Biotina en la alimentación del ganado porcino

Así lo ve Imasde

27-ene-2003 (hace 21 años 11 meses 2 días)

La biotina es necesaria en pequeñas cantidades como co-enzima. Las enzimas biotina-dependientes participan en muchas rutas metabólicas, como por ejemplo en el metabolismo normal de carbohidratos, grasas y proteína, en la conversión de carbohidratos en proteína (y viceversa) y en la conversión de proteína y carbohidratos en grasa. Además, la biotina juega un importante papel en el mantenimiento de los niveles de glucosa en sangre en situaciones de ingesta baja y en la síntesis proteica y reacciones de desaminación.

Durante mucho tiempo se pensó que la suplementación con biotina no era necesaria en las dietas de porcino debido a que los animales sintetizan biotina gracias a la microflora intestinal y a su amplia distribución en las materias primas. Sin embargo, el incremento genético observado en los últimos años posiblemente haya aumentado las necesidades reales de esta vitamina, además de que los suelos enrejillados generan más problemas de pezuñas y disminuyen la posibilidad de coprofagia, además de que de la síntesis intestinal no se absorbe más de un 20%. Por otro lado, la biotina se encuentra en gran variedad de materias primas de origen animal y vegetal, pero suele estar unida a la proteína presentando así una baja disponibilidad. Por ejemplo, la biotina en los cereales es prácticamente no-disponible, mientras que la biotina del maíz y de la harina de soja tiene una disponibilidad muy alta.

Así, el interés por la biotina en la nutrición porcina se retomó a mediados de los 70, cuando numerosos trabajos de campo pusieron de manifiesto deficiencias de biotina en los cerdos que eran corregidas en la mayoría de los casos mediante su suplementación.

La deficiencia de las cerdas en biotina provoca dermatitis exudativa alrededor de los ojos y orejas, alopecias, hemorragias petequiales y grietas y heridas en las pezuñas. Los problemas en las extremidades aumentan la tasa de reposición y disminuyen los índices reproductivos, además de generar sufrimiento en los animales. La eficacia de la biotina a la hora de disminuir estos problemas podales está más o menos aceptada, recomendándose incrementar la suplementación de los niveles normales (0,20-0,25 mg/kg) a 2 mg/kg cuando existan problemas generalizados, para volver a niveles de 0,5-1 mg/kg a los 6 meses en función de la evolución de los síntomas. En cualquier caso, es más recomendable mantener niveles adecuados para la prevención de cojeras, especialmente en suelos rugosos.

Más controvertido es el efecto de la biotina en la eficacia reproductiva. Deficiencias medias pueden llevar a un aumento en el intervalo destete-estro de las cerdas y a una reducción en el tamaño de las camadas a partir del segundo parto. Estudios que incluyen de 3 a 4 partos, sugieren que la suplementación con biotina mejora el tamaño de la camada, la tasa de concepción, el intervalo destete-estro, las lesiones de patas, la condición del pelo y disminuye la tasa de reposición, aunque estos efectos no se observaron en otros trabajos científicos. En general, el efecto que más se observa es el aumento del número de lechones o nacidos vivos o destetados, incremento que oscila entre un 4 y un 25 %. Sin embargo, parece que esta mejora es función del número de parto de forma que la mejora del tamaño de la camada no se produce hasta el segundo o tercer parto, cuando las cerdas producen camadas más grandes. El efecto sobre el intervalo destete-estro y la tasa de concepción es más controvertido, aunque hay trabajos que encuentran reducciones en el intervalo destete-estro de hasta 4 días y mejoras en la tasa de concepción de las cerdas suplementadas con biotina de entre un 9 y 12 %.

Las recomendaciones de inclusión de biotina en cerdas reproductoras por los centros de investigación y las casas de genética y de fabricantes de vitaminas son razonablemente homogéneas, con un rango de entre 0,1 y 0,3 mg/kg, con la mayoría de los valores entre 0,20 y 0,25 mg/kg. Más variable es la utilización práctica por el sector en España, con valores por debajo de 0,10 mg/kg y una media de 0,15 mg/kg. La recomendación es incluir niveles de entre 0,20-0,25 mg/kg como preventivo, y aumentar estos niveles como se ha comentado previamente si aparecen problemas graves, con su posterior seguimiento para ajustar la dosis. Por otro lado, el riesgo de toxicidad es muy pequeño, ya que se han suministrado hasta 5 mg/kg durante largos periodos de tiempo sin observarse problema alguno.