Caso clínico: Nulíparas que no salen en celo

Telma Vieira Tucci
06-abr-2021 (hace 3 años 8 meses 16 días)

Descripción de la granja

La granja tiene 550 cerdas en ciclo semi cerrado, engordando el 50% de la producción y con auto-reposición. La única entrada en la granja son las abuelas, 2 veces/año, con 2 pesos distintos (a 60 y 80 kg y entre 120 y 160 días de vida) para realizar una cuarentena de al menos 80 días antes de la inseminación. La granja es positiva a PRRS, Mycoplasma, APP, influenza y Lawsonia. Indemne a Aujeszky, rinitis atrófica y disenteria hemorrágica porcina. En la granja sólo disponen de machos recelas: las dosis seminales se compran a un centro de inseminación negativo a PRRS. El manejo es en bandas de tres semanas. La granja data de los años 70 y está a más de 500 m de otras granjas. Es frecuente la presencia de muchas palomas en el techo de las naves y la bioseguridad externa es insuficiente. Cuando llegan las abuelas, se alojan en una nave aislada.

Gestión de la reposición

Las cerdas de auto reposición se mantienen separadas (salas/corrales) de la producción comercial a partir del destete. Se destetan en una sala con corrales (10 cerditas por corral) o en salas (30 cerditas por sala) donde se alojan hasta los 25 kg y después son transferidas a salas más amplias, de 40 cerdas por corral. Nunca se mezclan con los animales de engorde. Cuando llegan a unos 60 kg se trasladan a una nave cuya mitad (separada por una puerta divisoria) está ocupada por el destete y la otra mitad alberga a unas 120 nulíparas hasta su traslado a la cubrición, donde se inicia el tratamiento con altrenogest para sincronizarlas con las bandas. Se cubren a unos 150 kg con una edad media de 8 meses. La alimentación es líquida, 3 veces al día, elaborada con un pienso que se completa con harina de maíz.

Descripción del problema

A mediados de 2016 se cambió el origen de las abuelas. Desde 2017, se evidenció una disminución gradual de la salida en celo de las nulíparas de autoreposición producidas en la granja. Anteriormente, tras el tratamiento hormonal con altrenogest, alrededor del 85-90% entraban en celo y se cubrían con una tasa de fertilidad excelente, incluso mejor que las multíparas. Desde 2017 la entrada en celo (con reflejo de inmovilidad) de las cerdas, cae gradualmente hasta llegar, y permanecer, en niveles inferiores al 50-60% de cubriciones. Esta situación provocó un aumento notable del número de cerditas introducidas en cada banda para mantener el número de cubriciones adecuado, así como al hacinamiento de la cubrición y del volumen de trabajo de estimulación durante todo el periodo de preparación y detección del celo. No menos importante es el aumento de los costes de producción. Este problema de falta de celo solo afectó a la autoreposición. Las abuelas no mostraron ningún problema en todo este periodo.

En las cerdas adultas no se detectaron problemas importantes de anoestros.

Los datos de fertilidad fueron normales (tabla 1):


Tabla 1. Análisis de la tendencia del rendimiento.

Información sobre las cubriciones
2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020* Total Media
Inseminaciones totales 1388 1281 1391 1480 1418 1344 1466 1426 1501 730 13425 1342
(en % sobre el total) 10,3% 9,5% 10,4% 11,0% 10,6% 10,0% 10,9% 10,6% 11,2% 5,4%
Primera cubrición 1168 1179 1251 1325 1246 1199 1321 1297 1395 647 12028 1203
• de las nulíparas 270 317 335 268 309 268 393 375 355 181 3071 307
(% de todas las primeras cubriciones) 23,1% 26,9% 26,8% 20,2% 24,8% 22,4% 29,8% 28,9% 25,4% 28,0% 25,5%
• de las cerdas 894 858 911 1055 932 916 899 899 1014 454 8832 883
Inseminaciones con repetición 220 102 140 155 172 145 145 129 106 83 1397 140
Tasa de repetición 15,9% 8,0% 10,1% 10,5% 12,1% 10,8% 9,9% 9,0% 9,0% 11,4% 10,4%
Fertilidad 75,4% 84,6% 83,9% 82,3% 77,7% 81,3% 77,9% 80,0% 80,0% 82,1% 80,4%
Edad media cubrición (paridad) 2,7 2,3 2,1 2,6 2,4 2,6 2,2 2,1 2,3 2,2 2,4

Puntos críticos de manejo y acciones tomadas:

