Caso clínico: Cojeras en transición

Descripción de la granja

Se trata de una granja productora de lechones de 9 semanas de vida que está aumentando el censo para estabilizarse en alrededor de 900 cerdas reproductoras. Funciona en bandas, el objetivo de producción son 120 partos cada 3 semanas. Hay muchas cerdas con más de 8 partos. Están entrando muchas primerizas con el fin de llegar al censo objetivo y poder mantenerlo.

La reposición se hace desde un multiplicador externo con animales de 60, 80 y 100 kg. Está situada en una zona de alta densidad porcina, con inviernos fríos y húmedos y veranos muy calurosos.

Tiene un nivel sanitario bajo; la granja es positiva a PRRS, ADV, Neumonía Enzoótica, Disentería, Rinitis Atrófica y Sarna.

La erradicación de ADV (Aujeszky) esta en una fase muy avanzada de erradicación. La prevalencía en reproductoras es inferior al 3%, todas las cerdas positivas tienen 7 partos como mínimo. Con el elevado nivel de desvieje que se esta practicando es de esperar que en medio año la enfermedad este erradicada.

Aparición del caso

Desde hace tiempo, en en el cebo se pueden apreciar animales con sintomatología propia del Síndrome de Desmedro.

Se avisó al veterinario porqué en la transición hay muchos lechones con problemas de cojeras. Hay artritis, se pueden apreciar fracturas e incluso canibalismo.

Visita a la explotación

Alrededor del 5 % de los animales alojados en la transición están afectados en mayor o menor grado. La condición de los animales es variable, la mayoría están alojados en enfermerías.
Se puede observar que prácticamente todos los animales están afectados de la pata posterior derecha.

Solución

Se trata de un problema de manejo. Las enfermedades infecciosas no tienen preferencia por una extremidad en concreto.

Para tratar con antibióticos a los animales que enferman se les agarra de la pierna izquierda y se les inyecta en la derecha.

Curiosamente el operario que inyecta a los lechones en la transición es el mismo que aplica el hierro a los lechones en la paridera. A los lechones de la paridera los inyecta en el cuello pero a los cerdos en transición lo hace en el muslo. La elección de un punto de aplicación distinto se debe a que es como lo ha visto hacer.
La inyección con un producto antibiótico mal conservado produce una lesión en el nervio ciático. Ocasionalmente se aplica Enrofloxacina que puede producir un foco de necrosis en el punto de aplicación con el mismo efecto.

Comentarios
La gente que trabajamos con animales tenemos una responsabilidad muy grande. El hecho de trabajar con animales vivos con capacidad de padecer sufrimiento nos debe hacer especialmente sensibles. Es obligación de todos prepararnos y preparar a los operarios responsables de atender a los animales.

Los medicamentos son herramientas muy poderosas para el control de las enfermedades pero deben de utilizarse correctamente. Para asegurar su efectividad hay que aplicarlos y conservarlos correctamente.

En este caso una mala aplicación de los antibióticos en el muslo producía una lesión en el nervio ciático. Esta lesión provoca la falta de sensibilidad y de control de la extremidad. Los animales andan apoyando todo el tarso o incluso llevando la extremidad a rastras.

La falta de sensibilidad hace que los animales se enganchen las extremidades en los emparrillados produciéndose lesiones de gravedad variable; desde pellizcos hasta fracturas.

La presencia de lesiones abiertas y la falta de sensibilidad hace que se produzcan casos de canibalismo.