Factores de riesgo en las explotaciones y prevención de la caudofagia
Con la idea de prevenir la caudofagia se está utilizando mucho el corte de colas.
La idea parece consistir en que eliminando el objeto de la conducta se elimina
el problema. Sin embargo esta práctica tiene dos inconvenientes importantes. Por
un lado, provoca dolor crónico en los animales, lo que puede empeorar el bienestar
y, por lo tanto, la productividad de los animales. Y por otro, está demostrado
que el corte de colas no garantiza que el problema no aparezca. Pero además, en
la Unión Europea está prohibido realizar el corte de colas de una manera sistemática.
Ante esta situación, es importante analizar los factores que pueden realmente
favorecer la aparición de caudofagia. En el capítulo anterior comentábamos que
existen factores internos (propios del animal) y externos (ambientales) implicados
en la aparición de la caudofagia. Los factores ambientales son a priori modificables,
por parte del responsable de los animales, para intentar reducir a un mínimo el
riesgo de que aparezca la caudofagia.
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La densidad de animales es un factor importante en la aparición de la caudofagia. |
Densidad de animales y tamaño de grupo: Aunque existen estudios
con diferentes resultados, los últimos y más concluyentes indican que las altas
densidades de animales y los animales alojados en grupos grandes aumentan la probabilidad
de aparición de caudofagia. Por ejemplo, en un estudio realizado en Reino Unido
se observó que las densidades iguales o mayores a 110 kg/m2 (~1,1 animales/m
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multiplican por tres la probabilidad de que aparezca caudofagia.
Alimentación: Se ha visto que las carencias nutricionales aumentan
el riesgo de caudofagia, lo que parece ocurrir principalmente por la falta de
nutrientes concretos, como pueden ser la sal o algunos aminoácidos esenciales
(unos componentes especiales de las proteínas). Por ejemplo, y aunque no se ha
demostrado en el cerdo, en otras especies se ha visto que el estrés provoca una
mayor apetencia por la sal, lo que induce una mayor necesidad de ésta. Si no se
aumenta el aporte de sal en animales estresados, se les provoca una carencia.
Esto estimularía las conductas exploratorias facilitando la aparición de caudofagia,
y/o la agravaría en caso de aparecer, dada la tendencia a la formación de heridas
sangrantes y la concentración de sal de la sangre.
Por otro lado, se ha visto que el sistema de alimentación puede influir. Por ejemplo,
está comprobado que la alimentación seca aumenta el riesgo de caudofagia en comparación
con la alimentación húmeda.
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Las colas pueden resultan de especial interés en los ambientes en los que
los animales no disponen de otros estímulos. |
Temperatura y ventilación: No existe una relación directa de estos
parámetros con los brotes de caudofagia. Sin embargo, se han asociado posiblemente
porque las malas condiciones de alojamiento que implicarían temperaturas excesivas
(por altas o por bajas) y la mala ventilación, implican otros factores que sí
que inducen caudofagia.
Tipo de suelo: El emparrillado o slat aparece como claro factor
de riesgo en todos los estudios, suponiendo una probabilidad de aparición de caudofagia
hasta tres veces mayor que el suelo continuo. Esta relación tiene bastante sentido
si tenemos en cuenta que en el emparrillado no se pueden expresar las conductas
exploratorias.
Ausencia de estímulos: Casi todos los estudios sobre la relación
entre caudofagia y presencia de materiales (paja, viruta, etc.) que permitan las
conductas exploratorias concluyen que el aporte de estos materiales reduce entre
10 y 12 veces la probabilidad de que aparezca un brote de caudofagia. En algún
caso, incluso se consiguió eliminar la caudofagia ofreciendo a los animales substrato
para conductas exploratorias. Estos resultados, además de su posible interés práctico,
confirman la teoría anteriormente explicada de que la caudofagia es en realidad
una conducta redirigida que tiene su origen en la tendencia natural del cerdo
a hozar.
Tratamiento de la caudofagia
Ante un brote de de caudofagia se debería actuar de la siguiente manera:
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El tratamiento de la caudofagia resulta mucho más complicado y menos seguro
que su prevención. |
• Aislando, por un lado, a los animales que presenten heridas con sangre
y, por otro, a aquellos que muestran la conducta de una manera especialmente intensa.
• Revisando el pienso, especialmente su composición y su estado. Concretamente,
el contenido en sal y en aminoácidos esenciales son especialmente importantes.
En algunas ocasiones podría ser recomendable aumentar el porcentaje de sal en
la dieta, aunque para ello será necesario consultar con expertos en nutrición.
• Revisando las condiciones ambientales de la explotación y las prácticas
de manejo, haciendo especial hincapié en los aspectos comentados anteriormente
como la densidad de animales y el número de animales por corral.
• Estudiando la posibilidad de ofrecer a los animales materiales que les
permitan mostrar su conducta exploratoria. Somos conscientes de que generalmente
es poco realista sugerir que los animales se mantengan sobre cama de paja, pero
en ocasiones podría ayudar el hecho de aportar pequeñas cantidades de paja u otros
materiales, o simplemente ofreciendo objetos que estimulen la conducta de hozar.