Control de las infecciones por estreptococos

John D. Mackinnon
11-mar-2003 (hace 21 años 8 meses 13 días)

Aunque se han aislado de los cerdos varios estreptococos diferentes, entre ellos Strep. dysgalactiae, Strep. agalactiae y Strep. porcinus, la cepa patógena más importante del ganado porcino con diferencia es Streptococcus suis. Hasta ahora, se han identificado 35 tipos capsulares de Strep. suis, la mayoría de los aislados de cerdos enfermos. El tipo capsular 14 es una excepción que, aunque es sumamente patógeno para los cerdos, primero se aisló en la especie humana. Strep. suis es un agente zoonótico, y por ello es tan importante para la salud humana como para la animal conseguir un control exhaustivo. Se puede encontrar Strep. suis en las amígdalas e intestinos y en los sistemas respiratorio y reproductor de los cerdos.

El principio en el que subyace el control de las infecciones estreptocócicas, incluida la meningitis, es la comprensión de que la transmisión de la infección es inicialmente vertical, de la cerda al lechón, seguido de transmisión lateral a través de las prácticas habituales de manejo en las salas de partos. Una parte de la población de reproductoras será portadora sana de la infección, y esas cerdas vivirán en un estado de equilibrio entre la infección (transmisión) y la inmunidad. Estas cerdas portadoras no sólo pasarán la infección a sus crías a través de la vagina durante el parto, sino también a través de la piel y la saliva en los primeros momentos tras el nacimiento. También aportarán anticuerpos maternos (AM), que protegerán a los lechones una vez colonizados por la infección, que se aloja habitualmente en las amígdalas. Las infecciones concomitantes, los factores de estrés y una baja ingestión de calostro perturbarán el equilibrio entre colonización e inmunidad, y entonces el lechón sucumbirá a la infección.

Las cerdas no portadoras que no hayan sido expuestas a la infección tendrán cantidades nulas o bajas de AM para pasárselos a sus lechones, lo que significa que algunas camadas serán extremadamente vulnerables. Estas camadas llegan a infectarse por contaminación cruzada humana y con la adopción de lechones portadores de camadas infectadas. El resultado es un brote de infecciones estreptocócicas, que van desde casi ausencia de síntomas clínicos, hasta artritis, meningitis, septicemia y muerte.

Dado que es poco factible identificar a las cerdas portadoras, y que la medicación general de las cerdas no elimina necesariamente su condición de portadoras, es necesario prestar especial atención a las prácticas de manejo en las salas de partos, así como beneficiarse de la medicación estratégica.

Prácticas de manejo

Los principios han sido resumidos por McCaw y col. (1996) que desarrollaron el sistema de gestión McREBEL (Management Changes to Reduce Exposure to Bacteria to Eliminate Losses) [Cambios de manejo para reducir la exposición a bacterias y eliminar las pérdidas] para controlar principalmente la diseminación del virus PRRS. Mis recomendaciones modificadas son las siguientes:

Higiene

Strep. suis se puede transmitir mecánicamente por útiles de granja, moscas, personas, perros, gatos y pájaros. Por consiguiente, es necesario seguir una estricta política de bioseguridad en las explotaciones que se consideren exentas de la infección. Los visitantes de granjas exentas deben haber estado 48 horas sin contacto con cerdos, llevar botas y ropas proporcionadas por la granja, y antes de entrar, lavarse las superficies cutáneas, especialmente las manos, con jabón y agua.

La mayoría de los desinfectantes disponibles en el mercado son muy eficaces contra todos los tipos capsulares de Strep. suis, pero es fundamental que las superficies estén perfectamente limpias antes de la desinfección. Un lavado con vapor (60 ºC) de agua y un detergente industrial, seguido de secado y desinfección final, es efectivo al 100%, siempre que se destruyan o eliminen otros nichos de supervivencia.

Medicación

En la actualidad, la erradicación de las infecciones por estreptococos de las explotaciones comerciales no es posible en términos prácticos. Por tanto, es preciso seguir controles estrictos como los descritos para reducir al mínimo las pérdidas por meningitis, artritis y neumonía.