecanismos potenciales. Pierce et al. (2004a) encontró que altas concentraciones de lactosa (302 vs. 122g lactosa/kg) aumentaron la altura de las vellosidades del intestino delgado y la concentración de los ácidos grasos de cadena corta en el intestino grueso, demostrando la superioridad de la lactosa en comparación con el almidón como fuente de carbohidratos para los cerdos destetados.

También se ha demostrado un efecto de estimulación del consumo por parte de la lactosa (O'Doherty et al., 2004). Este incremento del consumo puede ser debido a la mayor altura de las vellosidades observada con dietas altas en lactosa, dado que el consumo y la altura de las vellosidades están positivamente correlacionados.

La interacción entre la lactosa y la soja

Ciertos componentes del pienso, tales como la soja, han estado implicados en causar daños en la mucosa intestinal de los lechones. Se ha sugerido que, cuando se incluye en le pienso, la proteína de soja puede actuar como primer factor en reacciones de hipersensibilidad post-destete, lo que predispone a la diarrea post-destete de los lechones. En lo referente a las diarreas, la fuente de proteína usada ha recibido una cierta atención.

El cambio de leche desnatada a soja y maíz se ha demostrado que aumenta la severidad de la diarrea. Recientemente, O'Doherty et al., (2004) demostraron que las altas concentraciones dietéticas de lactosa permitían incrementar la inclusión de harina de soja (> 200 g/kg) en las dietas de los lechones sin afectar las producciones ni la salud. Pierce (2004c) ha encontrado que el aumento del nivel de inclusión de los productos lácteos de 100 g/kg a 300 g/kg, mejoraba la conversión, el crecimiento y el consumo de piensos en que la harina de soja era la principal fuente de proteína, en comparación con los piensos en que la leche descremada era la principal fuente de proteína. También se ha encontrado un aumento de la digestibilidad del nitrógeno al incrementar la inclusión de productos lácteos. La utilización de harina de soja junto a altas concentraciones de lactosa puede suponer una alternativa al uso de proteínas animales en las dietas de lechones y una reducción de su coste.

La respuesta del cerdo a la lactosa

La fuente más común de lactosa para los piensos de lechones es el suero. Hay un gran número de datos de investigación sobre la respuesta de los cerdos al suero. Existen evidencias de que las respuestas observadas con el suero se relacionan casi enteramente con su contenido en lactosa y no a la contribución de la proteína.

En conclusión, la lactosa es un nutriente esencial en la dieta de los lechones después del destete. Para los lechones destetados con menos de 6 semanas de edad, sólo pueden alcanzarse las producciones óptimas si se utilizan piensos con cantidades significativas de lactosa.