Efecto de la administración de grasa o almidón en las dietas de gestación y/o lactación sobre la productividad de la cerda, la supervivencia de los lechones y la productividad de la progenie después del destete
N Quiniou, S Richard, J Mourot and M Etienne.2008, Animal 2 (11): 1633-1644.
21-may-2009 (hace 15 años 6 meses 3 días)El objetivo del presente experimento fue cuantificar los efectos de la energía aportada por grasa o almidón durante la gestación y la lactación, o solo durante la lactación, sobre la productividad de la cerda y su camada durante la lactación, la subsiguiente productividad de los lechones durante los períodos de transición y crecimiento-engorde y sobre la composición de la canal a peso de matadero.
Se realizaron dos pruebas experimentales. En la primera prueba se utilizaron tres bandas de 28 cerdas Large White x Landrace de diferente número de parto y con un peso medio inicial de 202 kg. Las hembras se inseminaron con semen procedente de una línea de machos finalizadores de cruce Large White x Piétrain. Los animales se distribuyeron entre los dos tratamientos experimentales de acuerdo a su peso vivo inicial y condición corporal a día 7 de gestación. Las cerdas fueron alimentadas con una dieta que contenía o aceite de soja (5%, tratamiento GL5) o almidón de maíz (11,3%, GL0) desde el día 35 de gestación hasta el destete. En la segunda prueba experimental se utilizaron 5 bandas de cerdas de distinto número de partos con un peso medio inicial de 200 kg a día 9 de gestación. A día 108 de gestación 24 animales por banda fueron alojados y distribuidos entre los dos tratamientos experimentales de acuerdo al número de partos y a la condición corporal. Los animales se alimentaron con la dieta de lactación enriquecida con grasa (L5) o la dieta enriquecida con almidón de maíz (L0). En cada una de las pruebas experimentales, los lechones de una de las bandas fueron estudiados durante todo el período de transición y el período de crecimiento y engorde.
En la prueba 1, no se observaron diferencias del peso vivo al nacimiento. La tasa de supervivencia al nacimiento y a las 24 h de vida fue superior en el tratamiento GL5 (4% vs 7,5% de nacidos muertos en el tratamiento GL0, P<0,05; 8,7% vs 12,6% lechones nacidos vivos muertos a las 24 h de vida en el tratamiento GL0, P=0,06). La tasa de supervivencia global hasta el destete fue superior para el tratamiento GL5 (81,4% vs 75,7% de lechones nacidos totales, P=0,03), pero el tamaño de las camadas al destete no se vio significativamente afectado. El crecimiento de la camada se vio aumentado cuando se ofreció a las madres una dieta enriquecida con grasa durante la fase de gestación y lactación (+140 g/ día por camada; P<0,01) y en menor medida cuando solo se ofreció durante la lactación (+90 g/ día; P<0,05). Se observó mayor pérdida del espesor de grasa dorsal en aquellos animales alimentados con el tratamiento GL5 (P<0,05). La ganancia media de peso, el índice de conversión post-destete y el porcentaje de magro de la camada no se vieron afectados por el tratamiento administrado a las madres antes o después del parto. El contenido de lípidos en el músculo al destete no fue diferente entre tratamientos, pero fue superior en el sacrificio para los lechones procedentes de las madres alimentadas con el tratamiento GL5 (3,46% vs 2,58%; P<0,001).
Según los resultados, se concluye que la suplementación energética con lípidos a partir del día 35 de gestación hasta el destete mejora la tasa de supervivencia post-parto.
Se realizaron dos pruebas experimentales. En la primera prueba se utilizaron tres bandas de 28 cerdas Large White x Landrace de diferente número de parto y con un peso medio inicial de 202 kg. Las hembras se inseminaron con semen procedente de una línea de machos finalizadores de cruce Large White x Piétrain. Los animales se distribuyeron entre los dos tratamientos experimentales de acuerdo a su peso vivo inicial y condición corporal a día 7 de gestación. Las cerdas fueron alimentadas con una dieta que contenía o aceite de soja (5%, tratamiento GL5) o almidón de maíz (11,3%, GL0) desde el día 35 de gestación hasta el destete. En la segunda prueba experimental se utilizaron 5 bandas de cerdas de distinto número de partos con un peso medio inicial de 200 kg a día 9 de gestación. A día 108 de gestación 24 animales por banda fueron alojados y distribuidos entre los dos tratamientos experimentales de acuerdo al número de partos y a la condición corporal. Los animales se alimentaron con la dieta de lactación enriquecida con grasa (L5) o la dieta enriquecida con almidón de maíz (L0). En cada una de las pruebas experimentales, los lechones de una de las bandas fueron estudiados durante todo el período de transición y el período de crecimiento y engorde.
En la prueba 1, no se observaron diferencias del peso vivo al nacimiento. La tasa de supervivencia al nacimiento y a las 24 h de vida fue superior en el tratamiento GL5 (4% vs 7,5% de nacidos muertos en el tratamiento GL0, P<0,05; 8,7% vs 12,6% lechones nacidos vivos muertos a las 24 h de vida en el tratamiento GL0, P=0,06). La tasa de supervivencia global hasta el destete fue superior para el tratamiento GL5 (81,4% vs 75,7% de lechones nacidos totales, P=0,03), pero el tamaño de las camadas al destete no se vio significativamente afectado. El crecimiento de la camada se vio aumentado cuando se ofreció a las madres una dieta enriquecida con grasa durante la fase de gestación y lactación (+140 g/ día por camada; P<0,01) y en menor medida cuando solo se ofreció durante la lactación (+90 g/ día; P<0,05). Se observó mayor pérdida del espesor de grasa dorsal en aquellos animales alimentados con el tratamiento GL5 (P<0,05). La ganancia media de peso, el índice de conversión post-destete y el porcentaje de magro de la camada no se vieron afectados por el tratamiento administrado a las madres antes o después del parto. El contenido de lípidos en el músculo al destete no fue diferente entre tratamientos, pero fue superior en el sacrificio para los lechones procedentes de las madres alimentadas con el tratamiento GL5 (3,46% vs 2,58%; P<0,001).
Según los resultados, se concluye que la suplementación energética con lípidos a partir del día 35 de gestación hasta el destete mejora la tasa de supervivencia post-parto.