Suplementos nutricionales para cerdas en lactación

Femando Talegón SanzA. Espinosa
10-jul-2003 (hace 21 años 5 meses 13 días)

Las cerdas en lactación presentan unas elevadas necesidades nutritivas lo que unido a un consumo limitado de pienso durante esta fase provocan un desequilibrio entre los aportes de nutrientes y las necesidades. Por ese motivo, el empleo de suplementos nutricionales, con la principal finalidad de tratar de cubrir las altas necesidades nutritivas, durante esta etapa es una práctica comúnmente extendida en las explotaciones porcinas españolas. Un factor que interfiere a la hora de cubrir estas necesidades es la imposibilidad de conseguir una temperatura óptima para las cerdas (17ºC) en las salas de maternidad, donde la temperatura suele acercarse más a la óptima del lechón (25-32ºC), especialmente en verano y en granjas ubicadas en el sur de España. En estas condiciones, tanto la producción lechera como la condición corporal de las cerdas se reducen.

En este contexto, debemos diseñar un plan de alimentación durante la lactación con el objetivo de evitar amplias fluctuaciones de peso de las cerdas y aportar los nutrientes necesarios para una máxima producción de leche. Tendrá una especial relevancia el diseño del suplemento nutricional, ya que un producto inadecuado puede provocar un rechazo por parte de las cerdas. Muchas granjas contemplan, en sus programas de alimentación, el suministro de suplementos nutricionales basados en harinas de pescado, grasas animales o mezclas de ambas materias primas. Los resultados de su aplicación, a nivel de granja, son frecuentemente buenos, aunque hasta el momento no habían sido cuantificados.

Nuestra experiencia nos dice que cualquier suplemento utilizado debe ser suficientemente palatable y debe ser administrado en momentos en los que se favorezca la ingestión de pienso. Lo más recomendable sería a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde, con el fin de tener en la sala de partos unas temperaturas más próximas a las óptimas requeridas por la cerda. En cuanto a la composición nutritiva de los suplementos, se han obtenido buenos resultados con unos niveles de principios inmediatos de un 30% de proteína bruta (PB), un 15% de grasa bruta (GB) y un 3% de lisina.

La eficacia de estos suplementos ha sido comprobada recientemente en una prueba realizada durante los meses de agosto y septiembre de 2002. Dicho ensayo se realizó en una granja de ciclo cerrado con 540 cerdas, que fueron divididas en dos grupos: suplementadas y no suplementadas.

La administración habitual de pienso de cerdas lactantes se hace de forma paulatina desde la fecha del parto, comenzando con 0,5 kg de pienso, el día 1 post-parto 2,5 kg de pienso, el día 2 post-parto 3.5 kg de pienso y el día 3 post-parto 4,5 kg; a partir del día 4 el pienso de cerdas lactantes se administra “ad libitum” dos veces al día a las 10 y a las 16 horas. A su vez, en los lotes suplementados se administró 0,5 kg de suplemento a las 8 de la mañana y a las 20 horas.

El empleo de suplementos nutricionales en base a harinas y aceite de pescado con altos niveles de ácidos grasos omega 3, suministrados a razón de 0,5 kg por la mañana y 0,5 kg por la tarde entre los días 5 y 21 de lactación, supuso apreciables mejoras en la productividad de la cerda, como fueron: i) el incremento de la producción láctea entre un 15% y un 13,5% los días 10 y 20 de lactación respectivamente, ii) modificaciones en la composición de la leche, medidas el día 20 de lactación, que se traducen en un aumento de la grasa en un 19% (de 62,5 a 74,3 g/kg de leche), de la proteína en un 9% (de 44,5 a 48,6 g/kg de leche) y de la lactosa en un 3,5%, y iii) un incremento del peso de la camada el día 21 (+5,2 kg/camada). Hay que añadir, que la condición corporal de las cerdas suplementadas mejoró, consiguiéndose tanto un mayor peso tras el destete como un mayor espesor del tocino dorsal, lo que permitió a los animales afrontar el siguiente ciclo reproductivo en mejores condiciones.

De las 90 cerdas suplementadas 74 (82%) salieron en celo y fueron cubiertas a los cuatro días después del destete, calificando su condición corporal el día del destete (en una escala de 0 a 5) del siguiente modo: 52 animales con una puntuación de 3, 31 con una puntuación de 2 y 7 animales con una puntuación de 1. Mientras que de las 91 cerdas alimentadas sin ayuda de este suplemento nutricional, solo salieron en celo 41 (45%) calificando su condición corporal como sigue: 38 animales con puntuación 3, 35 animales con puntuación 2 y 18 animales con puntuación 1.

A la vista de estos resultados se puede afirmar que el estado corporal de las cerdas estaba más afectado que la producción lechera como consecuencia del sistema de alimentación rutinaria en base a una doble formulación. Conforme a los resultados obtenidos, consideramos que la utilización de suplementos nutricionales durante la lactación es una práctica muy interesante, aunque su aplicación práctica complique ligeramente el manejo de la explotación.