Consumo de agua en porcino

Escribe V. Riu v.riu.pac@teleline.es

05-ene-2005 (hace 19 años 11 meses 24 días)
Es indiscutible que los cerdos necesitan una mínima calidad y disponibilidad de agua para optimizar su productividad y no presentar patologías asociadas. Pretender alcanzar los máximos, en ocasiones, puede resultar antieconómico al no obtener un retorno en forma de mejoras productivas. Todo esto nos lleva a definir unos mínimos exigibles para garantizar que el agua no limite la rentabilidad de las explotaciones. Seguir un protocolo debe ser necesario para evaluar todos los puntos críticos.

Análisis laboratorial

Fundamental para saber de donde partimos. A nivel bacteriológico, es necesario un análisis cada 4 meses. Una vez al año es suficiente para realizar análisis químico.

Se debe determinar en qué puntos se toman las muestras y garantizar que no haya contaminación de las mismas.

Si se utilizan sistemáticamente desinfectantes en el agua, es imprescindible añadir neutralizantes de los mismos para que la calidad microbiológica en los puntos de recogida sea la misma que analice el laboratorio.

Interpretación de los análisis

Es esencial descifrar de forma correcta los resultados que nos sirve el laboratorio. Podemos determinar cómo llega el agua a la explotación, su alteración en la misma, si las correcciones que se realizan son efectivas o no, incluso cuándo se produjo la contaminación dentro de la explotación.

Contaminación microbiológica

El análisis nos determinará el origen de la contaminación, dónde y cuándo se produce. Si es necesario realizar un tratamiento del agua hay que tener en cuenta varios puntos:

- Tipo de desinfectante a utilizar. Hay que tener en cuenta que para cada uno de ellos es necesario una concentración mínima, un tiempo de acción determinado y un pH del agua específico.
- La concentración del desinfectante dependerá además de la cantidad de materia orgánica presente en el agua.

- Es muy importante tener un perfecto control de la dosificación. Esta debe ser por caudal y no por tiempo. A tener en cuenta que la subdosificación implicará la no eficacia del desinfectante y que la sobredosificación puede provocar bajos consumos de agua y disbiosis intestinal.

Contaminación química

Existen una serie de contaminantes difíciles de eliminar, solo la ósmosis inversa es una alternativa eficaz pero su coste actualmente es muy elevado. En estos casos, es mejor plantearse la utilización de otra fuente de agua, sobretodo en los animales más sensibles (lechones).

Sin embargo, otros parámetros son relativamente fáciles y económicos de controlar e indudablemente pueden aportar mejoras en la productividad.

Materia en suspensión + Sedimentación filtración
Materia orgánica oxidable >5 mg/litro
Dureza (CaCO3) >300 mg/litro Descalcificación
Total solidos disueltos >3000 mg/litro Ósmosis inversa
Salinidad (ClNa) >150 mg/litro
Cloruros (Cl) >250 mg/litro
Sulfatos (Na, Mg) >250 mg/litro
Nitratos >50 mg/litro
Nitritos >0,1 mg/litro
Amoniaco >0 mg/litro
Hierro >0,2 mg/litro
Magnesio >25 mg/litro
Contaminación bacteriana + Desinfectación

pH. Su valor óptimo puede estar entre 6-7. Su ajuste se realiza utilizando acidificantes que se dosifican según la lectura que se realiza permanentemente del pH del agua.

Materias en suspensión. Sistemas de sedimentación y filtración pueden controlar la materia orgánica y materias inorgánicas en suspensión.

Dureza. Mediante el uso de descalcificadores podemos ajustar la dureza a valores adecuados.


Consumo de agua

Se deben tomar las medidas necesarias para garantizar que los consumos de agua son correctos, sobretodo en los momentos más críticos. Hay que tener en cuenta el nº de bebederos, tipo, situación y caudal a si como sistemas adicionales que eviten deficiencias.

Lechones lactantes. Su importancia es mayor en cuanto a aprendizaje que para cubrir unas necesidades mínimas, ya que esto se consigue con una producción normal de leche. Es preferible que el sistema sea igual al que encontraran en la sala de transición.

Lechones destetados.
Crítico la primera semana post-destete. El lechón pasa de consumir 800 cc de leche materna a 80-100 cc de agua en muchos casos (10 veces menos). Esto dará lugar a menor consumo de pienso y menor digestibilidad del mismo y, en mayor o menor grado, perdida de peso en los primeros días post-destete. Es posible que haya lechones que no recuperen el consumo de agua hasta 7 días post-destete. El consumo de agua por un lechón debería ser desde un 15% de su peso vivo en su 1ª semana post destete hasta un 13% en la 5ª.

Cerdos cebo. Bajos consumos de agua implicarán un consumo reducido de pienso y, por lo tanto, evidente empeoramiento en índices técnicos (GMD, IC, % magro canal). El consumo de agua promedio debería ser de un 10% del PV del cerdo, mayor al inicio del cebo (12-13%) y menor al final (7-8%). Sobretodo las temperaturas altas pueden incrementar dichos consumos (2-4 litros más a Tª superiores a 25 ºC).

Cerdas gestantes. Sus necesidades de agua están alrededor del 5% de su PV, siendo algo mayores en la última fase de gestación (+1%) e indudablemente incrementadas en épocas de calor. La enfermedad de cistitis-pielonefritis está relacionada directamente con el consumo de agua.

Cerdas lactantes. Sus necesidades de agua se ven incrementadas de forma significativa con respecto a las cerdas gestantes, básicamente por la producción de leche (Hasta 30-40 litros de agua en el pico de lactación). Un punto crítico son los días posteriores al parto, ya que la cerda incrementa las pérdidas de agua de forma significativa. Un bajo consumo en estos momentos va a provocar inapetencia, edema de ubre y vulva y por consiguiente pérdida de la capacidad amamantadora. Se debe garantizar un mínimo de 10-12 litros/día en este periodo.