El periodo de transición (PT) se define como los últimos diez días de la gestación y los primeros diez días de la lactación, periodo en el que se producen importantes cambios fisiológicos y metabólicos en las cerdas.
En el PT, el aumento en el consumo de alimento genera diferentes resultados según la condición corporal de las cerdas al día 105 de la gestación. Es importante diferenciar la curva de alimentación en este periodo entre cerdas nulíparas-primerizas y multíparas, asociadas a peso vivo-condición corporal y a condiciones ambientales-estacionales.
En general, un incremento moderado en los niveles de ingesta de pienso está indicado para el desarrollo mamario y la producción de calostro y leche, debiendo estudiar cada granja en particular. Esto se traduce en una mayor producción de calostro y con más contenido en lactosa (Decaluwe, 2014).
Se ha postulado que una adecuada nutrición en el PT dará lugar a beneficios durante toda la fase de lactación, donde es esencial que la cerda ingiera la mayor cantidad de nutrientes posibles, lo que se correlaciona con su producción lechera y una menor pérdida de peso corporal. En lactaciones de 28 días podemos plantear un consumo por encima de los 200 kg/cerda y en las de 24 días de >150 kg, pero lo más importante es alcanzar el mayor consumo de lisina digestible diaria (> 65 g) y energía neta diaria (> 14.500 kcal). Las consecuencias derivadas de un deficiente consumo de nutrientes durante la lactación son muy variadas como bien reflejamos en la siguiente gráfica:
Tabla 1: Puntos críticos para alcanzar el mayor consumo de nutrientes durante la fase de lactación.
Medida | Importancia |
---|---|
Evitar que las cerdas lleguen a partos engrasadas y/o sobrepasadas de peso según su nº de parto y genética |
+++++ |
Condiciones ambientales dentro de termoneutralidad, evitando sobre todo temperaturas excesivas (> 25ºC) |
+++++ |
Total disponibilidad de agua en cantidad, calidad y temperatura adecuada (> 25 litros cerda/día) |
+++++ |
Entrada a partos con suficiente antelación (> 4-5 días) | +++ |
Frecuencia de comidas (4>3>2) | ++++ |
Alimentación líquida vs seco | ++++ |
Sistemas de alimentación automáticos, simulación ad libitum | ++++ |
Dietas con proteína y aminoácidos de alta digestibilidad. Reducir niveles de proteína bruta en situaciones de altas temperaturas |
+++++ |
Dietas con elevado contenido energético pero con un adecuado equilibrio entre fuentes grasas y almidones, con limitaciones en el porcentaje de grasas añadidas (3-3,5%) |
+++++ |
Limitar los niveles de fibra bruta y aportar un mínimo de fibra dietética |
++++ |
Relación calcio/fósforo digestible correcta | +++++ |
Adecuado balance electrolítico – 175-200 mEq/Kg | ++++ |
Aporte de vitaminas y oligoelementos esenciales en forma orgánica para el consumo de alimento (A, E, complejo B, Se, Fe, Zn y Mn) |
++++ |
¿Cómo se ven afectados los distintos nutrientes en el PT?
Energía: Sabemos que casi el 80% de las necesidades energéticas para mantenimiento al final de la gestación se pierden en forma de calor y sólo el 20% va a fetos y tejidos como energía de mantenimiento, pero hay que recordar que las necesidades están conformadas en base a peso metabólico y tenemos cerdas con variaciones de hasta 100 kilos de peso vivo. No está claro si la eficiencia energética para la producción de calostro es la misma que para la producción de leche, y tampoco la leche de los primeros 3 días, 10 días o posterior.
Proteína:
La inclusión de nucleótidos en el periparto demostró una modulación de la inmunidad al provocar un incremento en los niveles de IgG del calostro, además de una mayor homogeneidad del peso de los lechones al destete y un mayor peso a las ocho semanas de vida (Palomo, 2015).
Lípidos:
Está documentado que la suplementación con ciertos probióticos, prebióticos (mananooligosacáricos) y ácido linoleico conjugado (Wu, 2015) en el pienso de periparto y/o último mes de gestación) produce un incremento de las IgG en el calostro.
Además de los requerimientos de energía, proteína, aminoácidos y fibra, consideramos esencial tener en cuenta en este periodo de transición los requerimientos de minerales y vitaminas, además de aditivos específicos, ya que la micronutrición en cerdas hiperprolíficas es una de las bases de su eficiencia productiva y longevidad.
Como ejemplo:
Podemos deducir que quizás sea más preciso prestar atención a la ingesta de nutrientes diarios por cerda según el momento del ciclo reproductivo en este periodo crítico, que no solo centrarnos en la cantidad de pienso por cerda y día.