Xavier Bará. QSM Consultors. España
12-ene-2004 (hace 20 años 10 meses 11 días)El futuro lo marca el clienteRamón Jiménez regresa de Holanda un tanto decepcionado. Tras haber dirigido
durante 5 años Integraciones Júcar, creía haber situado a la empresa en la vanguardia
española, y en línea con las principales productoras europeas. Certificación
de gestión de calidad ISO 9001, certificación de gestión medioambiental, certificación
de producto... un gran esfuerzo que debía ser rentable... y sin embargo no lo
era.
El panorama que vio en Holanda era realmente diferente: mucha presión por parte
de las autoridades y del propio sector por garantizar la seguridad alimentaria,
empresas que abandonaban la certificación ISO 9001, empresas de solera que carecían
de sistemas de gestión medioambiental... desde luego no era el panorama que
esperaba encontrar.
Las prioridades han cambiadoLas crisis alimentarias del último decenio han sometido al sector de producción
animal a un conjunto de presiones que lo han hecho evolucionar a un ritmo vertiginoso.
La perspectiva que dan los años muestra que quizá de una forma no muy planificada,
aunque razonablemente bien orientada.
Y si bien el fondo era correcto, las formas escogidas para conseguir los objetivos
no han sido todo lo eficientes que hubiese sido deseable. Probablemente porque
lo que es indudablemente un medio (la certificación de sistemas o de productos)
ha sido frecuentemente contemplado como un fin en si mismo: a menudo se ha dado
más importancia a certificar un sistema de gestión que a diseñar bien ese sistema
de gestión.
La siguiente serie de preguntas pueden ayudar a orientar de forma adecuada una
empresa para la consecución de sus objetivos de rentabilidad:
1. ¿Quién es mi cliente? ¿Qué valora? ¿Cuánto está dispuesto a pagar por lo
que hago?
2. ¿Cuáles son mis puntos débiles y mis puntos fuertes? ¿Cuáles los de la competencia?
3. ¿Cómo me debo organizar para hacer siempre lo que quiere el cliente de la
forma más eficiente posible?
4. ¿qué panel de indicadores me dan la mínima información que me explica el
máximo número de cosas? ¿Cómo los calculo? ¿Cómo los gestiono? ¿Son útiles?
Cada empresa responde a las preguntas de un modo diferente. Lo que importa no
es las respuestas que dé, sino que cada respuesta está concienzudamente pensada.
Conclusión finalLa conclusión final que extrae el gerente de su visita a Holanda es la que hemos
venido sugiriendo durante esta serie de artículos que hoy concluye:
- Los diferentes puntos de la cadena de producción de alimentos de origen
animal van a transmitir a la parte inicial de la cadena (pienso y producción
de ganado) lo que en definitiva quiere el consumidor final: seguridad y valor
añadido. Pero de momento y de forma muy básica, SEGURIDAD. Para ello no hay
más que desarrollar un sistema fácil y eficaz de aplicar los principios básicos
de seguridad alimentaria.
- Los sistemas de gestión interna de la empresa que ayuden a la consecución
de los objetivos han de estar concienzudamente diseñados. Cada empresa ha
de desarrollar SU sistema. De la misma forma que cada par de gafas son exclusivos
de una persona, un sistema de gestión interno ha de ser exclusivo de una empresa.
Para ello no queda más remedio que invertir. Una inversión adecuada desde
el principio asegura un rápido y eficiente retorno de la inversión.
- Una certificación no ha de hacerse a menos que ello aporte algo a la empresa,
bien porque es exigido por partes posteriores de la cadena de valor, bien
porque la certificación en si tenga beneficios tangibles a la empresa.
Por ello nuestro gerente decide invertir los esfuerzos económicos en optimizar
y reorientar lo que tiene. Aunque, "por si acaso", mantiene de momento las certificaciones.