Alimentación de cerdas gestantes teniendo en cuenta la fracción de carbohidratos del pienso

Albert van Dijk
10-jun-2003 (hace 21 años 6 meses 12 días)

La principal fuente energética en las dietas para cerdos son los hidratos de carbono. Éstos se pueden dividir en dos grupos, los hidratos de carbono digeridos enzimáticamente, y los polisacáridos complejos exceptuando el almidón (fibra) que no pueden ser degradados por las enzimas de las secreciones digestivas del animal, sino vía fermentación (actividad microbiana) en el intestino grueso. Como ejemplos se podrían citar la celulosa, la rafinosa, la estaquiosa, etc. Los productos de su fermentación son ácidos grasos volátiles, como el propiónico, el láctico, el butírico, etc, que pueden absorberse y utilizarse como fuente energética.

En comparación con lechones y cerdos de cebo, las cerdas gestantes reciben una cantidad de pienso al día relativamente baja y tienen un intestino grueso mejor desarrollado. Debido a ello, la capacidad de fermentación de la fibra es mayor. Esto contribuye a una mayor digestibilidad fecal de esta fracción en dichos animales. Esta alta capacidad fermentativa tiene consecuencias en cuanto a la composición económicamente óptima de las raciones. Esto tiene 2 causas:

1. En el pienso para cerdas gestantes se pueden usar más fibra en comparación con el pienso para lechones o cerdos de engorde, y aun así, suministrar la misma energía neta.
2. Se ha visto en diferentes investigaciones que las cerdas que reciben un alto porcentaje de fibra en su ración, permanecen más tranquilas. Por ello, consumen menos energía para mantenimiento.

Estas 2 causas serán explicadas a continuación:

Ventajas de un mayor suministro de fibra en la ración de cerdas gestantes

Debido a que las cerdas gestantes pueden aprovechar mejor la fibra, la digestibilidad fecal también es mayor en comparación con la de lechones y cerdos de cebo. Comúnmente se conoce a través de pruebas de digestibilidad en cerdos que la digestibilidad de materias primas disminuye a medida que el contenido en celulosa bruta aumenta. A partir de nuestras investigaciones en esta materia, se ha visto que esta disminución es menos acusada en cerdas gestantes que en lechones o en cerdos de cebo. Las reglas de cálculo para Energía Neta (EN) en cerdos se basan en pruebas de digestibilidad en cerdos jóvenes. Para aplicar esta reglas correctamente al caso de cerdas en estado de gestación, se debe tener en cuenta que los coeficientes de digestibilidad que estos animales tienen para materias primas ricas en fibra son más altos. Diversas empresas de piensos holandesas ya realizan los cálculos de EN con una fórmula revisada, que ciertamente con una amplia oferta de materias primas ricas en fibra, resulta en ventajas económicas.

Las cerdas gestantes con gran cantidad de fibra en su ración se muestran más tranquilas

A partir de investigaciones del comportamiento, se ha visto que cerdas gestantes con alta proporción de fibra en su ración, se muestran más tranquilas. Esto se expresa en más periodos de descanso y menos movimientos estereotipo, como morder las barras y masticar continuamente. La consecuencia de esto es que los animales gastan menos energía para mantenimiento, de manera que se deja relativamente más energía para el crecimiento del contenido uterino. También por eso las raciones ricas en fibra son a nivel energético relativemente más favorables para las cerdas gestantes. La razón por la que las cerdas se muestran más tranquilas no se conoce, pero se piensa en un mayor llenado de la tripa y en efectos tranquilizantes de determinados productos de la fermentación. En Holanda se han desarrollado piensos especiales con alto contenido en fibra para cerdas en gestación por estas razones. Como materia prima se utiliza a menudo para ello pulpa de remolacha.

Observación final:

Las cerdas lactantes se pueden comparar mejor con lechones y cerdos de cebo en cuanto a digestión, debido a que reciben una relativamente mayor cantidad de pienso diaria. También se ha visto en investigaciones de digestibilidad que las cerdas lactantes, al contrario que las gestantes, no pueden aprovechar la fibra mejor que los lechones o los cerdos de cebo.