Caso clínico: Exposición a Micoplasma ¿Si o No?

08-sep-2003 (hace 21 años 3 meses 9 días)

Descripción de la granja

Se trata de una explotación de multiplicación con 1800 cerdas que sirve primerizas como fuente de genética para varias explotaciones comerciales. El caso clínico aparece en la unidad 1, la unidad de cría.

La explotación se encuentra aislada correctamente y el nivel de bioseguridad se considera alto. Los animales que entran en la explotación se alojan en un edificio separado, pero éste está unido a la unidad de madres - cuenta con medidas de bioseguridad (observaciones, pruebas, flujos de personal) para prevenir la introducción de enfermedades por parte de los animales de reemplazo.

La granja empezó a funcionar hace 6 meses y desde su entrada en funcionamiento ha sido negativa para PRRSV y Micoplasma. Es también negativa para la enfermedad de Aujeszky, Rinitis atrófica, Brucelosis y Actinobacillus pleuropneumoniae. Los clientes de esta explotación quieren primerizas de reemplazo negativas para PRRSV/Micoplasma. En la unidad de madres, cada mes se analiza el estado de los animales respecto a PRRSV, Micoplasma, enfermedad de Aujeszky y Brucelosis mientras que en la transición y engorde mensualmente se analiza para PRRSV y Micoplasma. De forma rutinaria se observan minuciosamente posibles signos clínicos y se realizan exámenes post-mortem.

Aparición del caso

La primera indicación de la existencia de un problema vino tras el análisis de sangre rutinario de los animales de reemplazo en la unidad de cuarentena. De las 150 primerizas que entraron en la explotación se seleccionaron de forma aleatoria 20 que fueron analizadas 30 días después de su entrada para presencia de PRRSV y Micoplasma. Todas las primerizas analizadas fueron negativas para PRRSV pero 1/20 era positiva para Micoplasma mediante el Tween 20 (Test ELISA) y volvió a ser positiva mediante DAKO ELISA (dos análisis nuevos de la misma muestra).

El mismo día se analizaron para Micoplasma 15 primerizas de la unidad de engorde y 15 cerdas de la unidad de madres. Las primerizas de engorde fueron todas negativas mediante Tween 20 mientras que 3/15 de las cerdas fueron positivas mediante Tween 20 pero negativas por DAKO ELISA.

Desarrollo del caso

La estrategia para confirmar o negar la presencia de Micoplasma en la población de primerizas aisladas implicó cuatro pasos:

Aproximadamente una semana después del primer análisis en el aislamiento, el animal identificado como positivo para Micoplasma fue sacrificado y se analizaron las muestras de suero y tejido. El resultado del DAKO ELISA para esta segunda prueba fue negativo. Sin embargo, la PCR realizada en escobillones bronquiales fue positiva para Micoplasma. Para confirmar estos resultados de la PCR, la prueba fue repetida con un nuevo escobillón de la misma muestra de pulmón. La repetición de la PCR fue negativa. Al mismo tiempo, los escobillones nasales de los 20 animales cercanos fueron sometidos a PCR para la detección de Micoplasma en pool de 3 muestras- todos los pool fueron negativos.

También se tomaron muestras de sangre del sitio 1. Se recogieron 60 muestras de la unidad de cuarentena y 30 de la explotación de cría. Las 90 muestras fueron negativas para Micoplasma mediante DAKO ELISA.

Resolución del caso

Finalmente se decidió abandonar la utilización de la prueba Tween 20 para el diagnóstico de Micoplasma y utilizar en su lugar la prueba DAKO.

Mensualmente se realizó un muestreo estadístico (Micoplasma, DAKO) en las poblaciones de madres y de primerizas en fase de engorde obteniendo resultados negativos.

Las observaciones durante el sacrificio, lo signos clínicos y las necropsias rutinarias no sugirieron presencia de Micoplasma.

Comentarios

La explotación, de 1.800 cerdas y que vende primerizas a explotaciones comerciales, se encuentra aislada correctamente y el nivel de bioseguridad se considera como alto. El problema apareció cuando tras un análisis rutinario de los animales de reemplazo en la unidad de cuarentena apareció un animal positivo para Micoplasma.

Para la explotación es primordial prevenir la exposición a Micoplasma en sus clientes. En realidad, en este caso el riesgo inmediato fue mínimo porque los animales en fase de transición y engorde se encontraban en su suitio distinto. La serología y la ausencia de signos clínicos indicaron que no existía ningún problema en el sitio 2. Además, no hubo transferencia directa de cerdos del sitio 1 a las explotaciones de los clientes ni tampoco hubo, durante el periodo en cuestión, transferencia de reemplazos del sitio 2 a los clientes.

En este caso los puntos básicos son los siguientes:

¿Cómo pudo resultar el test positivo y después negativo? La PCR se realizó mediante escobillones bronquiales de una sección del pulmón y existen dos respuestas a esta pregunta:

  1. La primera PCR (positiva) se contaminó en la recolección, proceso o prueba, lo que significa que en realidad el animal era negativo y no hubo exposición a Micoplasma.
  2. La segunda PCR (negativa) se realizó en una muestra de pulmón que, por alguna razón, no estaba infectada por Micoplasma, lo que significa que el primer test (positivo) era el verdadero indicador y en consecuencia el animal estaba infectado y la explotación estaba expuesta a Micoplasma.

Debido al hecho que el laboratorio fue incapaz de reproducir los resultados, se puede asumir que existió una contaminación cruzada en el laboratorio.

¿La explotación se encuentra realmente expuesta al Micoplasma? De acuerdo con los resultados de la segunda prueba junto con la ausencia de signos clínicos (> 60 días), no hubo exposición. Nunca existió un verdadero riesgo, aunque se invirtió mucho esfuerzo, tiempo y dinero para encontrar la verdad. Finalmente, el diagnóstico confirmando la negatividad de la explotación durante un periodo prolongado validó los resultados.