  1. 2017 (inicio). Hasta esta fecha no se habían registrado problemas particulares. En 2016 se usaban verracos jóvenes vasectomizados dentro del corral de nulíparas, 3 semanas antes de la entrada en cubrición, cuando se programaban con altrenogest. En un momento dado, los verracos ya no se pusieron en contacto con las cerditas en edad reproductiva (entre 180-210 días), sino con las cerditas más jóvenes (130-160 días). El motivo fue que el suelo era sólido y resbaladizo y los verracos y las cerditas podían lastimarse si se mantenían juntos. La duda inicial fue que, como se ha demostrado, la presencia de los verracos en contacto con las cerditas muy jóvenes pudiese alterar su correcto desarrollo reproductivo. Finalmente se retiraron completamente los verracos de los corrales y se recomendó la estimulación de todas las cerditas en edad reproductiva (a partir de los 6 meses) 1 vez al día, entrando con los verracos dentro del corral y marcando los primeros celos.
  2. 2017 (mediados). En uno de los monitoreos se encontró viremia frente a PRRSv en las primerizas, durante el periodo de tratamiento con "altrenogest". Históricamente todas las cerdas que habían entrado en la gestación eran negativas ( por PCR en fluidos orales). El descubrimiento de la circulación viral en esta fase, nos impulsó a intentar generar más inmunidad en las cerditas, dejándolas junto (en el mismo corral) con los lechones de engorde desde el destete hasta los 140 días. Después de muchos meses (hasta que estas cerditas llegaron al momento de la cubrición ) se constató que esta solución no resolvió el problema y se volvió a gestionar a las nulíparas separadamente del engorde.
  3. 2017 (fines). Se realizaron análisis de la presencia de micotoxinas en el pienso, descubriendo elevados niveles de DON. Además, se encontró que el silo utilizado para el alimento de las primerizas no se había limpiado en años. Se vació, se limpió se desinfectó y se dejó vacío durante unos días. Se compró un pienso comercial completo por lo que se descartaron las dudas sobre la formulación y la distribución. Dado que las cerditas en cubrición se alimentaban con pienso de gestantes, se intentó aumentar la cantidad diaria para satisfacer las necesidades nutricionales del periodo de pre-cubrición, añadiendo flushing los 5 días previos a la inseminación. También se añadieron 200 gr de dextrosa durante 4 días después de finalizar el tratamiento con altrenogest. Después de algunos meses, estos cambios tampoco dieron resultados positivos.
  4. 2018 (inicio). no se registraban celos de las cerditas púberes (>180 gg), sobretodo por el exceso de trabajo que comportaba sin haber visto ninguna mejora, y al haber dudas sobre la ciclicidad de las nulíparas: se decide controlar, mediante una ecografía precisa, con un instrumento específico de un servicio experto externo, si las cerditas "ciclaban" o eran acíclicas. El análisis de un centenar de cerditas "no salidas en celo" pertenecientes a 3 bandas distintas confirmó que todas las cerditas ciclaban normalmente, lo que llevó a la conclusión de que faltaban los "signos del celo" (cerditas sin reflejo de inmovilidad). En algún grupo de cerdas se eliminó la programación con altrenogest y se intentó la identificación tradicional del celo con la estimulación con verracos en la sala de cubrición. Tras una prueba en 4 bandas, no se constató ningún cambio en su salida en celo respecto al reflejo de inmovilidad: parecía que fueran a salir en celo, presentaban un leve enrojecimiento e hinchazón de la vulva, pero sin reflejo de inmovilidad.
  5. 2018 (mitad). Las cerditas se alojan siempre en la misma sala, en una fila de corrales destinados al periodo de tratamiento con "altrenogest". En este periodo a menudo se encontraban animales con conjuntivitis, a veces purulenta. A causa de la presencia masiva de palomas y del tipo de instalación (naves con patios abiertos) se decide tomar muestras oculares mediante hisopos para detectar Chlamydia. Los hisopos fueron positivos, por lo que se decidió tratar a todos los animales presentes en la gestación, incluso las primerizas, con clortetraciclina en pienso durante 10 días, añadiendo también la limpieza de todos los corrales de las cerditas al introducir cada nueva banda. Pese a las escasas publicaciones al respecto, la literatura describe casos de infertilidad (sobretodo abortos, repeticiones, etc...) en las cerdas a causa de infecciones por Chlamydia (Schautteet, 2011; Donati et al.2016; Eggemann et al. 2000); además en EEUU, en 2018 se describieron algunos casos potencialmente ligados a esta enfermedad (datos no publicados). La situación de la falta de salida en celo, lamentablemente, no cambió tras el tratamiento.
  6. 2019. La detección de celo de las nulíparas, se hacía introduciendo el verraco en los corrales con 10-12 cerditas. Una vez identificado el celo, se inseminaba en la jaula y se devolvían las cerditas a su corral de origen. Pese a que la detección de celo se hacía con calma y con un número adecuado de personal cualificado, se pensó que la falta de expresión del celo de las cerditas podía ser debida al número excesivo de animales y al exceso de movimiento dentro del corral con las cerditas y los verracos. Por esto se creó una "zona de detección del celo" en 4 corrales contiguos donde se alojaban dos verracos intercalados con dos corrales vacíos, destinados a la detección de celo-inseminación de las nulíparas, que eran "llevadas al verraco". Tampoco esta solución aportó mejoras.

Muchas de las acciones descritas y aplicadas, requirieron de mucho tiempo para verificar su eficacia: el tiempo pasaba...y la situación no cambiaba... Teníamos algunas certezas a finales de 2019:

Entonces se decidió retomar el tema de la Chlamydia. Se hicieron hisopos vaginales y se tomaron muestras de orina a las cerdas de reposición "problemáticas" (sin celo, repeticiones y abortos). La orina fue negativa, pero las muestras vaginales confirmaron la presencia de Chlamydia mediante PCR: las investigaciones posteriores llevaron a la identificación de Chlamydia Suis (normalmente no transmitida por las palomas). Se decidió instaurar un tratamiento terapeútico prolongado, dado que este patógeno es intracelular y de difícil acceso por los antibióticos:

Hasta la fecha, no tenemos la certeza de que chlamydia suis fuera la responsable del problema, pero lo cierto es que tras el tratamiento, las cerdas de reposición volvieron gradualmente a mostrar celos, como se muestra en el gráfico 1.

<p>Gr&aacute;fico&nbsp;1. Evoluci&oacute;n del porcentaje de cerditas con signos de celo.</p>

Actualmente hay 7 bandas con resultados evidentemente mejores: se continúa con el tratamiento inyectable y el flushing medicado. Otra observación (comunicación personal), hecha en el Centro de Referencia para la Clamidiosis de Italia (Istituto Zooprofilattico di Pavia) es que el porcentaje de resultados positivos de hisopos vaginales de cerdas/nulíparas analizados en el laboratorio ha aumentado significativamente en los últimos 3 años. ¡Lo importante es que los resultados positivos continúen!...