M Lessard, M Dupuis, N Gagnon, É Nadeau, JJ Matte, J Goulet, and JM Fairbrother, 2009. Journal of Animal Science, 87:922-934. doi:10.2527/jas.2008-0919
09-sep-2010 (hace 14 años 2 meses 6 días)
En el presente estudio se evaluó la influencia de los probióticos Pediococcus acidilactici (PA) y Saccharomyces cerevisiae boulardii (SCB), sobre las características de la mucosa intestinal y la resistencia a la infección por Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC), en cerdos. Se utilizaron 30 cerdas y sus camadas, que fueron distribuidas entre 5 tratamientos experimentales 2 semanas antes del parto. Los tratamientos experimentales fueron: 1) grupo control sin probióticos ni antibióticos (CTRL), 2) control con antibiótico (tiamulina) añadido a la dieta (ABT) o las camadas tratadas con 3) PA, 4)SCB, o 5) PA+SCB desde las 24 h post-parto. Durante la lactación, se ofreció PA, SCB, o PA+SCB a los lechones tres veces por semana por infusión gástrica. A los 21 días post-destete, los probióticos o ABT fueron añadidos a la dieta. Se seleccionaron 8 lechones por camada para evaluar los rendimientos productivos y las concentraciones sanguíneas de ácido fólico y vitamina B12. Tres de estos fueron inoculados por vía oral con una cepa de ETEC a los días 49 y 51 y sacrificados a día 52. Del resto de la camada, se sacrificaron tres lechones a día 18 y tres más a día 24. Se recogieron muestras de sangre, ileon y nódulos linfáticos mesentéricos (NLM) para caracterizar la población de leucocitos, determinar la concentración de IgA en flujo ileal y evaluar la translocación bacteriana en NLM.
No se observó ningún efecto del tratamiento sobre los rendimientos productivos durante la fase post-destete ni sobre las concentraciones sanguíneas de ácido fólico y vitamina B12. A nivel ileal, el porcentaje de células T CD4?CD8 fue superior (P=0,05) en los lechones de 18 días post-destete tratados con PA respecto a los animales del grupo CTRL y los del grupo PA+SCB. En los NLM, el porcentaje de células T CD8 no se vio afectado por ninguno de los tratamientos a día 18 y 24 pero se redujo (P=0,006) después del destete. En sangre, las células T CD8 no fueron afectadas por los tratamientos experimentales o por el destete. Después de la infección con ETEC (día 52), la translocación bacteriana en NLM se redujo (P=0,05) en los animales tratados con PA, SCB, PA+SCB, o ABT comparado con el grupo CTRL. No se observó ningún efecto sobre las poblaciones de leucocitos después de la infección con ETEC, aunque se observó un efecto tiempo (42 vs 52 días) indicando un aumento en la concentración de CD4+ y linfocitos γδ-T (P<0,05) a día 52 comparado con el día 42, mientras los linfocitos T CD4-CD8 y los monocitos se redujeron marcadamente (P<0,01). Finalmente, la concentración de IgA en el fluido ileal recogido a día 42 y 52 fue superior en los lechones del grupo SCB y CTRL respecto a los lechones del grupo ABT y PA. Se puede concluir que los probióticos pueden tener la capacidad de modular el establecimiento de las poblaciones linfocitarias y la secreción de IgA en el tracto gastrointestinal y reducir la translocación bacteriana en los NLM después de la infección con ETEC.