Costs, consequences and control of endemic diseases. G. Dial, C. Rademacher, B. Wiseman, J. Roker and B. Freking. London Swine Conference. 2002.
14-may-2004 (hace 20 años 11 meses 12 días)Actualmente se tiene un mayor conocimiento sobre las manifestaciones clínicas
de los agentes infecciosos que no de cómo las enfermedades endémicas afectan
el cerdo. Investigaciones recientes han demostrado que las enfermedades endémicas
tienen efectos negativos sobre el rendimiento de los cerdos sin causar signos
clínicos evidentes. Los agentes infecciosos inducen una inmunorespuesta por
parte del animal para luchar contra el agente en cuestión, sin embargo,
esta respuesta inmune induce una serie de efectos en cascada, muchos de ellos
afectando negativamente sobre el crecimiento ya que afectan sobre los procesos
metabólicos del anfitrión. Los científicos cada vez se muestran más
de acuerdo en que las tecnologías que reduzcan al mínimo la activación del sistema
inmune del cerdo aumentarán el índice de crecimiento y mejorarán
la deposición de magro en las canales a lo largo de la vida del cerdo.
Durante periodos de exposición a enfermedades, las sustancias inmunes
dan lugar a una respuesta metabólica a la infección la cual provoca que los
nutrientes destinados al crecimiento vayan destinados a la función inmune.
Proteína: Cuando los animales están expuestos a una enfermedad
disminuye la síntesis de proteína y se acelera su degradación. Según Spurlock
(1997), el equilibrio entre la síntesis y la degradación cambia de dirección
hacia la degradación como consecuencia de por lo menos tres factores:
- La liberación de sustancias inmunes se asocia a menudo a una reducción
de la ingesta de forma que el organismo utiliza progresivamente sus propias
fuentes de aminoácidos a medida que el sistema inmune lucha contra
el patógeno.
- Las respuesta inmune requiere aminoácidos para la síntesis de las proteínas
de la fase aguda y otras sustancias (anticuerpos).
- Se fuerza al cuerpo a catabolizar una cantidad desproporcionada de músculo
para conseguir la cantidad necesaria por parte del sistema inmune de aminoácidos.
Así, las pérdidas de proteína durante la exposición a enfermedades son
mayores que las proporcionadas por la alimentación, especialmente si
tenemos en cuenta que la ingesta se reduce.
Grasa: Los procesos catabólicos iniciados por el sistema inmune ante
una exposición a patógenos también da lugar a importantes cambios
en el metabolismo graso. Durante los períodos de activación inmune las reservas
de grasa se utilizan como fuente de energía. Algunas de las sustancias
inmunes secretadas inducen la expresión de los genes implicados en la producción
de la lipasa. Esta enzima divide las lipoproteínas en triglicéridos y
posteriormente en ácidos grasos libres y glicerol, que son utilizados como energía
por el sistema inmune.